Para la familia del teniente retirado de la Aviación Venezolana, Luis Lugo Calderón, solo hay silencio. Fue retenido arbitrariamente el 14 de octubre, pero ninguna autoridad del Estado venezolano ha dado información oficial sobre su paradero. Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Corte Marcial y Tribunales Militares se mantienen al margen ante la desaparición forzada del funcionario.
«No hemos dejado de insistir. Hicimos denuncia en los entes pertinentes y de ninguno hemos tenido respuesta. Solo me reciben el documento y me dan copia de recibido», indicó Gloria Calderón, madre del teniente, quien precisó que este 6 de noviembre se cumplieron 23 días sin saber de su hijo.
La familia de Lugo Calderón denunció la desaparición forzada en el MP, ante dos entes: la Dirección de Derechos Fundamentales y al despacho del fiscal. También llevó un escrito a la Defensoría del Pueblo. Allí le aseguraron que en 20 días le darían una respuesta.
Dos habeas corpus fueron enviados al sistema judicial. Uno de ellos a la Corte Marcial (ente que dictó la libertad del teniente Calderón el 11 de octubre); el otro fue en Tribunales Militares.
Un habeas corpus es un instrumento legal con el que se le pide a las autoridades judiciales que determine la legalidad de un arresto y solicite información a los cuerpos de seguridad del Estado. Persigue evitar los arrestos y detenciones arbitrarias según estándares internacionales.
El juez tiene un lapso de cuatro días para dar respuesta. El plazo del segundo documento presentado se venció el viernes 2 de noviembre.
El 14 de octubre el teniente Lugo Calderón fue arrestado arbitrariamente. Tenía tres días de haber sido liberado por la Corte Marcial, luego de ser procesado y condenado por instigación a la rebelión, contra el decoro militar y uso de prendas militares. Pagó cuatro años de cárcel.
El 11 de octubre, día en el que fue excarcelado, miembros de la Dirección General Contrainteligencia Militar (Dgcim) violentaron su inmueble. Al no encontrarlo, regresaron al día siguiente y retuvieron a su madre, Gloria Calderón, en Maracay (Aragua). La liberaron a las horas y arrestaron después al padre del teniente, Luis Lugo Rodríguez, y a la pareja del oficial, Jokasta Hernández.
Finalmente, a Lugo Calderón lo dejaron recluido en la Dgcim. Liberaron a sus dos parientes.
«Él llamo por teléfono pidiendo que le llevara jabón, corta uñas y papel higiénico. Le pregunté cómo estaba y dijo que bien. Pero yo no sé si al lado tiene a alguien con un arma que lo obliga a decir eso», exclamó Gloria.
Los días siguientes, la familia ha presionado en la sede de la Dgcim de Boleíta, estado Miranda, donde se presume que está recluido. «Me dicen que está comiendo y que hasta le prestan el baño. Pero yo no les creo nada. Hasta que no lo vea, no me voy a quedar tranquila. Él tiene que estar en libertad», manifestó Gloria a Efecto Cocuyo en una llamada telefónica.
La lucha por la liberación del teniente Lugo Calderón tiene sus consecuencias. Su madre relató que su hija, Estela Lugo, ha sido amenazada. Ella se encuentra fuera del país, pero desde sus redes mantiene viva una campaña para dar a conocer el caso. «Le dicen que si regresa al país la detienen», aseguró Gloria.
Otros miembros de la familia amedrentados fueron la pareja del teniente y su padre, a quienes los llegaron a amenazar de muerte si relataban lo ocurrido durante las horas que fueron retenidos por la Dgcim.
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Para la familia del teniente retirado de la Aviación Venezolana, Luis Lugo Calderón, solo hay silencio. Fue retenido arbitrariamente el 14 de octubre, pero ninguna autoridad del Estado venezolano ha dado información oficial sobre su paradero. Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Corte Marcial y Tribunales Militares se mantienen al margen ante la desaparición forzada del funcionario.
«No hemos dejado de insistir. Hicimos denuncia en los entes pertinentes y de ninguno hemos tenido respuesta. Solo me reciben el documento y me dan copia de recibido», indicó Gloria Calderón, madre del teniente, quien precisó que este 6 de noviembre se cumplieron 23 días sin saber de su hijo.
La familia de Lugo Calderón denunció la desaparición forzada en el MP, ante dos entes: la Dirección de Derechos Fundamentales y al despacho del fiscal. También llevó un escrito a la Defensoría del Pueblo. Allí le aseguraron que en 20 días le darían una respuesta.
Dos habeas corpus fueron enviados al sistema judicial. Uno de ellos a la Corte Marcial (ente que dictó la libertad del teniente Calderón el 11 de octubre); el otro fue en Tribunales Militares.
Un habeas corpus es un instrumento legal con el que se le pide a las autoridades judiciales que determine la legalidad de un arresto y solicite información a los cuerpos de seguridad del Estado. Persigue evitar los arrestos y detenciones arbitrarias según estándares internacionales.
El juez tiene un lapso de cuatro días para dar respuesta. El plazo del segundo documento presentado se venció el viernes 2 de noviembre.
El 14 de octubre el teniente Lugo Calderón fue arrestado arbitrariamente. Tenía tres días de haber sido liberado por la Corte Marcial, luego de ser procesado y condenado por instigación a la rebelión, contra el decoro militar y uso de prendas militares. Pagó cuatro años de cárcel.
El 11 de octubre, día en el que fue excarcelado, miembros de la Dirección General Contrainteligencia Militar (Dgcim) violentaron su inmueble. Al no encontrarlo, regresaron al día siguiente y retuvieron a su madre, Gloria Calderón, en Maracay (Aragua). La liberaron a las horas y arrestaron después al padre del teniente, Luis Lugo Rodríguez, y a la pareja del oficial, Jokasta Hernández.
Finalmente, a Lugo Calderón lo dejaron recluido en la Dgcim. Liberaron a sus dos parientes.
«Él llamo por teléfono pidiendo que le llevara jabón, corta uñas y papel higiénico. Le pregunté cómo estaba y dijo que bien. Pero yo no sé si al lado tiene a alguien con un arma que lo obliga a decir eso», exclamó Gloria.
Los días siguientes, la familia ha presionado en la sede de la Dgcim de Boleíta, estado Miranda, donde se presume que está recluido. «Me dicen que está comiendo y que hasta le prestan el baño. Pero yo no les creo nada. Hasta que no lo vea, no me voy a quedar tranquila. Él tiene que estar en libertad», manifestó Gloria a Efecto Cocuyo en una llamada telefónica.
La lucha por la liberación del teniente Lugo Calderón tiene sus consecuencias. Su madre relató que su hija, Estela Lugo, ha sido amenazada. Ella se encuentra fuera del país, pero desde sus redes mantiene viva una campaña para dar a conocer el caso. «Le dicen que si regresa al país la detienen», aseguró Gloria.
Otros miembros de la familia amedrentados fueron la pareja del teniente y su padre, a quienes los llegaron a amenazar de muerte si relataban lo ocurrido durante las horas que fueron retenidos por la Dgcim.
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