A cuatro días del atentado fallido contra Nicolás Maduro, las declaraciones de las autoridades de justicia y el propio Presidente dejan ver contradicciones. Puntos claves como la cantidad de explosivo, ubicación de los pilotos y distancia de la explosión son las primeras inconsistencias que aparecen.
1.- Cantidad y tipo de explosivo
Al día siguiente de que dos drones explotaron cerca del acto presidencial en la avenida Bolívar de Caracas, el ministro para Relaciones Interiores Justicia y Paz, Néstor Reverol, aseguró que ambas aeronaves estaban cargados con un kilo de C4.
Este es un explosivo altamente nocivo. Expertos en la materia explicaron a Efecto Cocuyo que solo 200 gramos eran capaces de volar una puerta de metal. Consideraron que la explosión vista en los videos y los daños que causaron no se corresponden con esa cantidad.
Uno de los aparatos impactó contra el edificio Don Eduardo, ubicado entre las esquinas Viento y Curamichate. Minutos después estalló, incendió un apartamento y causó daños en las paredes.
El 7 de agosto en la noche, el presidente Maduro informó que el dron que explotó frente a él, tenía un compuesto de pentrita y pólvora. Además contenía pedazos de plomo con la intención de causar un mayor daño.
Un licenciado en Química indicó a Efecto Cocuyo que la pentrita es un compuesto orgánico nitrado, clasificado como explosivo primario. Esto quiere decir que es muy sensible y puede estallar “fácilmente“. Internamente, una vez que recibe un estímulo externo, se descompone.
“Es un compuesto que se puede fabricar en un laboratorio; sin embargo, uno de sus ingredientes es regulado por el Ministerio de Industrias y Producción Nacional. El laboratorio que trabaje con ésta sustancia química, debe notificarlo al Registro Nacional de Operadores de Sustancias Químicas Controladas“, explicó.
Otro dato que dio Maduro es que el segundo dron tenía C-4 y pólvora. El especialista en explosivos consultado manifestó que los daños causados en el edificio Don Eduardo se corresponden con el uso de C4, pero en una cantidad pequeña. Máximo 50 gramos.
“No tiene ciencia mezclar pólvora con C4, éste por sí solo es letal. Todos los explosivos son controlados por el Dirección General de Armas y Explosivos. A la fecha, pocos cuarteles deben tener este tipo de material, salvo unidades especiales. Sacarlo de allí significa que alguien con acceso a esos almacenes está involucrado“, apuntó.
2.- Distancia en la explosión
El adelanto de las investigaciones dado por Reverol indicaba que el dron, con su carga explosiva, podía causar daños a 50 metros de distancia. Esto es parte de las contradicciones de los discursos, debido a que el aparato casi estalló a esa altura.
Así lo reveló el fiscal designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, este 8 de agosto, al declarar en una entrevista televisiva que el dron había explotado a 70 metros de la tarima presidencial. Solo tendría 20 metros de diferencia.
Por su parte, Nicolás Maduro dio testimonio de que el aparto se posicionó “como a unos 100 metros sobre la avenida Bolívar, regresa y explota”.
3.- Ubicación de los pilotos
La información que maneja Maduro es que el dron que estalló frente a él fue piloteado desde el Centro Empresarial Cipreses. El grupo, conformado por tres personas, estaba en el piso 10.
El segundo dron, el que golpea con el edificio Don Eduardo, fue dirigido desde un carro en la esquina Curamichate.
Las ubicaciones coinciden con la explicación de Saab, pero hay una contradicción. El Fiscal designado asegura que los pilotos del primer aparato estaban también en un carro frente al centro empresarial.
5.- Historial de Monasterios
En este punto es el mismo investigado quien contradice a la versión oficial. De acuerdo a las autoridades, el sargento retirado de la GNB Juan Carlos Monasterios, es el organizador y ejecutor del atentado fallido.
Maduro aseveró que él estuvo involucrado y era solicitado por el asalto al Fuerte Paramacay el 6 de de agosto de 2017, donde Juan Caguaripano y un grupo de civiles y militares ingresaron al cuartel y robaron unas armas.
En el video presentado por el Presidente en cadena nacional el 7 de agosto, Monasterio desmiente esto. “Caguaripano me dijo para participar en la operación Paramacay, yo le dije que no estaba de acuerdo con participar”, expuso en el clip audiovisual, en el que le tapan la cara. Lo que genera duda de que se trate del sargento retirado.
También causa suspicacia que si estaba requerido por las autoridades policiales, haya podido ir a Colombia y volver a Venezuela, al igual que transitar por el territorio nacional sin ser detectado por un funcionario.
