Un monitoreo de prensa, realizado por el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), arrojó que entre el 14 de junio y el pasado 13 de noviembre hubo al menos 28 femicidios contra mujeres venezolanas en el exterior. Uno de ellos fue en grado de frustración.
El 67,7 % de estos delitos ocurrieron en Colombia. El segundo país donde más hubo casos fue Perú.
La información la ofreció la abogada y coordinadora de género de Cepaz, Carolina Godoy, en una rueda de prensa este jueves, 10 de diciembre.
Destacó que seis de cada 10 víctimas tenían menos de 31 años de edad.
De las venezolanas asesinadas en el exterior durante esos cinco meses, dos estaban embarazadas y siete eran madres. Tras los asesinatos, nueve niños quedaron huérfanos. Dos infantes presenciaron las muertes de sus mamás.
En 32,1 % de los casos la víctima y el agresor tenían una relación de convivencia y en 7,2 % hubo un contexto de violencia sexual.
Móvil del delito
El análisis evidenció que en 14,3 % de estos delitos el agresor también era venezolano. Godoy indicó que en la mayoría el agresor y la víctima eran pareja y habían migrado juntos.
Al responsable se le vinculó con la delincuencia organizada en 17,9 % de los casos.
En 10,7 % de los casos el crimen estuvo precedido por una escena de celos. Entre las motivaciones también describen venganza y violencia física sistemática.
Entre las venezolanas asesinadas en el exterior un 32,1 % presentaron heridas de bala y otro 32,1 % atienden a mutilaciones, descuartizamientos o acuchillamientos.
Femicidios: Más mujeres murieron a golpes que por balas entre junio y noviembre
En 46,4 % de los casos los agresores no habían sido aprehendidos por las autoridades. Cuatro murieron en el contexto de los hechos.
De acuerdo con el seguimiento que realizó la ONG Cepaz, entre el 1° de enero y el pasado 13 de noviembre, un total de 56 venezolanas murieron en el extranjero.
Cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) alertan que “el impacto de género y el destino de las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas se diluye y muchas veces se vuelve invisible”.
Para leer el informe completo puede hacer click aquí.