La presencia de Venezuela como una referencia en las películas de Hollywood no es nueva. ¿Quién no recuerda a los entrañables personajes de “UP” viviendo sus aventuras en  formaciones rocosas similares a las del Salto Angel?

¿O el momento en que Alec Baldwin se toma una marca de cerveza venezolana en “Miami Blues”? ¿O el uso del Parque Nacional Canaima en la superproducción “Avatar”?

Todas estas menciones remiten a paisajes naturales y experiencias gastronómicas, pero desde hace algunos años, también se ha desarrollado otra tendencia. Convertir a Venezuela en un actor más político, sobre todo como refugio de criminales.

Por ejemplo, Venezuela es clasificada en uno de los capítulos de The Blacklist, como un “sitio para irse al exilio” si eres un criminal buscado en Estados Unidos. Algo parecido sucede en los Simpsons, donde se menciona como un país para huir de la los ganchos de la justicia.

En la serie animada, el jardinero Willie McDougal destruye una pelota de kickball con su tractor, creyendo que había matado a un niño, luego se va a una carretera con su tractor y grita, “¡Venezuela, ahí voy!”.

 En la serie Bones, en el 2007, se investiga la muerte del hijo de la embajadora de Venezuela en EEUU, en la que posiblemente estaban implicadas “facciones rebeldes” del país. 

En Parks & Recreation, Fred Armisen (de origen venezolano y vestido con una suerte de banda presidencial) afirma que Venezuela es la “mejor nación debido a la cárcel”.

 

Otros productos audiovisuales nombran al expresidente Hugo Chávez, por temas petroleros, en referencia a lo que “no permitió un colapso del planeta” o incluso a su muerte, así pasa en The Good Wife.

 La lista se extiende con las producciones que nombran Venezuela como un país donde el presidente compra armas biológicas; en las que se refieren a Caracas como una ciudad “muy peligrosa y llena de corrupción” y como en la serie más reciente, en la que Jack Ryan, un agente de la CIA, debe salvar al país de la crisis que vive.

¿Qué hay detrás de estas menciones?

 Gonzalo Jiménez, periodista especializado en Cultura Pop, aclaró que las menciones de Venezuela en series y películas como referencia siguen siendo ocasionales o coyunturales. Destacó también que “en Hollywood se menciona más a Medellín, La Habana y Ciudad de México que a Caracas.”

Según él, la razón de que Venezuela sea mencionada en las últimas décadas en producciones audiovisuales mayormente por temas políticos es que  “Venezuela ha sido noticia en EE.UU. por temas políticos, más que por sus peloteros en las Grandes Ligas o por sus reinas de belleza. Es un foco de conflicto en la región, así que funcionó como un villano perfecto en series de conflicto político como ‘Homeland’ y ‘Jack Ryan’.”.

Sin embargo, advierte que Venezuela aún no tiene el mismo tratamiento, en las superproducciones de la pantalla grande que México o Colombia. 

En estos países, por ejemplo, el tema del narcotráfico es un estereotipo que se repite. “Este fue el tema central de Narcos, Sicario, Triple Frontier, entre otras. Es un tema popular y vigente desde los 1980s con la serie Miami Vice y la película Scarface, por ejemplo. Son 35 años con el tema del narcotráfico y la inmigración ilegal en Hollywood”, asegura Jiménez. 

Hollywood y los grandes acontecimientos sociales del mundo

Las grandes producciones audiovisuales en su mayoría hacen referencia en algún punto de sus tramas a situaciones de interés social, diplomático o político.

Una de las probables razones de este fenómeno para Jiménez, es que “Hollywood busca conectarse, a veces tardíamente y con cierta hipocresía, con los problemas de la sociedad. En los años de 1930, Hollywood hizo películas sobre gángsters y también sobre banqueros corruptos, pues era lo que indignaba a la gente en la época de la Gran Depresión. Películas como ‘Las uvas de la ira’, de John Ford, y las películas de Frank Capra, conectaban con los ideales del New Deal del Presidente Franklin D. Roosevelt. En los años 60, con la Guerra Fría, prosperó el cine de espías, con James Bond a la cabeza.

Los grandes villanos en el cine suelen ser metáforas de las ansiedades estadounidenses. Un estudio de 2020 elaborado por PEN América reveló que hoy Hollywood censura toda referencia al Tíbet y a las protestas en Hong Kong para no antagonizar con China. Hoy, Hollywood no quiere a China como el malo en sus películas y series, ni tampoco quiere seguir etiquetando de terroristas a las minorías. De allí que ahora se haya diversificado: hay más menciones a Venezuela, al narco en México, a las mafias rusas y a hackers europeos.”

Toda una diversidad de países, que en cualquier momento, se suman a la lista de los buenos -o malos- de la película.