De época, futuristas, románticas o trágicas; protagonistas simpáticos y antagonistas odiosos, con historias devastadoras o finales felices; las series se han convertido en una de las formas de entretenimiento más populares a nivel global.
¿Cuántas series te has visto? ¿Cuántas has abandonado a la mitad? ¿Cuál es tu favorita? Esa que terminaste en unos pocos días, sin importar lo que pasaba a tu alrededor; por la que gritaste en el sofá o lloraste sobre la almohada. Por la que, sin saberlo, fuiste víctima del Binge-watching,
Traducido al español como “atracones de series”, el término se refiere a la visualización de múltiples episodios, de una misma serie, de una sola sentada. Con la excusa de “un capítulo más” y desbordados por la emoción de la trama, el binge-watching se ha vuelto una actividad común en la generación actual.
Según un estudio de Netflix, el 76% de las personas encuestadas respondieron que ver series es un refugio a las caóticas realidades que los rodean.
“Experimentas una seudo adicción a la serie porque desarrollas antojos de dopamina” explica la doctora Renee Carr, psicóloga clínica, al blog de Salud y bienestar de la NBC; “tu cuerpo no discrimina al placer, se puede volver adicto a cualquier actividad o sustancia que produzca constantemente dopamina”.
Los altos niveles de dopamina que produce la historia del protagonista del momento, es la razón por las que las personas suelen volverse “adictas” a una serie. La Dra. Carr explica que “las vías neuronales que causan adicciones a la heroína y al sexo son las mismas que causan a la adicción al binge-watching”.
Expertos explica que a pesar del bienestar y la emoción que puede generar ver los episodios seguidos, ver una serie sin ningún tipo de pausa puede causar depresión, ansiedad, falta de sueño, problemas de postura y falta de oxígeno, pues el sedentarismo y la falta de actividad física reducen un tercio la capacidad pulmonar; reseña el sitio web de Northwestern Medicine.
El portal recomienda establecer el límite de dos episodios diarios y mantener las luces encendidas mientras se vea la serie para no perder la noción del tiempo.
Episodio tras episodio
Tan solo 15 segundos son los que separan al próximo episodio de una serie y el ‘stop’ de la misma. El gigante negro y rojo del servicio de streaming, Netflix, utiliza el término de Binge-watching “como si ellos mismos se hubieran inventado estas dos palabras y lo que significan” según un artículo de La Vanguardia.
“Su modelo de negocio se sustenta en que no abandones la televisión, el ordenador, la tableta o el móvil porque sus contenidos te atrapan, y propuestas como Jessica Jones y Narcos bien que saben hacerlo” reseña la nota.
Fabiola Girón trabaja en el área de publicidad y ventas de un pequeño emprendimiento caraqueño, dice que cuando vio la serie «Emily en París», no podía parar. “Comencé a verla porque mi jefa me dijo que mi actitud se parecía mucho a la de la protagonista; me sentí muy identificada y la terminé de ver en un día”.
Para la joven de 20 años, ver la serie en una sola sesión, implicó dejar de comer en los horarios usuales, abandonar sus actividades laborales, ignorar el horario de sus clases universitarias a través de la plataforma Zoom y no dormir durante la noche.
De acuerdo al estudio de Netflix, la mayoría de sus miembros prefieren ver todos los capítulos de una temporada el mismo día en el que comienzan la serie; en promedio, los espectadores de ciencia ficción y terror, prefieren hacer esto que distribuir los episodios a lo largo de la semana, reseña el estudio.
Un ejemplo de ello es que el día de estreno de la segunda temporada de «Stranger Things», 361.000 personas vieron los 9 episodios de la serie el mismo día de su debut en la plataforma.
Un estudio que la organización First Monday hizo en el 2017, muestra que “binge-watching shows” (darse un atracón de una serie) podría hacerla menos memorable, o hacer que el espectador disfrute menos de la serie, que si viera un capítulo a la semana.
¿Te has sentido “de luto” al terminar una serie?
Las «Trece razones para suicidarse «de Hannah Baker, hicieron que Enrique* se sintiera “ansioso y estresado con cada capítulo que veía”. Al mismo tiempo, le era imposible cerrar Netflix y olvidarse de la historia; paso toda una noche viendo la primera temporada.
“Viví la serie a través del personaje de Clay: si él estaba feliz, yo también; cuando lloraba, yo me sentía extremadamente triste; y cuando demostraba ansiedad o nervios, yo me sentía de la misma manera” cuenta Enrique.
El último capítulo definió los sentimientos de Enrique durante los próximos siete días; “la escena final terminó conmigo, estuve de luto (por ese final) durante toda una semana”.
El psicólogo Francisco Tabernero explica al portal Hipertextual que: “La anhedonia es la perdida de la capacidad para experimentar placer. Junto a la apatía, que es la perdida de la motivación, es síntoma de depresión. El final de una serie con la que conectamos, que nos colmaba, deja muestras leves de ambos”.
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De época, futuristas, románticas o trágicas; protagonistas simpáticos y antagonistas odiosos, con historias devastadoras o finales felices; las series se han convertido en una de las formas de entretenimiento más populares a nivel global.
¿Cuántas series te has visto? ¿Cuántas has abandonado a la mitad? ¿Cuál es tu favorita? Esa que terminaste en unos pocos días, sin importar lo que pasaba a tu alrededor; por la que gritaste en el sofá o lloraste sobre la almohada. Por la que, sin saberlo, fuiste víctima del Binge-watching,
Traducido al español como “atracones de series”, el término se refiere a la visualización de múltiples episodios, de una misma serie, de una sola sentada. Con la excusa de “un capítulo más” y desbordados por la emoción de la trama, el binge-watching se ha vuelto una actividad común en la generación actual.
Según un estudio de Netflix, el 76% de las personas encuestadas respondieron que ver series es un refugio a las caóticas realidades que los rodean.
“Experimentas una seudo adicción a la serie porque desarrollas antojos de dopamina” explica la doctora Renee Carr, psicóloga clínica, al blog de Salud y bienestar de la NBC; “tu cuerpo no discrimina al placer, se puede volver adicto a cualquier actividad o sustancia que produzca constantemente dopamina”.
Los altos niveles de dopamina que produce la historia del protagonista del momento, es la razón por las que las personas suelen volverse “adictas” a una serie. La Dra. Carr explica que “las vías neuronales que causan adicciones a la heroína y al sexo son las mismas que causan a la adicción al binge-watching”.
Expertos explica que a pesar del bienestar y la emoción que puede generar ver los episodios seguidos, ver una serie sin ningún tipo de pausa puede causar depresión, ansiedad, falta de sueño, problemas de postura y falta de oxígeno, pues el sedentarismo y la falta de actividad física reducen un tercio la capacidad pulmonar; reseña el sitio web de Northwestern Medicine.
El portal recomienda establecer el límite de dos episodios diarios y mantener las luces encendidas mientras se vea la serie para no perder la noción del tiempo.
Episodio tras episodio
Tan solo 15 segundos son los que separan al próximo episodio de una serie y el ‘stop’ de la misma. El gigante negro y rojo del servicio de streaming, Netflix, utiliza el término de Binge-watching “como si ellos mismos se hubieran inventado estas dos palabras y lo que significan” según un artículo de La Vanguardia.
“Su modelo de negocio se sustenta en que no abandones la televisión, el ordenador, la tableta o el móvil porque sus contenidos te atrapan, y propuestas como Jessica Jones y Narcos bien que saben hacerlo” reseña la nota.
Fabiola Girón trabaja en el área de publicidad y ventas de un pequeño emprendimiento caraqueño, dice que cuando vio la serie «Emily en París», no podía parar. “Comencé a verla porque mi jefa me dijo que mi actitud se parecía mucho a la de la protagonista; me sentí muy identificada y la terminé de ver en un día”.
Para la joven de 20 años, ver la serie en una sola sesión, implicó dejar de comer en los horarios usuales, abandonar sus actividades laborales, ignorar el horario de sus clases universitarias a través de la plataforma Zoom y no dormir durante la noche.
De acuerdo al estudio de Netflix, la mayoría de sus miembros prefieren ver todos los capítulos de una temporada el mismo día en el que comienzan la serie; en promedio, los espectadores de ciencia ficción y terror, prefieren hacer esto que distribuir los episodios a lo largo de la semana, reseña el estudio.
Un ejemplo de ello es que el día de estreno de la segunda temporada de «Stranger Things», 361.000 personas vieron los 9 episodios de la serie el mismo día de su debut en la plataforma.
Un estudio que la organización First Monday hizo en el 2017, muestra que “binge-watching shows” (darse un atracón de una serie) podría hacerla menos memorable, o hacer que el espectador disfrute menos de la serie, que si viera un capítulo a la semana.
¿Te has sentido “de luto” al terminar una serie?
Las «Trece razones para suicidarse «de Hannah Baker, hicieron que Enrique* se sintiera “ansioso y estresado con cada capítulo que veía”. Al mismo tiempo, le era imposible cerrar Netflix y olvidarse de la historia; paso toda una noche viendo la primera temporada.
“Viví la serie a través del personaje de Clay: si él estaba feliz, yo también; cuando lloraba, yo me sentía extremadamente triste; y cuando demostraba ansiedad o nervios, yo me sentía de la misma manera” cuenta Enrique.
El último capítulo definió los sentimientos de Enrique durante los próximos siete días; “la escena final terminó conmigo, estuve de luto (por ese final) durante toda una semana”.
El psicólogo Francisco Tabernero explica al portal Hipertextual que: “La anhedonia es la perdida de la capacidad para experimentar placer. Junto a la apatía, que es la perdida de la motivación, es síntoma de depresión. El final de una serie con la que conectamos, que nos colmaba, deja muestras leves de ambos”.