La Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela se pronunció tras la llegada de un nuevo lote de dosis de la vacuna cubana Abdala y alertó nuevamente sobre la ausencia de información pública acerca del producto.
«La Academia Nacional de Medicina como institución asesora del Estado, expresa su profunda preocupación de que un producto del cual no se tiene información científica sobre su seguridad y eficacia, no se conocen publicaciones científicas, y sin aprobación alguna por la OMS u otra agencia regulatoria internacional, sea aplicada a los venezolanos, con todas las consecuencias que eso podría acarrear», destacó en un boletín este lunes 27 de septiembre.
Poco antes, la vicepresidenta de la administración de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (Cigb), laboratorio desarrollador de la vacuna, habían confirmado el arribo de más dosis de Abdala a Venezuela para su incorporación al plan de vacunación contra el COVID-19.
La ANM recordó que ya había expresado su preocupación en el pasado debido a la falta información sobre Abdala y sobre otro candidato vacunal cubano, Soberana 02, tras conocer que se realizarían ensayos clínicos en Venezuela y que Abdala también se fabricaría en el país.
«No solamente se hizo caso omiso a nuestra solicitud de información, sino que el 25 de junio el gobierno anunció que llegaba al país el primer lote de 30.000 dosis de la Abdala que, aparentemente, fueron utilizadas como producto experimental en 10.000 venezolanos, sin que tengamos conocimiento de que se siguieron las normas éticas y legales que se requieren para ese tipo de experimentación», añadió la Academia.
Venezuela firmó un convenio para adquirir 12 millones de dosis de Abdala (una vacuna que consta de tres dosis), para incluirla en la vacunación anticovid.
Sin embargo, expertos han asegurado que consideran que Abdala todavía es un candidato vacunal, pues sus estudios de fase I, II y III aún no han sido publicados en revistas científicas de prestigio y tampoco ha sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud, pasos que reforzarían la confianza en el producto.
Abdala solo ha sido autorizada en Cuba, Venezuela y Vietnam.
El pasado 26 de julio, el ente regulador venezolano, el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (Inhrr), aseguró que Abdala había “aprobado con éxito” el proceso de regulación sanitaria para ser administrada en Venezuela, tras afirmar que no representaba riesgos de seguridad.
“A pesar de no estar publicada en ninguna revista científica, expertos en el área del Inhrr, hemos evaluado todos los estudios correspondientes”, publicó el instituto en Twitter.
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La Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela se pronunció tras la llegada de un nuevo lote de dosis de la vacuna cubana Abdala y alertó nuevamente sobre la ausencia de información pública acerca del producto.
«La Academia Nacional de Medicina como institución asesora del Estado, expresa su profunda preocupación de que un producto del cual no se tiene información científica sobre su seguridad y eficacia, no se conocen publicaciones científicas, y sin aprobación alguna por la OMS u otra agencia regulatoria internacional, sea aplicada a los venezolanos, con todas las consecuencias que eso podría acarrear», destacó en un boletín este lunes 27 de septiembre.
Poco antes, la vicepresidenta de la administración de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (Cigb), laboratorio desarrollador de la vacuna, habían confirmado el arribo de más dosis de Abdala a Venezuela para su incorporación al plan de vacunación contra el COVID-19.
La ANM recordó que ya había expresado su preocupación en el pasado debido a la falta información sobre Abdala y sobre otro candidato vacunal cubano, Soberana 02, tras conocer que se realizarían ensayos clínicos en Venezuela y que Abdala también se fabricaría en el país.
«No solamente se hizo caso omiso a nuestra solicitud de información, sino que el 25 de junio el gobierno anunció que llegaba al país el primer lote de 30.000 dosis de la Abdala que, aparentemente, fueron utilizadas como producto experimental en 10.000 venezolanos, sin que tengamos conocimiento de que se siguieron las normas éticas y legales que se requieren para ese tipo de experimentación», añadió la Academia.
Venezuela firmó un convenio para adquirir 12 millones de dosis de Abdala (una vacuna que consta de tres dosis), para incluirla en la vacunación anticovid.
Sin embargo, expertos han asegurado que consideran que Abdala todavía es un candidato vacunal, pues sus estudios de fase I, II y III aún no han sido publicados en revistas científicas de prestigio y tampoco ha sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud, pasos que reforzarían la confianza en el producto.
Abdala solo ha sido autorizada en Cuba, Venezuela y Vietnam.
El pasado 26 de julio, el ente regulador venezolano, el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (Inhrr), aseguró que Abdala había “aprobado con éxito” el proceso de regulación sanitaria para ser administrada en Venezuela, tras afirmar que no representaba riesgos de seguridad.
“A pesar de no estar publicada en ninguna revista científica, expertos en el área del Inhrr, hemos evaluado todos los estudios correspondientes”, publicó el instituto en Twitter.