Corría la mañana del viernes, 15 de febrero, cuando llamaron a Eduardo Franco para decirle que un grupo de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) estaban cayéndole a patadas a la puerta de la fundación que preside, Manos Amigas por la Vida (Mavid) en Valencia. No había nadie en el sitio.
Cuando llegaron voluntarios y directivos de Mavid al lugar, los miembros del Cicpc primero preguntaron si había medicamentos vencidos en el depósito. Después interrogaron: ¿Tienen medicamentos de la ayuda humanitaria?.
Mavid no fue la única organización dedicada a la defensa de los derechos de las personas con VIH que sufrió una arremetida por parte de los cuerpos de seguridad del Estado el pasado fin de semana. Este miércoles, 20 de febrero, Franco denunció que las ONG Conciencia por la vida (de Lara) y Renacer (Portuguesa) también fueron objeto de acoso y persecución.
“Esta escalada que tenemos desde el fin de semana ha sido desastrosa. No solo fue Mavid. (Los funcionarios) preguntan dónde guardamos los medicamentos, que si esos tratamientos son de la ayuda humanitaria“, continuó Franco en unas declaraciones ofrecidas a la prensa este miércoles.
El activista precisó que los antirretrovirales y medicinas en poder de las ONG no provienen de la ayuda humanitaria facilitada por Estados Unidos y otros países, sino que corresponden a donaciones hechas meses antes por Aid for Aids y por familiares de pacientes que fallecieron.
El presidente de Mavid considera que la arremetida de los cuerpos de seguridad son represalias por el trabajo de denuncia que han hecho las ONG venezolanas. Días antes del allanamiento a la sede de la fundación, Franco denunció que en 2018 fallecieron 1.200 personas con VIH por la falta de antirretrovirales, mientras que en enero de 2019 se han registrado 12 muertes.
Añadió que el coordinador del Programa Nacional de Sida del Ministerio de Salud, Raúl Leonett, lo contactó para que entregara pruebas de las cifras que denunciaba.
Depósitos en cero
Franco aseguró que los inventarios de la fundación Mavid están en cero luego de que el pasado viernes los efectivos del Cicpc decomisaran medicinas y fórmulas para lactantes. “No tenemos nada que darles a los pacientes“, dijo.
Detalló que entre los insumos decomisados hay leche de fórmula, antirretrovirales, antihipertensivos, preservativos donados por Onusida, pruebas rápidas, documentos con información sobre los pacientes y las computadoras de la fundación.
“Allí hay información confidencial: copias de acta de defunciones de pacientes y denuncias que documentan el desabastecimiento de antirretrovirales el año pasado. Nos tratan de criminalizar. Nunca se ha hecho ventas de medicamentos en la organización. Todos los servicios de Mavid son totalmente gratuitos”, dijo en respuesta a las declaraciones del director general del Cicpc, Douglas Rico.
El activista afirmó que denunciará ante la Fiscalía el atropello contra la fundación y agradeció el apoyo de Onusida y la comunidad internacional. “Nos están persiguiendo. Exigimos al gobierno que cesen las persecuciones y al Cicpc que pida una disculpa pública”, continuó.
Sin contraloría social
Mavid y Acción Ciudadana contra el Sida (Accsi) también advirtieron que el Ministerio de Salud impide a las ONG hacer contraloría social de los medicamentos donados en el marco del Plan Maestro.
El Plan Maestro es una estrategia que coordina el apoyo de la cooperación técnica internacional para atender las epidemias de VIH, malaria y tuberculosis en Venezuela durante los próximos tres años.
Su elaboración contó con la participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Onusida, funcionarios del Ministerio de Salud, la Sociedad Venezolana de Infectología y la Red Venezolana de Gente Positiva.
Para su implementación durante tres años, el presupuesto del Plan Maestro contempla recursos por 33 millones de dólares. Sin embargo, el Fondo Mundial para la Lucha contra el VIH/sida, Tuberculosis y Malaria donó cinco millones de dólares para iniciar el programa.
Como parte del plan, se acordó entre los distintos actores que las ONG se encargarían de realizar el monitoreo de los medicamentos donados por el fondo y distribuidos por el Ministerio de Salud, con el propósito de que la sociedad civil ejerza la acción de contraloría para constatar que los antirretrovirales lleguen a las manos de los seropositivos.
No obstante, el director de Accsi denuncia que, desde que inició la distribución de los antirretrovirales, la sociedad civil no ha podido hacer el seguimiento ni la vigilancia de la donación. “Esto no es algo nuevo, es algo que ya se había acordado”, insistió Nieves sobe el rol de las organizaciones en el Plan Maestro.
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