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Este 10 de agosto falleció Winder Rangel, de 11 años de edad, paciente del servicio de Nefrología del hospital J.M de Los Ríos. Es el segundo que muere en ocho días. El pasado 3 de agosto se informó el deceso de Niurka Camacho, de 15 años.

A finales de junio, Niurka se había pronunciado con valentía ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) para pedir apoyo a la región para la reactivación de los trasplantes, la única opción que le quedaba después de la diálisis. 

En lo que va de año 11 pacientes de nefrología en el J.M. de los Ríos, de acuerdo a la organización civil Prepara Familia, han perdido la vida a la espera de un trasplante.

La ONG escribió en su cuenta de Twitter: «Tu carisma, entusiasmo y alegría, quedará siempre en nuestros recuerdos. Vuela alto Winder». Mensaje que acompañó de la etiqueta #ReactivenLosTrasplantes.

En el país, el sistema de procura de órganos y tejidos, a cargo de la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), ente adscrito al Ministerio de Salud, está suspendido desde junio de 2017. Desde entonces, muchos pacientes han empeorado, al igual que las condiciones del hospital. 

El servicio de Nefrología del J.M. de Los Ríos antes contaba con un laboratorio especializado que ahora no funciona por falta de personal e insumos. En el hospital solo pueden hacer hematología, urea y creatinina, y en un solo turno laboral debido a la ausencia de bioanalistas.

Tampoco cuentan con radiología permanente ni con algunos de los servicios indispensables para el seguimiento de los pacientes, como Cardiología o Terapia intensiva, que siguen cerrados.