El adolescente Ángel Céspedes, de solo 15 años de edad, falleció este martes 8 de febrero sin haber podido recibir un trasplante renal tras cuatro años y ocho meses de espera, confirmó la organización no gubernamental Prepara Familia.
Ángel era paciente del servicio de Nefrología del hospital de niños José Manuel de los Ríos, el principal centro pediátrico del país, ubicado en Caracas. Acumulaba varios días hospitalizado, pues había contraído lechina.
Su madre, Yohelys Céspedes, también es paciente renal en diálisis. Tanto ella como su hijo anhelaban un trasplante de riñón, pero ninguno había podido recibirlo debido a la paralización del sistema de procura de órganos y tejidos (Spot) desde 2017, que permitía hacer el trasplante a partir de donante cadáver y a la disminución de los trasplantes de donante vivo.
Ángel había dejado de dializarse en el hospital de niños por las constantes infecciones que padecía, los múltiples cambios de catéter y por las dificultades del centro de salud. Su madre decidió sacarlo del hospital y dializarlo en el mismo lugar en el que ella se dializaba: en la Unidad de Diálisis Juan Pablo II, en la avenida Nueva Granada de Caracas.
Como paciente, Ángel no solo vivió el deterioro del hospital. También padeció las dificultades provocadas por la falta de agua o de equipos de bioseguridad en su unidad de diálisis. En 2021 incluso retrasó su tratamiento debido a los enfrentamientos entre bandas armadas de la Cota 905 y cuerpos de seguridad, que le impidieron el paso hacia su centro de diálisis.
Durante el tercer trimestre de 2021, Yohelys fue una de las madres que pidió priorizar a los niños, niñas y adolescentes del J. M. de los Ríos en las negociaciones entre gobierno y oposición y la urgente reactivación del programa de trasplantes.
Con él, por lo menos dos jóvenes del servicio de Nefrología del J. M. de los Ríos han fallecido en lo que va de año. El primero de ellos fue Juan Morales, de 17 años, que sumaba aproximadamente dos años como paciente de Nefrología y también estaba a la espera de un trasplante renal.
Solo en 2021, según el registro de Prepara Familia, 16 niños, niñas y adolescentes murieron en el servicio de Nefrología, y algunos de ellos esperaban un trasplante de riñón.
Los niños, niñas y adolescentes del servicio de Nefrología, al igual que los de otros 13 servicios del J. M. de los Ríos, están amparados por medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que exigen al Estado venezolano tomar acciones para garantizar su vida, salud e integridad personal, pero estas disposiciones no se cumplen.
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Ángel era paciente del servicio de Nefrología del hospital de niños José Manuel de los Ríos, el principal centro pediátrico del país, ubicado en Caracas. Acumulaba varios días hospitalizado, pues había contraído lechina.
Su madre, Yohelys Céspedes, también es paciente renal en diálisis. Tanto ella como su hijo anhelaban un trasplante de riñón, pero ninguno había podido recibirlo debido a la paralización del sistema de procura de órganos y tejidos (Spot) desde 2017, que permitía hacer el trasplante a partir de donante cadáver y a la disminución de los trasplantes de donante vivo.
Ángel había dejado de dializarse en el hospital de niños por las constantes infecciones que padecía, los múltiples cambios de catéter y por las dificultades del centro de salud. Su madre decidió sacarlo del hospital y dializarlo en el mismo lugar en el que ella se dializaba: en la Unidad de Diálisis Juan Pablo II, en la avenida Nueva Granada de Caracas.
Como paciente, Ángel no solo vivió el deterioro del hospital. También padeció las dificultades provocadas por la falta de agua o de equipos de bioseguridad en su unidad de diálisis. En 2021 incluso retrasó su tratamiento debido a los enfrentamientos entre bandas armadas de la Cota 905 y cuerpos de seguridad, que le impidieron el paso hacia su centro de diálisis.
Durante el tercer trimestre de 2021, Yohelys fue una de las madres que pidió priorizar a los niños, niñas y adolescentes del J. M. de los Ríos en las negociaciones entre gobierno y oposición y la urgente reactivación del programa de trasplantes.
Con él, por lo menos dos jóvenes del servicio de Nefrología del J. M. de los Ríos han fallecido en lo que va de año. El primero de ellos fue Juan Morales, de 17 años, que sumaba aproximadamente dos años como paciente de Nefrología y también estaba a la espera de un trasplante renal.
Solo en 2021, según el registro de Prepara Familia, 16 niños, niñas y adolescentes murieron en el servicio de Nefrología, y algunos de ellos esperaban un trasplante de riñón.
Los niños, niñas y adolescentes del servicio de Nefrología, al igual que los de otros 13 servicios del J. M. de los Ríos, están amparados por medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que exigen al Estado venezolano tomar acciones para garantizar su vida, salud e integridad personal, pero estas disposiciones no se cumplen.