Una nota de voz en tono de despedida fue el medio por el cual los familiares de Lisbeth Andreína Ramírez Mantilla dedujeron que la joven podría haber muerto junto a Óscar Pérez y su equipo, tras resultar abatidos durante la “Operación Gedeón“, nombre bíblico que en su traducción del hebreo al castellano significa “Destructor o guerrero poderoso”.

Leidy Ramírez llegó este jueves 18 de enero a la morgue de Bello Monte, en Caracas, para confirmar si el cuerpo de una mujer que está en la sede del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamefc) era el de su hermana Lisbeth. Con ojos hinchados por el llanto y usando un collarín, arribó con la esperanza de que la identidad de su ser querido no coincidiera con la del cadáver.

Desde que los restos mortales de Pérez y los integrantes de su grupo ingresaron a la principal morgue capitalina el pasado lunes a las 6:30 pm, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y los funcionarios de la Guardia Nacional (GNB) custodian los accesos para evitar que los periodistas se acerquen.

La pariente de Lisbeth se trasladó a Caracas desde San Cristóbal, estado Táchira. Al llegar al lugar que los medios de comunicación improvisaron para obtener declaraciones, en la calle Neverí de Colinas de Bello Monte, las primeras palabras de Leidy fueron: “Yo quiero venir a limpiar el nombre de mi hermana, porque mi hermana no era una terrorista“.

Con lágrimas en los ojos Ramírez continúo hablando, nadie la interrumpía. “Mi hermanita se graduó de enfermera en un instituto en Táchira. Estudiaba cuarto año de odontología“. Añadió que para poder trasladarse a la universidad, Lisbeth caminaba o pedía la cola desde su casa. “Ella se cansó de la situación (del país), no tenía (dinero) ni para comer una arepita“, explicó.

Según el testimonio de Leidy, Lisbeth fue formada en una familia con valores cristianos; le conseguía ropa a los niños de La Guajira en el estado Zulia, ya que vivió en Maracaibo con quien fue su pareja sentimental Jairo Soto Lugo, también asesinado en la “Operación Gedeón”.

Ante la poca información que han dado los funcionarios del Senamefc a los familiares de Oscar Pérez y su grupo, en los alrededores de la morgue se ha corrido el rumor de que los cuerpos pudieran ser cremados. Leidy se rehúsa ante esa opción. “Yo no voy a firmar nada hasta ver que es mi hermana (la) que está allí”, dijo.

Los cuerpos de Daniel Soto Torres, Abraham Lugo Ramos, Jairo Lugo Ramos, Abraham Israel Agostini, José Alejandro Díaz Pimentel, Óscar Alberto Pérez y Lisbeth Ramírez Mantilla, tienen ya cuatro días en la morgue de Bello Monte y sus familiares no han podido verlos.

A las tres de la tarde, un familiar de José Alejandro Díaz Pimentel aseguró que las autoridades del Senamecf ofrecieron ayuda psicológica a los familiares para prepararlos antes de que fueran a reconocer los cadáveres.

Cremar los cadáveres de la “operación Gedeón” es un delito con pena hasta de ocho años

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