Mientras el país está sumido en una crisis política, las muertes en el hospital de niños J. M. de los Ríos en Caracas no se detienen. Solo en el mes de enero han fallecido seis niños y adolescentes, cuyos decesos se relacionan con la crisis hospitalaria y sanitaria que vive Venezuela.

Todos comparten algo: tuvieron dificultad para acceder a tratamiento oportuno o para practicarse exámenes médicos que permitieran conocer mejor su diagnóstico.

2 de enero: Mariángel Romero

Mariángel era paciente del servicio de Nefrología y tenía 15 años. Como todos los miércoles, asistió el 2 de enero a la unidad de diálisis el J. M. de los Ríos para recibir su tratamiento. Cuando terminó, la adolescente presentó una fiebre alta y sangrados. Fue trasladada inmediatamente a la emergencia del centro pediátrico, donde murió por un shock hipovolémico.

Mariángel había permanecido hospitalizada desde octubre de 2018 por la bacteria escherichia coli. Su catéter estaba contaminado, pero a finales de noviembre del año pasado lo sustituyeron por uno nuevo.

8 de enero: Frandynson Torrealba

Frandynson llegó al J. M. de los Ríos con neumonía y un drenaje en el pulmón el pasado 22 de diciembre, cuando el hospital atravesaba un severo déficit de antibióticos.

Su madre, Leivis Rudas, denunció que tuvo que obtuvo las primeras dosis de vancomicina, antibiótico de amplio espectro para tratar diversos tipos de infecciones, mediante donaciones de amigos y en instituciones externas al hospital. Los medicamentos que consiguió los tuvo que buscar fuera del principal centro pediátrico del país.

El niño era paciente del servicio de Nefrología, pues presentaba una enfermedad renal crónica, cono medular anclado y vejiga neurogénica.

10 de enero: Juan Sebastián Arnao

Juan Sebastián era el paciente más pequeño del servicio de Hematología. Tenía 11 meses de nacido y padecía una leucemia infantil con mal pronóstico.

El bebé cumplió un primer ciclo de quimioterapias que fueron suministradas por el hospital, pero sus padres tuvieron que buscar por fuera un tratamiento de segunda línea porque el primero no dio los resultados esperados.

A Juan Sebastián también se le dificultó recibir su cura en tiempo oportuno, pues a principios de 2018 se dañó la campana de flujo laminar del J. M. de los Ríos, equipo en el que preparan las quimios, y se atrasó el tratamiento.

25 de enero: Diego García

Diego tenía leucemia y fue el primer paciente en fallecer el 25 de enero. Murió a las 4:00 am en la torre de aislamiento del centro pediátrico, donde estaba hospitalizado. La tía del paciente se quedaba cuidándolo en la habitación mientras su madre buscaba las quimioterapias, ausentes en el hospital, por fuera del J. M. de los Ríos.

Era paciente del servicio de Hematología y tenía 13 años. La mamá del adolescente también se movía para buscar ayudas económicas que le permitieran costear los exámenes hematológicos que el J. M. de los Ríos tampoco está en capacidad de hacer por la ausencia de reactivos.

Lea también: Inoperatividad de equipos y ausencia de reactivos dificultan diagnósticos en el J.M. de los Ríos

25 de enero: Harold Alcalá

Harold, de 11 años y con insuficiencia renal, falleció horas después de Diego, cerca de las 5:30 pm del viernes. El pequeño sufrió un paro mientras recibía su tratamiento en la unidad de diálisis del J. M. de los Ríos.

Madres del servicio de Nefrología indicaron que Harold tenía el catéter contaminado con una bacteria. El mismo día que murió, sus familiares esperaban que llegaran los resultados de un cultivo para confirmar qué tipo de infección tenía.

29 de enero: Marianyi Serrano

Marianyi Serrano tenía apenas cinco años y el 29 de enero se convirtió en la tercera paciente del servicio de Hematología en morir en lo que va de enero.

Le diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda que le arrebató la vida. Su familia, de escasos recursos, solicitó ayuda a la Presidencia de la República, a la Vicepresidencia y al Ministerio de Salud por para poder salvarla.

Mediante redes sociales, los familiares de Marianyi solicitaron anfotericina B (antibiótico de amplio espectro) y ketoprofeno (antiinflamatorio) a mediados del año pasado.

</div>