“Las coberturas no se están logrando. Los niños quedan desprotegidos”, dice el pediatra y epidemiólogo Alejandro Rísquez. El doctor, director del Centro de Prevención Vacuven, asegura que hay vacunas con las que no cuentan desde hace varios meses. La de varicela no les llega hace tres años.
Precisamente ésta fue la que hizo que Paola Scavino viajara a Estados Unidos con su familia, para poner al día con las inmunizaciones al pequeño Rodrigo, de 17 meses. El pediatra de Rodrigo trabaja en el Centro Médico Docente La Trinidad, donde la vacuna no se asoma hace unos dos años. Scavino cuenta que ha paleado la escasez de insumos buscando aquí y allá, pero con esta vacuna no encontró solución. “La busqué durante dos meses por toda Venezuela y nada”
Aprovechó el asueto de Semana Santa para viajar con su familia a Miami y ahí, en un centro de medicina comunitaria, Rodrigo recibió además de la vacuna contra la varicela, la DPaT, que lo protege de difteria, tosferina, tétanos, y la vacuna contra el neumococo, un germen que puede producir neumonía, meningitis e infecciones como otitis y sinusitis.
En la Policlinica Cristobal Rojas hace dos años que la vacuna de la varicela no aparece. Así lo dice María Sotillet, pediatra. “Están volviendo a aparecer enfermedades que estaban controladas. Hemos vuelto a ver casos de lechina y sarampión”.
La vacuna contra la lechina no está dentro del programa nacional de vacunaciones, siempre había un porcentaje de la población que se la colocaba, lo que hacía que las cifras de enfermos se mantuvieran bajas. Aunque Sotillet no tiene los números exactos de su centro médico, señala que uno de los motivos del repunte que la enfermedad puede atacar de dos formas. “La lechina y lechina modificada. La primera vacuna se coloca a los 12 meses, pero se refuerza entre los 4 y 6 años. Los que no reciben el refuerzo pueden padecer de lechina modifica, así hayan recibido la primera vacuna”.
Relata que constantemente tiene que remitir a sus pacientes a ambulatorios, puesto que las instituciones públicas suelen estar mejor dotadas en este aspecto. En la Policlinica solo se consigue la de neumococo, la de meningococo, que protege de la meningitis meningocócica y la toxoide, que evita la profilaxis del tétanos en caso de heridas. “La de Hepatitis A nos llegó en enero y no nos volvió a llegar. Posteriormente vamos a ver las consecuencias de esto”
La de neumococo sí se consigue con cierta regularidad en Venezuela, especialmente en los consultorios privados. De hecho, Carlos Marcano, pediatra en el Centro Médico Caracas, cuenta que es la única que tienen en existencia. “Esto es gravísimo. Patologías que ya estaban erradicas están volviendo a aparecer”, dice el doctor.
Rísquez coincide. “Tenemos un riesgo de epidemias muy alto. Las coberturas no se están logrando”, dice.
En el sistema de salud público el panorama no es mucho mejor. Un pediatra del Hospital de Niños José Manuel de los Ríos, que prefirió resguardar su nombre, aseguró que tienen gran déficit en vacunas. “El porcentaje de niños vacunados es cada vez menor. Los niños protegidos en Venezuela cada vez son menos”, puntualizó.
Según el doctor, es difícil precisar las consecuencias de esto en la actualidad. Dice que a futuro veremos muchos niños enfermos por las fallas de vacunación de las que son víctimas.
Cifras oficiales
Según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Salud, en el 2015 se aplicaron 20.869.247 vacunas, beneficiando a 10.269.440 personas, con una inversión total de Bs 467.375.510. Presenta un descenso con la de 2014, cuando se aplicaron 21.567.492 dosis que beneficiaron 8.897.972 personas, por menos dinero: Bs 425.123.870.
Los datos presentados en la Memoria y Cuenta hacen dudar al Observatorio Venezolano de Salud de la efectividad de la Semana de Vacunación de las Américas. Según la de 2014, la cobertura de antipolio oral fue de 77% alcanzado con 5.102.268 dosis administradas.
“Resulta inconsistente admitir que la cobertura de esta vacuna haya alcanzado el 91% que el cuadro señala para el año 2015, si se tiene presente que durante este año, según la misma Memoria, se administraron 2.789.815 dosis, lo que significa 2.312.453 dosis menos que el año anterior”, se puede leer en un comunicado emitido por la ONG.
“La semana de vacunación fue un esfuerzo muy importante de enfermeros y médicos, pero mientras no tengan todos los productos, solucionar esto es prácticamente imposible”, señalan.