Tenía 15 años y era uno de los pacientes infectados por el brote que afectó el servicio de nefrología del hospital infantil J.M. de los Ríos. Desde febrero de este año, el adolescente contrajo la bacteria que le ocasionó una infección en los portales por donde se le hacía la diálisis. La mañana de este lunes, 22 de mayo, Dilfred Jiménez falleció y se convirtió en la tercera víctima que ha dejado el brote en menos de un mes.

El 3 de mayo falleció Raziel Jaure, de 10 años, contaminado por el germen klebsiella, la misma bacteria “superresistente” que afectó a Dilfred. La semana siguiente, el 11 de ese mismo mes, fue Samuel Becerra, de 12 años, el que murió producto del germen pseudomona.

Belén Arteaga, jefa del servicio de nefrología, explicó que en principio los niños recibían el tratamiento de forma intermitente debido a que los antibióticos que llegaban al centro de salud eran pocos y debían ser distribuidos en todo el hospital. Añadió que en las últimas semanas los pacientes recibieron donaciones por parte de varias ONG que les permitieron obtener el medicamento de forma regular; sin embargo, muchos de ellos no respondieron favorablemente debido a la resistencia de las bacterias.

Indicó que, hasta la fecha, son 13 pacientes los afectados por el brote infeccioso en el servicio de nefrología. “Todos tienen varios meses infectados. Han recibido algunos tratamientos, pero no ha habido continuidad. El hospital no los garantiza de forma regular”, explicó la doctora.

Añadió que, tras las dos primeras muertes, una comisión del Instituto Nacional de Higiene asistió al centro de salud para inspeccionar las posibles causas del brote. Arteaga califica la crisis que vive el J.M. de los Ríos como “multifactorial”; no obstante, destacó que la más importante es la contaminación de los tanques que surten de agua al servicio de nefrología.

Las denuncias en torno a la contaminación datan de mediados de febrero de este año. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Simón Bolívar, los contenedores presentan coliformes totales, coliformes fecales y aerobios mesófilos en valores muy altos. En el estudio señalan que el hospital no cumple con la normativa de manejos de desechos sólidos y que, para el momento del trabajo de campo, los tanques estaban rodeados de basura.

Arteaga explicó que tras la muerte de Raziel y de Samuel una empresa visitó el hospital para evaluar de qué forma se podría purificar el agua del centro de salud. Sin embargo, para la jefa del servicio de nefrología los esfuerzos se han quedado cortos. Mientras tanto, las madres de la sala temen que los antibióticos no sean suficientes o que sus hijos también se contaminen. “Las soluciones las necesitamos de una manera más rápida y más expedita. Las soluciones eran para ayer”, sentenció.

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