No tuvo pelos en la lengua. El exministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, criticó el modelo político que se basa en arraigar el populismo a través de regalías. Por ello, soltó que “para un socialista, para un revolucionario, debería ser una ofensa que le regalen un apartamento, un carro o la comida. Eso es una ofensa para un socialista consciente. Si yo quiero mi apartamento, trabajo y lo pago, porque es el trabajo el que trasforma al ser humano”, manifestó.

La afirmación la hizo durante una clase magistral sobre seguridad y participación ciudadana que ofreció al Consejo Académico de la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar), donde fue invitado por el rector Carlos Boully.

El exministro aprovechó su intervención para discernir sobre las corrientes ideológicas y la política, cuyos debates son inertes para la sociedad, según consideró.

La diatriba entre la derecha y la izquierda en la política va perdiendo más sentido. Se aleja más de las expectativas que tiene el ciudadano de la gestión pública”, dijo, mientras aclaró que está consciente de que asumir esta postura “sin complejos” implica el riesgo de ser tildado de muchas formas e inclusive de ser excluido de la política.

“Los extremos siempre tienen a actuar en contradicción de lo que predican y suelen ser muy sensibles a las críticas…”, agregó.

Para el militar activo, la orientación ideológica en un país debe ser gradual de acuerdo con el respeto de las diferencias de cada uno. Incluso manifestó que las decisiones de un Gobierno deben beneficiar a todos los venezolanos.

“No se construye un país empleando solo a una parte de los ciudadanos. Si queremos ser una potencia como lo soñó Chávez y queremos alcanzar el progreso es necesario que se sumen todos los esfuerzos posibles poniendo de un lado las diferencias políticas”, insistió.

Problemas medulares

Rodríguez Torres considera que los principales problemas que aquejan a los venezolanos son la economía y la seguridad. “Todos lo vivimos, seamos de izquierda, de derecha o de centro”.

Sin embargo, no duda en colocar a la seguridad ciudadana como el problema más complejo que Venezuela debe resolver, pues, a su juicio, se debe enfrentar con políticas que impliquen un trabajo conjunto entre Estado y ciudadanía.

“En esas mismas diatribas de izquierda y derecha a veces pasamos mucho tiempo y no entendemos que a la gente que está en la calle con los problemas económicos y de seguridad no le importa si los policías son de izquierda o de derecha, sino que le resuelvan el problema”, sostuvo.

Como parte de las fallas de la actual administración pública, el exministro criticó el sistema de patrullaje inteligente y manifestó que “se vino a menos”.

“Creo que el nuevo ministro tiene que ponerle corazón a eso, porque no tenemos un sistema de patrullaje en el país y ese facilita al ciudadano comunicarse pedir ayuda, pasar denuncias, interactuar con sus funcionarios”, recomendó.

La MUD y la revolución

A diferencia de todos los dirigentes del Gobierno, Rodríguez Torres no quiso descalificar el proceso de comicios primarios de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Por el contrario, dijo que fue un proceso de democratización de la vida del venezolano e inclusive aseguró que el proceso fue un triunfo de la revolución.

“En mi criterio esas elecciones fueron un triunfo de la misma revolución que ha ido encausando a la oposición más radical. Es mejor tenerlos haciendo primarias que incendiando una ciudad”, agregó.

Sobre las actividades partidistas en general, recordó que las toldas políticas deben respetar a su militancia y al país. “No pueden haber líderes que sean como Dios, nadie los puede tocar. Si verdaderamente es un líder sométase a la decisión del pueblo y dele vida a ese legado”, expresó

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