Credit: Iván Reyes

Último adiós a Pipo Rada. Con la música a volumen ensordecedor, y tanta gente acumulada en una misma calle, parecía una fiesta de barrio. Pero las caras eran tristes, los ojos enrojecidos de tanto llorar y el llanto se ahogaba entre fuertes abrazos y palmadas en la espalda.

Este domingo, 20 de octubre, la casa del exconcejal del municipio Sucre, Edmundo “Pipo” Rada, en la Vuelta El Beso, del Barrio La Unión de Petare, acogió a sus desconsolados familiares, amigos y conocidos, quienes aún estaban conmocionados por el homicidio del líder social de 43 años.

“Era un trabajador incansable. Un buen amigo y excelente hijo. Pateamos todos los sectores de Petare. Un buen padre”, comentaba Coralia García, mientras el sollozo interrumpía sus palabras.

García, residente de Mariche, conocía al exconcejal de jornadas de trabajo en Petare. Se llevaba las manos a la cara y lloraba. “Era arriesgado y valiente”, alcanzó a decir.

Los gritos de “Pipo” y “justicia” se mezclaban con la salsa a todo volumen. Las botellas de alcohol pasaban de mano en mano, para quienes con sorbos trataban de calmar el duelo. También resonaban el acelerón de las motos y las ruidosas cornetas de vehículos, en señal de protesta por esta muerte. 

Desde las platabandas y ventanas de las casas del barrio se asomaban caras curiosas para acompañar con la mirada el acto fúnebre. Banderas de Voluntad Popular, partido al que perteneció Rada, ondeaban desde lo alto de las casas y un enorme pendón con el rostro de “Pipo” guindaba en el medio de la calle.

Pasadas las 10:30 am, el ataúd de Rada salió cubierto por una Bandera Nacional, llena de escritos. Lo cargaban sus familiares y compañeros de Voluntad Popular, encabezados por el presidente encargado, Juan Guaidó.

La multitud llevó los restos del exconcejal hasta una camioneta blanca, con una foto de “Pipo” pegada atrás, para trasladarlo al Cementerio del Este, en La Güairita, donde fue enterrado. Al ingresar el ataúd al vehículo, entonaron las notas del Himno Nacional.

El cuerpo de “Pipo” fue encontrado el 17 de octubre, en el sector Las Marías de Guaicoco, en el municipio Sucre, carbonizado y con dos disparos en la nuca. El también jefe del Parlamento insistió en que la responsabilidad es del gobierno chavista de Nicolás Maduro.

Capilla

Decenas de coronas de flores acompañaron la capilla donde velaron a Rada en este camposanto. En la superficie del ataúd yacían un guante y bate de béisbol, una gorra naranja de su partido, una cruz cristiana y también una foto de “Pipo”.

Una bandera de Venezuela junto a otra de Voluntad Popular se ubicaban atrás del ataúd, por donde caminaban los afectos al exoncejal. Luego de bordear el ataúd para el último adiós, ofrecían un abrazo y un beso a la madre de Rada, quien estaba sentada junto al cuerpo, desconsolada.

Las personas que asistieron en caravana al Cementerio del Este, se organizaban para ingresar a la capilla. Entre empujones, iban y venían, unos con vasitos de café y otros aún llorando. 

El hermano del exconcejal, Tadeo Rada, entraba y salía de la capilla para ayudar a organizar a los asistentes. Primero se despidieron los familiares junto a los compañeros de partido. Luego ingresó el resto de las personas, con una última dedicatoria al líder petareño.