“Esto es peor que cualquier precedente histórico en la región. Mucha gente, con ligereza, lo califica como ‘fujimorazo‘, pero, sin entrar a justificar lo ocurrido en Perú, eso estaba juramentado en el pretexto de rescatar al país del caso. En la situación venezolana ni siquiera eso existe”, aseguró el dirigente opositor, Jesús “Chúo” Torrealba.

Habla de la sentencia 156 de la Sala Constitucional, correspondiente al expediente 17-0325 que dice, en su punto 4.4, que ese mismo ente “garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta Sala o por el órgano que ella disponga, para velar por el Estado de Derecho”. 

La sentencia, emitida cerca de la medianoche de este miércoles, 29 de marzo, fue calificada como “totalmente repudiable” por Torrealba. “Lo que se evidencia es la intención de sumergir al país en un caos cada vez más profundo. Que se establezca un pretexto, una coartada para decretar un estado de conmoción interna que facilite al Gobierno el no convocar elecciones. Ni las que ya se han debido producir ni las que deben convocarse a futuro”.

Según expresó Torrealba, la sentencia contraviene la Constitución del país. “Recordemos que la Sala Constitucional es su máximo intérprete. Está para interpretarla, no reescribirla”.

“Cuando se promueve a través de una interpretación retorcida el que un poder suplante, anule e ignore a otro, estamos vulnerando la estructura de la república. De acuerdo al diseño de nuestra Carta Magna es un conjunto de poderes autónomos que se controlan mutuamente, para que operen en beneficio del ciudadano”.

Bajo su criterio la mejor forma de hacer frente a esta situación es con una respuesta consensual desde la Unidad, porque, aunque esto “trasciende mucho el mero hecho de la mera responsabilidad de vocería de la dirigencia política”, debe haber una respuesta desde el liderazgo opositor. “Una estrategia que permita ubicar cuáles son los próximos pasos, cómo se construye el escenario electoral que le dé salida a esta crisis y cómo se logran las garantías para todos los actores, a los efectos de que esto sea posible en paz”.

Sin embargo, hizo énfasis en que esta protesta, además de contundente, debe ser pacífica para que no sea aprovechada por el Gobierno “como una generación de caos” que viene provocando con una serie de conflictos que fueron o generados o pudieron ser evitados (como la situación de los Claps, las panaderías y la zozobra que se vivió la semana pasada con la gasolina). “Hay diversas situaciones en las que el Gobierno podía resolver los problemas y no los hizo”.

Aseguró también que estas medidas demuestran que el Gobierno no tiene sustento, ni interno ni externo, lo que pone al país en unas condiciones difíciles pero en las que es posible que se salga en paz.

Sobre el impacto internacional de esta decisión, dijo que generaría, en conjunto con la del martes 28 que condiciona la inmunidad parlamentaria de los diputados, una reacción prácticamente instantánea “de encender las alarmas en todo el mundo”, puesto que todas las democracias tienen parlamento con la institución de la inmunidad. “Ya no se trata de una exuberancia tropical, es una agresión a una institución fundamental en el planeta”.

“Aquí el Gobierno, para intentar darle una vuelta de tuerca al amedrentamiento y presión interna, en realidad se está infiriendo un autogol descomunal en escala planetaria”, culminó Torrealba.

</div>