Gilber Caro, diputado de la Asamblea Nacional, pidió a la comunidad internacional brindar apoyo a la jueza militar Luz Mariela Santafé Acevedo. Ella fue quien llevó el caso de su detención arbitraria en 2017 hasta su liberación.
“La jueza me envió un mensaje de texto privado para pedirme disculpas a mi y a toda Venezuela por los encarcelamientos injustos (…) y tomamos la decisión de perdonar; las personas que fuimos víctimas del 11 de enero del 2017, quienes vimos de cerca de injusticia un tribunal militar, perdonamos a la jueza”, dijo este 3 de octubre durante una rueda de prensa.
Estas declaraciones ocurren después de conocerse que la jueza militar, mayor del Ejército Santafé Acevedo, migró a Colombia con toda su familia. Allí solicitó refugio, debido a supuestos riesgos de su integridad física y salud mental.
“Sólo le dije: abrace a sus hijos, usted tiene ese derecho. Yo no pude hacerlo durante mucho tiempo. Pedimos que internacionalmente le muestren el apoyo a esta persona”, agregó el diputado y expreso político.
Caro hizo un llamado a los ciudadanos a recordar que “se debe reconstruir un país sin odios ni resentimientos”. “Nuestro mensaje va directamente a aquellos que necesitan dormir tranquilos y en paz. A aquellos a los que están haciendo injusticias”, dijo.
El 11 de enero de 2017 el diputado fue aprehendido en el estado Carabobo cuando se trasladaba en un vehículo supuestamente con un FAL calibre 72.6, cuatro barras de C4 y un cargador del mencionado fusil con 20 cartuchos sin percutir.
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Después de cinco meses, Caro fue presentado ante un tribunal militar donde fue imputado por traición a la patria y sustracción de efectos de la Fuerza Armada Nacional Bolivarina (Fanb).
Durante su reclusión vivió con escasez de agua y alimentos; así como entre insectos, aislamiento y oscuridad. Después de 507 días, fue liberado por un acuerdo de la Asamblea Nacional Constituyente el 2 de junio de 2018.
Las secuelas de su detención arbitraria fue un desmejoramiento de su salud, sufrió además de amibiasis y problemas gastrointestinales.
“Nos dimos cuenta que tenía que recibir una orden para cualquier cosa que se dijera. Ella ordenaba el traslado de Gilber Caro, pero nunca le recibieron las boletas de traslado. Él siempre le decía que oraba para mitigar el odio de sus opresores y que ella iba a estar en el lugar donde estaba él. Sabemos que ella fue sometida a muchas presiones”, manifestó Theresly Malavé, abogada defensora del parlamentario.
El arrepentimiento
El martes 2 de febrero, la jueza militar dio una entrevista al medio extranjero El Venezolano TV. Allí dijo que ella debía cumplir órdenes, sino estaba en riesgo su integridad.
“Gilber Caro me entendió, ya que él en muchas ocasiones que fue trasladado describió todo lo que vivió y yo estaba consciente de que realmente, gracias a Dios, se lograría la libertad; pero él estuvo un año aislado, me pedían un traslado y yo lo acordaba, pero nunca se daba. Lamentablemente siempre fue trasladado a varias cárceles sin autorización de tribunal (…) Yo ahí decidí pedirle disculpas porque no estaba de acuerdo”, dijo.
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