La correlación de fuerzas dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) cambió. La destitución de Dilma Rouseff como jefa de Estado en Brasil y la elección de Pedro Pablo Kuczynski –crítico del Gobierno venezolano-, como nuevo presidente de Perú, así como el ascenso a la Casa Blanca de Donald Trump en Estados Unidos, modificaron el tablero de relaciones políticas en la región e inclinan la balanza en favor de la activación de la Carta Democrática, a juicio de la internacionalista y doctora en ciencias políticas, Elsa Cardozo.

“No solo ha cambiado el mapa político en la región, también ha cambiado la capacidad venezolana para seguir manteniendo acuerdos en el marco de Petrocaribe, lo que disminuye su capacidad de persuasión y de disuasión sobre los países del Caribe. La pérdida de institucionalidad y la erosión del Estado de Derecho hace que Venezuela se perciba como un país exportador de caos, un país en diáspora, y ahora se suman las denuncias de narcotráfico (vinculadas al Vicepresidente de la República)”, afirmó la especialista.

Los mandatarios Mauricio Macri y Juan Manuel Santos, de Argentina y Colombia respectivamente, tampoco guardaron silencio y expresaron su “preocupación” por el caso venezolano.

En opinión de Cardozo, el escenario es distinto al de junio de 2016 cuando los expertos ponían en duda que Venezuela lograra la mayoría simple (18 votos) en la plenaria, como le ocurrió a Colombia, que se quedó a un voto de alcanzar los 18 necesarios para que se convocara una reunión de cancilleres de los 34 países para tratar la crisis fronteriza con su vecino del este, por el agravamiento de la situación social y económica.

Pero destaca que, más allá de cualquier cálculo de votos, “la actualización del informe revela que las gestiones diplomáticas para el diálogo se agotaron”.

“Creo que no habría dificultad de lograr la mayoría simple de los 18 votos y la convocatoria de una asamblea para tratar el caso de Venezuela se logra con esos votos. Lo que veo complejo es la mayoría calificada de las 2/3 partes de los integrantes”, manifestó.

La mayoría calificada de 2/3 partes (24 votos) es necesaria para que se aplique la Carta Democrática con las sanciones que determinen los países. La suspensión de Venezuela en el organismo es la sanción que propone Luis Almagro si el Gobierno venezolano no convoca elecciones.

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Sin embargo, Cardozo señaló que la intención tras esta iniciativa no es la exclusión del país suramericano de la OEA, sino la presión para que se convoque a comicios.

“Almagro busca crear un consenso hemisférico, que América Latina sea un solo coro para que presione al Gobierno venezolano a cumplir con la Constitución”, afirmó.

No obstante, desde el sector oficial se acusa al funcionario de intervencionista. La canciller Delcy Rodríguez reaccionó y tildó a Almagro de “enemigo de la República” y de malhechor. Opinión que no comparte la profesora universitaria: “Lo que se está proponiendo no es una intervención sino un apoyo de la autodeterminación democrática”.

Aislamiento y bloqueo

Cardozo indicó que la implicación de la suspensión de Venezuela de la OEA es más política que económica. “Si los países aprueban la aplicación de la Carta Democrática sería una prueba del estado lamentable de la democracia en Venezuela, que tiene implicaciones en pérdida de confianza, en pérdida de credibilidad para conseguir crédito internacional, en aislamiento”.

Aunque aclaró que el aislamiento y bloqueo de la asistencia humanitaria internacional “es actualmente impuesto por el propio Gobierno”.

Foto: politikaucab.com

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