La acción de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y presidente (e) de Venezuela, de designar a once representantes diplomáticos en la sesión parlamentaria de este 29 de enero eleva la “presión moral y política” contra el gobernante Nicolás Maduro, a juicio de expertos consultados.
“Estos representantes van a asumir un rol eminentemente político, no pueden tener funciones económicas, no tienen sueldo, ni personal ni oficina. Fueron designados para atender el proceso de transición y refuerzan el mensaje de desconocimiento internacional contra Nicolás Maduro”, explica el internacionalista Félix Arellano.
Para el doctor en ciencias sociales, Luis Daniel Álvarez, las designaciones “forman parte de los mecanismos de presión para que se inicie un proceso de negociación que produzca un reacomodo internacional; para que Maduro deje el poder y pasemos a un gobierno de transición”.
Estos son los representantes diplomáticos designados por la Asamblea Nacional:
1. Argentina: Elisa Trotta Gamus
2. Canadá: Orlando Viera Blanco
3. Chile: Guarequena Gutiérrez
4. Colombia: Humberto Calderón Berti
5. Costa Rica: María Faría
6. Ecuador: René De Sola Quintero
7. Estados Unidos: Carlos Vecchio
8. Honduras: Claudio Sandoval
9. Panamá: Fabiola Zavarce
10. Perú: Carlos Scull
11. Representante en el Grupo de Lima: Julio Borges.
Pero ¿cuál es el impacto de estos nombramientos?
“Las consecuencias para Maduro dependerán del discurso coherente y coordinado que tengan estos representantes. Estas personas van a canalizar todas las demandas, serán los que sirvan de enlace para comunicar las instrucciones de la Asamblea Nacional, por eso se requiere un discurso unificado”, señala Luis Daniel Álvarez.
No obstante, agrega que estos nombramientos se hicieron sin cumplir el protocolo regular, según el cual el Presidente de la República hace las postulaciones, las personas propuestas son evaluadas por la comisión de política exterior de la Asamblea Nacional que luego las vota en cámara.
Félix Arellano destaca que la importancia de estos enviados especiales es que “serán la voz de protesta del gobierno interino (de Juan Guaidó) en el mundo”.
“Ellos van a asistir a reuniones con los partidos políticos de esas democracias donde están siendo acreditados; van a ir al Congreso; a la Cancillería. Tendrán reuniones con los presidentes y eso es una presión moral y política constante que va a tener un enorme efecto si los medios de comunicación de estos países lo visibilizan”, afirma.
Sobre el protocolo de designación advierte que la crisis política es inédita. “No los queremos llamar diplomáticos porque no cumplen con la Convención de Viena, ok, pero representan a un gobierno interino, su rol es eminentemente político”, sostiene.
¿Existe en el mundo algún antecedente de gobierno paralelo?
Los analistas coinciden en que solo en países en guerra se instalaron gobiernos en el exilio.
“Durante la Segunda Guerra Mundial hubo gobiernos en el exilio. En España, en plena guerra civil (1936) hubo dos gobiernos”, explica Arellano.
“Más que un gobierno paralelo se tiene que dar la presión para que cese la usurpación. Guaidó realmente no tiene capacidad real para gobernar: no pude nombrar gabinete, no tiene un lugar donde despachar, no tiene la estructura de Estado que es la que está usurpada por Maduro y su entorno”, agrega Luis Daniel Álvarez.
El primer acto “gubernamental” de la Asamblea Nacional fue el pasado 22 de enero con la elección del abogado Gustavo Tarre Briceño como “representante especial” ante la Organización de Estados Americanos (OEA). A partir de ese momento el Parlamento inició la transferencia de las atribuciones del Poder Ejecutivo en una acción inédita en Venezuela.