La primera pista la dio el diputado Julio Borges. “Sin soltar prenda” el jefe de la fracción parlamentaria de la MUD anunció que el proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional sería aprobado “en las próximas horas”.
Una Lilian Tintori, completamente vestida de blanco, entraba al hemiciclo dos horas después sin contestar preguntas.
Aunque el orden del día solo contemplaba un primer y único punto que estaría dedicado al discurso del Papa, los diputados del oficialismo confirmarían lo que ocurriría más tarde en la sesión al encontrar una pequeña chapa con la estampa “Amnistía es reconciliación” sobre sus escaños.
A las 2:30 pm comenzó, puntual, la sesión y, antes de iniciar el debate, la Mesa de la Unidad Democrática incorporó dos puntos “sorpresa”: la segunda discusión de la Ley de Amnistía y el primer debate de la Reforma Parcial de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.
En menos de diez minutos, los diputados Víctor Clark y Héctor Rodríguez subieron a la tribuna y le reclamaron a la directiva que “violaba el Reglamento” mientras la diputada Delsa Solórzano destacaba la palabra “reconciliación” en el título de la norma y justificaba su aprobación asegurando que se había hecho una amplia consulta pública.
“¡Piratas!”, gritaban los diputados chavistas. “Esta derecha reaccionaria que vive llorando cuando el TSJ los mete por el camino de la legalidad puede aprobar ese bodrio hoy, pero esa ley no va a pasar. Es contraria a lo que representa una verdadera reconciliación. Sigan haciendo lo que les de la gana (…)”, sentenció el parlamentario Pedro Carreño sin poder terminar la frase porque le cortaron el audio.
Elías Jaua emplazó directamente al presidente de la AN Henry Ramos Allup y lo llamó “director antidemocrático”. “No nos van a desaparecer ni a excluir. Señor presidente, rectifique, hoy podrán aprobar esta ley pero la historia los condenará”, dijo.
Héctor Rodríguez, jefe del bloque chavista, acusó a la directiva de no querer concederle el derecho de palabra y aseguró que “la línea radical se impuso por orden del imperio norteamericano” y Víctor Clark le pidió disculpas al Papa Francisco por “el irrespeto de la bancada de la derecha que lo utilizó en el orden del día”.
En este maratónico debate, que se extendió durante siete horas para tratar el punto de la Amnistía, todos los diputados oficialistas presentes en el hemiciclo intervinieron para contradecir artículo por artículo.
Lilian Tintori, Patricia Gutiérrez, esposa del exalcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos; y Eveling Trejo, esposa del exgobernador del Zulia Manuel Rosales, sostuvieron pancartas con el mensaje “Amnistía es el cambio” que agitaron desde uno de los balcones durante el debate.
La diputada transexual Tamara Adrián hizo uso de su derecho de palabra por primera vez para desmentir que la Ley conceda perdón a narcotraficantes y homicidas y Juan Guaidó llamó “mentiroso” a Darío Vivas, quien tildó de “asesino” a Leopoldo López. “Ni la misma Fiscalía que ustedes controlan le imputó ese delito a Leopoldo López”, expresó. A lo que Vivas respondió a modo de burla “un muchacho tan joven y la tiene agarrada conmigo; se le cayó el plumero”.
Una cadena nacional cortó la transmisión desde la AN durante unos minutos. En el acto de firma del contrato único para los trabajadores de la educación, el presidente de la República, Nicolás Maduro, dejó claro que no aceptará la ley. “Tengan la seguridad que esa ley por aquí no pasa, caballero. Leyes para amparar terroristas y criminales no pasarán hagan lo que hagan”, dijo.
El mandatario también se mostró sorprendido. “Me metieron un fast track de un día para otro y me metieron una ley para proteger asesinos”.
El diputado del Psuv, Edwin Rojas, advirtió que no sería aprobada “ni en la corte celestial”. Pero la bancada de la MUD votó “sí” pasadas las 10:00 de la noche.
“¡Libertad, libertad, libertad!”, gritaron las barras que acompañaban a Tintori y a los familiares de los presos políticos. Hasta cohetones se escucharon en algunas urbanizaciones de Caracas.
La sesión se alargó con la primera discusión de la Reforma de Ley del Tribunal Supremo de Justicia hasta las 11:00 de la noche. El diputado Luis Florido (MUD) la presentó y afirmó que buscaban blindar la promulgación de las leyes.
Pero el diputado Juan Marín (Psuv) dijo que en los cinco artículos que la conforman “hay como 100 violaciones a la Constitución”.
Esta reforma incrementaría el número de magistrados de la Sala Constitucional de 7 a 15, aspecto que defendió el diputado y constitucionalista Juan Miguel Matheus porque “no se trata de obtener cuotas de poder, sino de agilizar la justicia y defender la Constitución”. La bancada opositora también la aprobó y fue remitida a la comisión de política interior para su evaluación.
La sesión “santa” de la AN cerró dejando por fuera el discurso del Papa que había sido el punto inicial de la convocatoria.