Altos funcionarios llegaron en camionetas de lujo.

La junta directiva de la Asamblea Nacional fue citada por la recién instalada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en una carta oficial que hizo llegar la presidenta de dicha instancia, Delcy Rodríguez, el 17 de agosto.

El Poder Legislativo es el único de los cinco poderes del Estado que no se ha subordinado a la ANC.

Los constituyentes llegaron al Palacio Legislativo a las 10:00 de la mañana en ocho autobuses Yutong escoltados por funcionarios motorizados de la Policía Nacional Bolivariana.

Algunos levantaron la mano con el puño cerrado, como hacía su líder Hugo Chávez, dentro de los vehículos. Luego fueron acompañados por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana a su ingreso.

Mientras se instalaban en el histórico recinto, sede del Poder Legislativo, los diputados de la AN publicaron una carta abierta en la confirman que no asistirán ni se subordinarán ante la ANC.

“La fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente es un poder de facto, expresión de la naturaleza hegemónica que pretende perpetuar a Nicolás Maduro Moros en el poder. No es una auténtica asamblea constituyente. Es una mentira constituyente, una estructura de dominación nacida al margen de la Constitución de 1999 y de espaldas al pueblo. Fue convocada sin un referéndum popular, destruyó la universalidad del derecho al voto, fue pobremente avalada por dos millones de venezolanos, tiñó de sangre la conciencia del país y ha sido desconocida por el pueblo mayoritario de Venezuela, por la comunidad internacional y por la Asamblea Nacional. Por eso, reiteramos que desconocemos la fraudulenta asamblea nacional constituyente, sus mandatos y todos los actos emanados de la misma: ¡la única Constitución que encarna la justicia del pueblo de Venezuela es la de 1999!”

“(…) no compareceremos ante la mentira constituyente. No estamos obligados a hacerlo. En cambio, tenemos el deber de permanecer del lado de la Constitución de 1999 y de los más de catorce millones de electores que nos convirtieron en legítimos representantes de la soberanía popular. El sufrimiento durante estos años ha sido profundo, especialmente en los últimos meses. Pobreza, despedidas por migración, muerte, violencia, torturas y asesinatos. Son tragedias conexas que conmueven y reafirman el sentido de nuestra lucha. En nuestro futuro de libertad recordaremos con orgullo las luchas que hoy nos unen y que serán cimiento para la democracia que construiremos juntos. Hoy podemos repetir con grandeza de alma las palabras que Andrés Eloy Blanco, quien conociendo lo más profundo de nuestro ser, pudo gritar en honor al alma criolla: “no hay en la tierra un pueblo de mayor resistencia ni más bueno que el mío”, reza el comunicado.

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