El referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, anunciado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a comienzos de marzo como un mecanismo para generar un “cambio constitucional” de Gobierno, no deja de generar interrogantes entre los venezolanos.
Cuando a menos de una semana de la recolección del 20% de manifestaciones de voluntad (26, 27 y 28 de octubre), varios tribunales penales ordenaron la anulación del proceso refrendario, el Consejo Nacional Electoral decidió cuatro horas después acatar las sentencias, se “paralizó” el proceso refrendario.
Pero, ¿en qué lugar queda el referendo revocatorio en todo este conflicto?
Luis Lander, presidente del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), explicó a Efecto Cocuyo que el mecanismo refrendario se encuentra en malas condiciones. “Si el revocatorio marcha o no marcha, dependerá de la presión que ejerza la sociedad para exigir su realización”.
“Claramente hemos visto cómo las instituciones del Estado, en lugar de actuar apegados al marco de la Constitución, lo hacen con una clara parcialidad política”, sentenció el experto electoral.
En este contexto dio comienzo un proceso de diálogo entre la oposición y el Gobierno nacional, en el cual se fijaron cuatro mesas de trabajo dirigidas a fomentar acuerdos en el respeto al estado de derecho, la justicia, la discusión de un nuevo cronograma electoral y la situación económica-social.
Dos semanas después de iniciado el diálogo, la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificó la sentencia contra el RR en la noche del 10 de noviembre, cuando declaró inadmisible el amparo interpuesto por el abogado Julio Alejandro Pérez Graterol, en el cual solicitaba reanudar la recolección del 20% de firmas para la activación del mecanismo constitucional.
Horas después, en la mañana de este viernes 11 de noviembre, Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda, aseguró que el revocatorio “no está muerto”.
El abogado constitucionalista Pedro Alfonso Del Pino, por su parte, indicó que el problema con el revocatorio no es lo jurídico, sino la falta de voluntad política del CNE para realizarlo. “El problema es que, en este momento, la Constitución perdió vigencia en Venezuela, y las decisiones se toman de acuerdo a los esquemas que tenga previsto el presidente Nicolás Maduro“.
Explicó que los lapsos establecidos para hacer el referendo ya empiezan a lucir cortos. “Si no se realiza antes del 10 de enero” no habrá desenlace electoral para cambiar al Presidente por esta vía.
Si el Jefe de Estado es revocado durante los primeros cuatro años del período constitucional (vence el 10 de enero), se procederá a una nueva elección dentro de los 30 días siguientes a la destitución. Si, por el contrario, es destituido posterior al 10 de enero, el Vicepresidente de la República asumirá el resto del período presidencial, hasta el 2019.
“El Gobierno dialoga por presión. Si no se siente presionado, el diálogo será un parapeto”, concluyó el abogado.
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