Siete claves de Margarita López Maya sobre la crisis política en Venezuela
López-Maya-crisis-politica-venezuela-conlaluz-efe-7-octubre (Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez Credit: Efe | Miguel Gutiérrez

Estamos terminando el 2021 y un breve recuento nos dice que, por medio de un golpe de Estado no se logró el cambio político, tampoco lo hizo posible la abstención del 2005, mucho menos la operación Gedeón del 2020, ni la abstención del 2017 en las elecciones regionales, ni se ha estado cerca por sufrir la trágica crisis económica actual y ni hablar de la esterilidad del «Cucutazo» del 2019, por lo tanto, parece que es tiempo de volver a la política. Pero ¿qué implica esto?

Siendo muy lacónico, básicamente esto sería apostar por rearmar las capacidades organizativas; elevar los costos al régimen autoritario; unificar la estrategia opositora en serio; trabajar en la conformación de una continua movilización social no violenta; crear una coordinación que una a todas las fuerzas que adversan a Maduro & Cía (un arco que vaya desde las organizaciones de la sociedad civil hasta la academia); y, por cierto, generar expectativas moderadas y razonables (cero promesas del paraíso en 24 horas).

Volver a la política es lo que nos va a permitir enlazar a todos factores opositores al régimen autoritario de Nicolás Maduro. Evidentemente, hacer política en Venezuela es una función pública de altísimo riesgo, pero solo agrupándose y evitando la actual dispersión estratégica, es la alternativa más efectiva para contrarrestar todos los desmanes arbitrarios del oficialismo. En simple, solo bajo una unidad sólida y reorganizando las fuerzas opositoras, es que tenemos posibilidades de desplazar a Maduro del poder.

Si no volvemos a ello, crecerá esa mayoría del país que no le sabe a nada las disputas políticas (de hecho, en torno al 60% se abstuvo en las últimas elecciones) y seguirá intentando resolver su día a día -en medio de las adversidades infinitas- y, además, preferirán colgarles el teléfono a los políticos e intentar encontrar alguna oportunidad para generar ingresos en dólares/euros/pesos colombianos, o buscar formas de evadir todos los riesgos que involucra el emprendimiento nacional. Y, bajo este escenario, solo hay un ganador: la consolidación en el poder de Maduro & Cía.

En pocas palabras, creo que llegó la hora de avanzar sin radicalismos y entender que debemos romper con esas viejas costumbres de cultivar líderes mesiánicos, de tal manera que podamos constituir un gran liderazgo colectivo porque, definitivamente, esos personajes que hoy están destruyendo a nuestro país, no son invencibles si hay coordinación y estrategia unitaria. Volvamos a la política para terminar con esta parálisis institucional y, finalmente, se pueda impulsar una recuperación económica sostenida que brinde oportunidades sin distinción y reduzca los índices de pobreza.

En resumen, pues sí, todo pasa por aquí, volvamos a la ruta larga de la política o, de lo contrario, ajustémonos los cinturones para sufrir 20 años de la profundización de los males o, mejor dicho, sobrevivir en la insoportable realidad.

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Economista con un Magister en Políticas Públicas. Colaborador de varios medios nacionales.