La capacidad de relacionarse con la música y comprenderla abarca a casi todas las sociedades alrededor del mundo. Aunque otras especies también muestran comportamientos musicales como las aves, ballenas o los chimpancés, la cognición musical en los humanos parece que tuvo una evolución distinta dentro del reino animal. El canto tiene una firma neuronal distinta en comparación con el habla o la música instrumental. Ahora en un nuevo estudio publicado en Current Biology, los investigadores dicen que han encontrado grupos particulares de neuronas que parecen responder selectivamente, al sonido del canto.
Ciertamente, echar un vistazo al cerebro no es tarea fácil. Las imágenes de resonancia magnética funcional o fMRI miden las mínimas variaciones que ocurren en el flujo sanguíneo en una parte activa del cerebro, estas han sido por mucho tiempo los caballos de batalla utilizados en la neurociencia cognitiva humana, pero es poco preciso.
Para obtener una imagen más detallada de lo que sucede en el cerebro cuando las personas escuchan sonidos, los investigadores utilizaron una técnica llamada electrocorticografía (ECoG), en la que se colocan electrodos dentro del cráneo para registrar la actividad eléctrica del cerebro. El tipo de datos recopilados es mucho más preciso que el de otras técnicas para medir la actividad cerebral, como en la electroencefalografía, lo que proporciona mejor información sobre la actividad de las neuronas.
El equipo de científicos registró desde el 2015 la actividad eléctrica en pacientes con epilepsia, a quienes se les expuso a 165 sonidos diferentes, que incluían la vibración de un teléfono móvil, el vertido de líquidos, la interpretación de piezas de música instrumental (sin vocalización), conversaciones y ladridos de perros. Posteriormente, los datos de actividad eléctrica recopilados fueron procesados usando un algoritmo matemático y correlacionaron estos resultados con la información obtenida del escáner cerebral fMRI. “Esta forma de combinar ECoG y fMRI es un avance metodológico significativo”, dijo Josh McDermott, neurocientífico cognitivo y coautor del artículo.
Los resultados confirmaron hallazgos previos de resonancias magnéticas funcionales donde algunas neuronas solo responden al habla o a la música. También revelaron poblaciones de neuronas que parecen reconocer selectivamente el sonido del canto, mostrando respuestas muy débiles a otros tipos de música o únicamente al habla. El artículo científico revela que estas neuronas específicas de la canción parecen estar ubicadas en la circunvolución temporal superior, cerca de áreas previamente identificadas como las zonas que responden a la música o al habla. La voz cantada es el único instrumento musical con el que casi todo el mundo nace, por lo que podría esperarse que se tuviera una relación bastante diferente con el canto humano, en relación con otros tipos de música.
Los autores reportan que las neuronas selectivas de canciones no fueron detectadas en trabajos previos utilizando solo resonancias magnéticas funcionales, ya que no tienen la resolución necesaria para realizar estas medidas. “Nuestro estudio presenta un primer paso para responder a estas preguntas de vieja data”, escriben los autores. Los investigadores agregaron que ahora se está trabajando para comprender de qué se trata el canto y cómo responden estas áreas del cerebro, si viene definido por el tono y timbre de voz, las melodías o ritmos, mientras que también esperan explorar cómo surgió tal selectividad durante el desarrollo evolutivo de la humanidad.
En el artículo, los especialistas especulan sobre las características del canto que lo convierten en una categoría distinta, necesitando su propia firma neurodinámica, distinguiéndose de un discurso o de la música instrumental. Se sabe que existen algunas diferencias significativas entre las partes del cerebro que controlan el habla y aquellas que rigen el canto, por lo que es muy interesante que algunas de estas distinciones también se manifiesten al escuchar las canciones.
La investigación da a los neurocientíficos una mejor idea de cómo el cerebro interpreta los matices de la música. Y aunque quedan preguntas relacionadas con el surgimiento de la “música neuronal” y la selectividad de las canciones a lo largo del desarrollo evolutivo de la especie, este es un primer paso para su comprensión. Una posible respuesta sería que tener neuronas especializadas ayuda al oyente a concentrarse en ciertos sonidos en entornos ruidosos. Por ejemplo, si está escuchando a su cantante favorito en un concierto, podría resultarle más fácil ignorar una conversación en voz alta que ocurra detrás de usted, al activar selectivamente una parte diferente de su cerebro.
Quizás, la especie humana comenzó a cantar para comunicarse con otros, advertir sobre algún peligro inminente o para atraer a las hembras de la especie. Sea como fuere, el canto continua siendo un canal de comunicación que genera emociones.
***
Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
Del mismo autor: Un futuro alentador en la lucha contra el cáncer y el VIH
La democracia es el régimen de gobierno que más garantiza el ejercicio pleno de los derechos humanos. Aunque, evidentemente, la historia se ha encargado de mostrarnos sus fallas, carencias y desviaciones, que en no pocas oportunidades han causado cansancio por parte de poblaciones enteras. Todo esto no significa que no sea perfectible y en el […]
El poder de las mujeres crece cada vez más en todo el mundo, aún en países donde a ellas se les prohíbe mostrar la cara. La presión de las mujeres identificadas como feministas ha logrado, con el apoyo de algunos hombres, aprobar leyes a su favor, alcanzar puestos destacados en el gobierno, aumentar el número […]
En el artículo anterior mencionábamos que a pesar de la difícil situación económica de Venezuela, la gradual dolarización de los salarios, el trabajo informal y la resiliente capacidad de rebusque de la población han aumentado la capacidad adquisitiva de la población. El impacto de las sanciones de Estados Unidos en Venezuela ha sido objeto de […]
Es importante poner de relieve los dilemas a los cuales nos enfrentamos en una eventual democratización, tras la resaca propinada por el pasado reciente y por la dura realidad que nos arropa en consecuencia. La autocratización en Venezuela si bien tomó un ritmo más sosegado comparado con el ritmo de otros países en la reciente […]
La capacidad de relacionarse con la música y comprenderla abarca a casi todas las sociedades alrededor del mundo. Aunque otras especies también muestran comportamientos musicales como las aves, ballenas o los chimpancés, la cognición musical en los humanos parece que tuvo una evolución distinta dentro del reino animal. El canto tiene una firma neuronal distinta en comparación con el habla o la música instrumental. Ahora en un nuevo estudio publicado en Current Biology, los investigadores dicen que han encontrado grupos particulares de neuronas que parecen responder selectivamente, al sonido del canto.
Ciertamente, echar un vistazo al cerebro no es tarea fácil. Las imágenes de resonancia magnética funcional o fMRI miden las mínimas variaciones que ocurren en el flujo sanguíneo en una parte activa del cerebro, estas han sido por mucho tiempo los caballos de batalla utilizados en la neurociencia cognitiva humana, pero es poco preciso.
Para obtener una imagen más detallada de lo que sucede en el cerebro cuando las personas escuchan sonidos, los investigadores utilizaron una técnica llamada electrocorticografía (ECoG), en la que se colocan electrodos dentro del cráneo para registrar la actividad eléctrica del cerebro. El tipo de datos recopilados es mucho más preciso que el de otras técnicas para medir la actividad cerebral, como en la electroencefalografía, lo que proporciona mejor información sobre la actividad de las neuronas.
El equipo de científicos registró desde el 2015 la actividad eléctrica en pacientes con epilepsia, a quienes se les expuso a 165 sonidos diferentes, que incluían la vibración de un teléfono móvil, el vertido de líquidos, la interpretación de piezas de música instrumental (sin vocalización), conversaciones y ladridos de perros. Posteriormente, los datos de actividad eléctrica recopilados fueron procesados usando un algoritmo matemático y correlacionaron estos resultados con la información obtenida del escáner cerebral fMRI. “Esta forma de combinar ECoG y fMRI es un avance metodológico significativo”, dijo Josh McDermott, neurocientífico cognitivo y coautor del artículo.
Los resultados confirmaron hallazgos previos de resonancias magnéticas funcionales donde algunas neuronas solo responden al habla o a la música. También revelaron poblaciones de neuronas que parecen reconocer selectivamente el sonido del canto, mostrando respuestas muy débiles a otros tipos de música o únicamente al habla. El artículo científico revela que estas neuronas específicas de la canción parecen estar ubicadas en la circunvolución temporal superior, cerca de áreas previamente identificadas como las zonas que responden a la música o al habla. La voz cantada es el único instrumento musical con el que casi todo el mundo nace, por lo que podría esperarse que se tuviera una relación bastante diferente con el canto humano, en relación con otros tipos de música.
Los autores reportan que las neuronas selectivas de canciones no fueron detectadas en trabajos previos utilizando solo resonancias magnéticas funcionales, ya que no tienen la resolución necesaria para realizar estas medidas. “Nuestro estudio presenta un primer paso para responder a estas preguntas de vieja data”, escriben los autores. Los investigadores agregaron que ahora se está trabajando para comprender de qué se trata el canto y cómo responden estas áreas del cerebro, si viene definido por el tono y timbre de voz, las melodías o ritmos, mientras que también esperan explorar cómo surgió tal selectividad durante el desarrollo evolutivo de la humanidad.
En el artículo, los especialistas especulan sobre las características del canto que lo convierten en una categoría distinta, necesitando su propia firma neurodinámica, distinguiéndose de un discurso o de la música instrumental. Se sabe que existen algunas diferencias significativas entre las partes del cerebro que controlan el habla y aquellas que rigen el canto, por lo que es muy interesante que algunas de estas distinciones también se manifiesten al escuchar las canciones.
La investigación da a los neurocientíficos una mejor idea de cómo el cerebro interpreta los matices de la música. Y aunque quedan preguntas relacionadas con el surgimiento de la “música neuronal” y la selectividad de las canciones a lo largo del desarrollo evolutivo de la especie, este es un primer paso para su comprensión. Una posible respuesta sería que tener neuronas especializadas ayuda al oyente a concentrarse en ciertos sonidos en entornos ruidosos. Por ejemplo, si está escuchando a su cantante favorito en un concierto, podría resultarle más fácil ignorar una conversación en voz alta que ocurra detrás de usted, al activar selectivamente una parte diferente de su cerebro.
Quizás, la especie humana comenzó a cantar para comunicarse con otros, advertir sobre algún peligro inminente o para atraer a las hembras de la especie. Sea como fuere, el canto continua siendo un canal de comunicación que genera emociones.
***
Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
Del mismo autor: Un futuro alentador en la lucha contra el cáncer y el VIH