Un grupo internacional de científicos que exploraba las espesas nubes de gas cerca del centro de la Vía Láctea, acaba de publicar en la revista Frontiers in Astronomy and Space Sciences el descubrimiento de nitrilos, una clase de moléculas orgánicas con un grupo ciano que son bastante tóxicos. Pero, paradójicamente, también son un precursor clave de moléculas esenciales para la vida, como los ácidos ribonucleicos o ARN, los cuales están formados por las nucleobases o “letras” A, U, C y G.
El haber hallado moléculas prebióticas (moléculas que están involucradas en el surgimiento de la vida) en el centro galáctico, particularmente aquellas asociadas con el ARN, tiene implicaciones clave para la comprensión de cómo podría surgir la vida en el Universo y por tanto, de cómo lo hizo aquí en la Tierra, antes de la aparición de la primera célula. Esta es la llamada hipótesis del “mundo del ARN”, que se inició con una simple molécula de ARN que pudo copiarse a sí misma sin ayuda de otras moléculas. ¡Sería el equivalente a fotocopiar un documento sin la fotocopiadora!
«La química que tiene lugar en el medio interestelar es capaz de formar de manera eficiente varios nitrilos, que son los precursores moleculares clave del mundo del ARN» escribieron los autores. Justamente, los científicos han estado muy interesados en conocer cómo surgió la vida en la Tierra, siendo un misterio aún sin resolver. Estos descubrimientos arrojarán información importante para ubicar aquellos exoplanetas que tendrían mayor probabilidad de albergar organismos vivos.
Es probable que no se obtenga evidencia directa aquí en la Tierra, pero se pueden reunir más y más pistas observando la galaxia para descubrir qué tan meritorio y probable sea este escenario. Una de las preguntas que plantea la hipótesis del mundo del ARN sobre el origen de las moléculas prebióticas, como los nitrilos es: ¿estas moléculas estaban aquí en la Tierra desde el principio, o podrían haber sido transportadas en meteoritos y asteroides desde el espacio?
Se considera que el Sistema Solar estuvo sujeto a un período de intenso bombardeo de asteroides hace unos 4.000 millones de años. Lo que podría explicar la forma en que llegaron los nitrilos y otras moléculas precursoras de nucleótidos, lípidos y aminoácidos a la Tierra. De hecho, se han encontrado moléculas prebióticas dentro de cometas, meteoritos y asteroides que rondan el Sistema Solar en la actualidad. ¿Y cómo los obtienen los meteoros, cometas y asteroides? Probablemente de las frías nebulosas de las que nacen las estrellas. Una vez que una estrella termina de formarse, los restos de la nube continúan creando el resto del sistema, como planetas, cometas y asteroides. La nube de nacimiento del Sistema Solar desapareció hace mucho tiempo, pero el centro de la galaxia sigue lleno de estas nubes. Se llama la Zona Molecular Central, y los científicos han encontrado un montón de moléculas prebióticas dando vueltas por ahí.
Una nube en particular, llamada G+0.693-0.027, es especialmente interesante. Todavía no hay evidencia de formación de estrellas allí, pero los científicos creen que algunas estrellas se formarán en el futuro. «El contenido químico de G+0,693-0,027 es similar al de otras regiones de formación de estrellas de la galaxia y también de otros astros celestes del Sistema Solar, como los cometas» indicaron los autores. Lo que implica que el estudio puede brindar información importante sobre los ingredientes químicos que estaban disponibles cuando se creó el sistema solar. Es como si se abriera una ventana hacia el pasado y se pudiera contemplar el nacimiento del Sistema Solar y el inicio de la vida.
Los investigadores utilizaron dos telescopios para estudiar las señales procedentes de la nube G+0,693-0,027. Cuando ciertos elementos o moléculas químicas absorben y emiten luz, se pueden identificar qué moléculas están presentes, porque cada una tiene su propia huella. Al estudiar y analizar cuidadosamente la información obtenida de G+0.693-0.027, los investigadores identificaron una variedad de moléculas, incluidos el ácido ciánico, cianoaleno (CH2CCHCN), cianuro de propargilo (HCCCH2CN), cianopropino, cianoformaldehído y glicolonitrilo.
Las observaciones previas en las constelaciones de Tauro y Auriga, revelaron la presencia de estos grupos de compuestos. Lo que sugiere que se encuentran entre las familias químicas más abundantes en la Vía Láctea y que los bloques de construcción básicos para el ARN, se pueden encontrar en las nubes que dan origen a las estrellas y planetas. Pero, como siempre en la ciencia, hay más trabajo por hacer.
Hasta ahora se han detectado varios precursores simples de los ribonucleótidos, los componentes básicos del ARN. Pero todavía faltan moléculas clave que son difíciles de detectar. Por ejemplo, se sabe que el origen de la vida en la Tierra probablemente también requirió de otras moléculas como los lípidos, responsables de la formación de las primeras células. Por lo tanto, la investigación se debe centrar también en comprender cómo se forman los lípidos a partir de precursores más simples, disponibles en el medio interestelar. Esto revelaría que la vida es un fenómeno común en la Galaxia.
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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
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El haber hallado moléculas prebióticas (moléculas que están involucradas en el surgimiento de la vida) en el centro galáctico, particularmente aquellas asociadas con el ARN, tiene implicaciones clave para la comprensión de cómo podría surgir la vida en el Universo y por tanto, de cómo lo hizo aquí en la Tierra, antes de la aparición de la primera célula. Esta es la llamada hipótesis del “mundo del ARN”, que se inició con una simple molécula de ARN que pudo copiarse a sí misma sin ayuda de otras moléculas. ¡Sería el equivalente a fotocopiar un documento sin la fotocopiadora!
«La química que tiene lugar en el medio interestelar es capaz de formar de manera eficiente varios nitrilos, que son los precursores moleculares clave del mundo del ARN» escribieron los autores. Justamente, los científicos han estado muy interesados en conocer cómo surgió la vida en la Tierra, siendo un misterio aún sin resolver. Estos descubrimientos arrojarán información importante para ubicar aquellos exoplanetas que tendrían mayor probabilidad de albergar organismos vivos.
Es probable que no se obtenga evidencia directa aquí en la Tierra, pero se pueden reunir más y más pistas observando la galaxia para descubrir qué tan meritorio y probable sea este escenario. Una de las preguntas que plantea la hipótesis del mundo del ARN sobre el origen de las moléculas prebióticas, como los nitrilos es: ¿estas moléculas estaban aquí en la Tierra desde el principio, o podrían haber sido transportadas en meteoritos y asteroides desde el espacio?
Se considera que el Sistema Solar estuvo sujeto a un período de intenso bombardeo de asteroides hace unos 4.000 millones de años. Lo que podría explicar la forma en que llegaron los nitrilos y otras moléculas precursoras de nucleótidos, lípidos y aminoácidos a la Tierra. De hecho, se han encontrado moléculas prebióticas dentro de cometas, meteoritos y asteroides que rondan el Sistema Solar en la actualidad. ¿Y cómo los obtienen los meteoros, cometas y asteroides? Probablemente de las frías nebulosas de las que nacen las estrellas. Una vez que una estrella termina de formarse, los restos de la nube continúan creando el resto del sistema, como planetas, cometas y asteroides. La nube de nacimiento del Sistema Solar desapareció hace mucho tiempo, pero el centro de la galaxia sigue lleno de estas nubes. Se llama la Zona Molecular Central, y los científicos han encontrado un montón de moléculas prebióticas dando vueltas por ahí.
Una nube en particular, llamada G+0.693-0.027, es especialmente interesante. Todavía no hay evidencia de formación de estrellas allí, pero los científicos creen que algunas estrellas se formarán en el futuro. «El contenido químico de G+0,693-0,027 es similar al de otras regiones de formación de estrellas de la galaxia y también de otros astros celestes del Sistema Solar, como los cometas» indicaron los autores. Lo que implica que el estudio puede brindar información importante sobre los ingredientes químicos que estaban disponibles cuando se creó el sistema solar. Es como si se abriera una ventana hacia el pasado y se pudiera contemplar el nacimiento del Sistema Solar y el inicio de la vida.
Los investigadores utilizaron dos telescopios para estudiar las señales procedentes de la nube G+0,693-0,027. Cuando ciertos elementos o moléculas químicas absorben y emiten luz, se pueden identificar qué moléculas están presentes, porque cada una tiene su propia huella. Al estudiar y analizar cuidadosamente la información obtenida de G+0.693-0.027, los investigadores identificaron una variedad de moléculas, incluidos el ácido ciánico, cianoaleno (CH2CCHCN), cianuro de propargilo (HCCCH2CN), cianopropino, cianoformaldehído y glicolonitrilo.
Las observaciones previas en las constelaciones de Tauro y Auriga, revelaron la presencia de estos grupos de compuestos. Lo que sugiere que se encuentran entre las familias químicas más abundantes en la Vía Láctea y que los bloques de construcción básicos para el ARN, se pueden encontrar en las nubes que dan origen a las estrellas y planetas. Pero, como siempre en la ciencia, hay más trabajo por hacer.
Hasta ahora se han detectado varios precursores simples de los ribonucleótidos, los componentes básicos del ARN. Pero todavía faltan moléculas clave que son difíciles de detectar. Por ejemplo, se sabe que el origen de la vida en la Tierra probablemente también requirió de otras moléculas como los lípidos, responsables de la formación de las primeras células. Por lo tanto, la investigación se debe centrar también en comprender cómo se forman los lípidos a partir de precursores más simples, disponibles en el medio interestelar. Esto revelaría que la vida es un fenómeno común en la Galaxia.
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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
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