El conflicto político venezolano de estos tiempos está asociado a aristas y dimensiones de diversa índole. Algunas de ellas demasiado evidentes y otras, no tanto. Hemos visto como en las últimas semanas la geopolítica, la diplomacia, los contrapesos internacionales del poder y las agencias de inteligencia globales, operan abierta o encubiertamente en acciones sobre Venezuela. Tanto que es obligante preguntarse hoy en día ¿cuál es la mano que mece la cuna en este país al norte de Sudamérica? Decía William Wallace que “la mano que mece la cuna es quien gobierna” y no existe interrogante más adecuada para ejemplificar y aclarar lo que tras bastidores y en medio de grandes potes de humo se disfraza o distorsiona en la realidad política venezolana.
O lo que es lo mismo, ¿Quién gobierna? ¿Quién está ejerciendo realmente el poder en Venezuela y tiene la llave de la transición? ¿Quién está moviendo los hilos de las escaramuzas diplomáticas? ¿Quiénes tienen bloqueado o han retrasado, los potenciales cambios que puedan darse en el país? Son interrogantes necesarias en medio de una andanada de declaraciones y medidas que han exacerbado el clima de confrontación actual y que nos ofrecen muy pocas respuestas.
Dentro del chavismo hay dos hombres que tienen la bendición de la línea sucesoral del ex presidente Hugo Chávez: Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. En su última aparición pública, ambos hombres, Diosdado a la derecha y Maduro a la izquierda, se convirtieron en términos de comunicación política, en los referentes o símbolos de la transmisión del poder. Y aunque Maduro fuese el “elegido” no significa que Cabello no tenga importancia o haya sido dejado de lado. El simple hecho de haber figurado en tan importante escena lo convierte en una referencia clave dentro de los factores de poder de la denominada “revolución bolivariana”. Tanto así que vemos como la diplomacia política y militar norteamericana lo ha tenido como referente en el proceso de negociaciones abiertas y encubiertas que se desarrollan en torno a Venezuela.
Pero, cabe preguntarse entonces: ¿Es Diosdado Cabello, la mano que mece la cuna en Venezuela actualmente? ¿Tiene en sus manos, la llave de la transición? 0 mejor aún, ¿Tiene la llave del cerrojo definitivo o de la guerra y la paz? Sin duda, es demasiado poder para un solo hombre. Pero al menos, en las agencias de inteligencia y diplomáticas, se ha convertido en un referente clave. Sus apariciones mediáticas rodeado frecuentemente de militares activos, los temas que aborda en sus programas, las pistas que arroja durante cada una de sus intervenciones. Los movimientos estratégicos en los enroques ministeriales. Sus alianzas con gobernadores y alcaldes, entre otros, dan cuenta, más allá de especulaciones y datos de desinformación, que “la cuna” no es mecida por un solo hombre pero si, al menos la mitad o un poco más.
Todos los caminos conducen a “la cuna” y de eso se han dado cuenta hace rato, los más sagaces detrás de la disputa geopolítica por Venezuela. Por ello, en las últimas horas estamos viendo con más claridad cuál es el concepto de transición que se está pensando en Venezuela. Sin control de “la cuna” no habrá luz al final del túnel.
* * *
Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
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O lo que es lo mismo, ¿Quién gobierna? ¿Quién está ejerciendo realmente el poder en Venezuela y tiene la llave de la transición? ¿Quién está moviendo los hilos de las escaramuzas diplomáticas? ¿Quiénes tienen bloqueado o han retrasado, los potenciales cambios que puedan darse en el país? Son interrogantes necesarias en medio de una andanada de declaraciones y medidas que han exacerbado el clima de confrontación actual y que nos ofrecen muy pocas respuestas.
Dentro del chavismo hay dos hombres que tienen la bendición de la línea sucesoral del ex presidente Hugo Chávez: Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. En su última aparición pública, ambos hombres, Diosdado a la derecha y Maduro a la izquierda, se convirtieron en términos de comunicación política, en los referentes o símbolos de la transmisión del poder. Y aunque Maduro fuese el “elegido” no significa que Cabello no tenga importancia o haya sido dejado de lado. El simple hecho de haber figurado en tan importante escena lo convierte en una referencia clave dentro de los factores de poder de la denominada “revolución bolivariana”. Tanto así que vemos como la diplomacia política y militar norteamericana lo ha tenido como referente en el proceso de negociaciones abiertas y encubiertas que se desarrollan en torno a Venezuela.
Pero, cabe preguntarse entonces: ¿Es Diosdado Cabello, la mano que mece la cuna en Venezuela actualmente? ¿Tiene en sus manos, la llave de la transición? 0 mejor aún, ¿Tiene la llave del cerrojo definitivo o de la guerra y la paz? Sin duda, es demasiado poder para un solo hombre. Pero al menos, en las agencias de inteligencia y diplomáticas, se ha convertido en un referente clave. Sus apariciones mediáticas rodeado frecuentemente de militares activos, los temas que aborda en sus programas, las pistas que arroja durante cada una de sus intervenciones. Los movimientos estratégicos en los enroques ministeriales. Sus alianzas con gobernadores y alcaldes, entre otros, dan cuenta, más allá de especulaciones y datos de desinformación, que “la cuna” no es mecida por un solo hombre pero si, al menos la mitad o un poco más.
Todos los caminos conducen a “la cuna” y de eso se han dado cuenta hace rato, los más sagaces detrás de la disputa geopolítica por Venezuela. Por ello, en las últimas horas estamos viendo con más claridad cuál es el concepto de transición que se está pensando en Venezuela. Sin control de “la cuna” no habrá luz al final del túnel.
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