Te explico, Ernesto Villegas, porque a lo mejor con tantos años en el poder se te olvidó:
1. Tú no eres el que está manifestando, tú eres el presidente de Venezolana de Televisión, la institución a la que fueron a manifestar. Se deja hablar primero, se recibe el documento, se escuchan las peticiones, se revisa el documento y luego te pronuncias.
2. Por más que pongas a un estudiante revolucionario a tu lado y tengas a un poco de gente atenta para gritar consignas, los que están protestando son los que tienes al frente, no al revés. Deja de estar escuchando consejos de Jorge Rodríguez, la psicología inversa usada de esa forma es perversa y te hace quedar muy mal. Recuerda que tú eres el poder, y contra el poder es contra el que se protesta, no al revés.
3. Hiciste entrega a los chamos de una carpeta inmensa con la investigación que has hecho sobre las muertes en las protestas. Ernesto, es al revés, los chamos son lo que fueron a entregarte un documento a ti. Si tienes alguna queja contra tu propio gobierno, arma tu propia marcha a la Fiscalía y se la entregas a la Fiscal. No seas flojo, marcha tú hasta allá, a ver si a ti si te dejan llegar Padrino y Reverol.
Querías pegar primero, te preparaste para ello. No era el día de las bombas, ni los perdigones, ni las metras, ni las balas. Le dijiste a Maduro: «Nico, déjamelos a mí».
¿Quién iba a decir que unos carajitos de veintipico de años te darían esa lección de dignidad y de principios? Qué demoledor debe haber sido verte al espejo de cuando tú tenías esa edad y defendías lo mismo que ellos. Debe ser jodido estar ahora en el poder y convertirte en aquello que tanto adversaste.
Tenías todas las respuestas listas para atacar, pero con su valentía y pureza, Rafaela y Santiago te recordaron la maravilla de estar defendiendo la libertad y no ahora una dictadura. ¿Sabes qué te pasó? Que en el fondo los envidiaste. Tu mirada no pudo evitar dejar ver, que una parte de ti se moriría por ser ellos nuevamente.
Por eso se te cruzaron los cables y te comportas como quien protesta, sin asumir la responsabilidad y el compromiso de tener lo que siempre quisiste. Estas en el poder Ernesto, que no se te olvide. Ahora te toca usarlo con hidalguía y altura. No creciste, te quedaste con la piedra en la mano, ahora en el poder. Lo triste es que has terminado usándolo en contra de tu propia memoria.
Gracias muchachos por no dejarse amedrentar por la envidia de los que se sienten apabullados por la verdad. Inviten a Ernesto a la próxima marcha. A lo mejor oler el humo de las bombas lacrimógenas, le regrese la cordura recordando el muchacho que ya no puede ser. Mi respeto y admiración para ustedes.
La política tiene la capacidad necesaria para afianzar realidades o, por lo contrario, desarticularlas y desguazarlas. Quizás, esto fue la razón para que John Morley, reconocido escritor y político inglés, expresara que “la política es un campo en el que su praxis ocurre, principalmente, entre tumbos y desaciertos”. Advertir cómo una realidad resulta dislocada, por […]
Un artículo pionero demostró que limitar la ingesta de calorías en ratas prolonga sus vidas un 40%.
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Te explico, Ernesto Villegas, porque a lo mejor con tantos años en el poder se te olvidó:
1. Tú no eres el que está manifestando, tú eres el presidente de Venezolana de Televisión, la institución a la que fueron a manifestar. Se deja hablar primero, se recibe el documento, se escuchan las peticiones, se revisa el documento y luego te pronuncias.
2. Por más que pongas a un estudiante revolucionario a tu lado y tengas a un poco de gente atenta para gritar consignas, los que están protestando son los que tienes al frente, no al revés. Deja de estar escuchando consejos de Jorge Rodríguez, la psicología inversa usada de esa forma es perversa y te hace quedar muy mal. Recuerda que tú eres el poder, y contra el poder es contra el que se protesta, no al revés.
3. Hiciste entrega a los chamos de una carpeta inmensa con la investigación que has hecho sobre las muertes en las protestas. Ernesto, es al revés, los chamos son lo que fueron a entregarte un documento a ti. Si tienes alguna queja contra tu propio gobierno, arma tu propia marcha a la Fiscalía y se la entregas a la Fiscal. No seas flojo, marcha tú hasta allá, a ver si a ti si te dejan llegar Padrino y Reverol.
Querías pegar primero, te preparaste para ello. No era el día de las bombas, ni los perdigones, ni las metras, ni las balas. Le dijiste a Maduro: «Nico, déjamelos a mí».
¿Quién iba a decir que unos carajitos de veintipico de años te darían esa lección de dignidad y de principios? Qué demoledor debe haber sido verte al espejo de cuando tú tenías esa edad y defendías lo mismo que ellos. Debe ser jodido estar ahora en el poder y convertirte en aquello que tanto adversaste.
Tenías todas las respuestas listas para atacar, pero con su valentía y pureza, Rafaela y Santiago te recordaron la maravilla de estar defendiendo la libertad y no ahora una dictadura. ¿Sabes qué te pasó? Que en el fondo los envidiaste. Tu mirada no pudo evitar dejar ver, que una parte de ti se moriría por ser ellos nuevamente.
Por eso se te cruzaron los cables y te comportas como quien protesta, sin asumir la responsabilidad y el compromiso de tener lo que siempre quisiste. Estas en el poder Ernesto, que no se te olvide. Ahora te toca usarlo con hidalguía y altura. No creciste, te quedaste con la piedra en la mano, ahora en el poder. Lo triste es que has terminado usándolo en contra de tu propia memoria.
Gracias muchachos por no dejarse amedrentar por la envidia de los que se sienten apabullados por la verdad. Inviten a Ernesto a la próxima marcha. A lo mejor oler el humo de las bombas lacrimógenas, le regrese la cordura recordando el muchacho que ya no puede ser. Mi respeto y admiración para ustedes.