Los científicos han detectado un tipo de célula inmunitaria que invade las células nerviosas y han descubierto una posible causa denominada como fibromialgia. La enfermedad se caracteriza por padecer de un dolor crónico, generalizado y debilitante, que se cree es desencadenado por un proceso conocido como sensibilización central y afecta principalmente a las mujeres.
¿Qué le sucede a una persona con fibromialgia? El sistema nervioso central del cuerpo amplifica por error las señales nerviosas que pasan a través del cerebro y la médula espinal, sensibilizando al individuo a sentir un mayor dolor, creando así un círculo de retroalimentación. Afortunadamente, la comprensión de la enfermedad está cambiando rápidamente y los estudios están apuntando a que su origen se relaciona con el sistema nervioso periférico o externo, en vez del sistema nervioso central.
Un estudio realizado en 2021 consistió en introducir anticuerpos de personas con fibromialgia en ratones, lo que aumentó la sensibilidad al dolor de los animales de prueba. Los hallazgos de la investigación demostraron que el síndrome se comporta como un trastorno autoinmune, o al menos uno en el que las células inmunitarias juegan un papel clave. Los científicos indicaron que hay «evidencia creciente que demuestra una intrincada interacción entre las células inmunitarias y las neuronas sensoriales».
Usando un enfoque similar al estudio de 2021, otros investigadores introdujeron en ratones células inmunes llamadas neutrófilos, recolectadas en pacientes con fibromialgia. Los neutrófilos suelen participar en la respuesta inmunitaria innata, la primera línea de defensa del cuerpo contra los patógenos invasores. Es rápido e inespecífico, un asalto contundente a cualquier intruso desplegado ante los primeros signos de infección. Los animales sanos se sensibilizaron al dolor solo cuando los neutrófilos humanos circulaban en su sistema, pero no ocurría al inyectarles los anticuerpos, suero u otras células inmunitarias de pacientes con fibromialgia. Con esta investigación se pudo determinar que una cantidad sorprendentemente alta de neutrófilos en el torrente sanguíneo de los pacientes con fibromialgia, junto con niveles elevados de citocinas inflamatorias que producen los neutrófilos, se relacionan con la enfermedad.
Los neutrófilos normalmente no se encuentran dentro de los tejidos del sistema nervioso, solo en casos de lesión o enfermedad. Sin embargo, en una serie de experimentos se observó que los neutrófilos humanos recolectados de pacientes con fibromialgia invadían un ramillete de nervios sensoriales llamados ganglios, en el sistema nervioso periférico del animal. Esa invasión fue rápida y las células de la médula espinal de los ratones respondieron exageradamente a los estímulos dolorosos, tan solo una hora después de que las células humanas inundaran su torrente sanguíneo.
Hay que prestar atención a que esta investigación solo se ha realizado en ratones, donde se replica una enfermedad humana que deja de lado las condiciones que tan a menudo acompañan a la fibromialgia y otros tipos de dolor crónico, como la disfunción del sueño, el estrés, la ansiedad y la depresión. Pero estos hallazgos muestran una clara tendencia sobre el papel que juegan los neutrófilos más allá del dolor inflamatorio agudo, posiblemente llevando al sistema nervioso a un estado de dolor crónico duradero.
Determinar cómo los neutrófilos se infiltran en las células nerviosas y desvían el procesamiento del dolor, abre la puerta a posibles enfoques de tratamiento para la fibromialgia. Cuando la cantidad de neutrófilos disminuyó en los ratones de prueba, la aparición del dolor persistente disminuyó considerablemente. «Estos datos demuestran que los neutrófilos son fundamentales para el desarrollo del dolor crónico generalizado a través de la infiltración de los ganglios sensoriales periféricos» escribieron los científicos.
Sin duda, los investigadores seguirán debatiendo sobre el origen neurológico o inmune de la fibromialgia. Aunque los resultados de este estudio fortalecen la evidencia de la vía inmune, se han generado nuevas preguntas. Por ejemplo, los investigadores del reciente estudio no pudieron replicar los hallazgos del realizado en 2021 y provocar respuestas de dolor anormales en ratones, solo con los anticuerpos de pacientes con fibromialgia. También sigue siendo un misterio por qué la fibromialgia y los trastornos autoinmunes afectan a las mujeres con más frecuencia que a los hombres. Tanto los ratones machos como hembras en este último estudio estaban hipersensibilizados al dolor, «y por lo tanto, los mecanismos de las diferencias sexuales en la prevalencia de la fibromialgia aún no se han determinado», señalaron los científicos.
Más investigaciones podrían ayudar a descubrir las diferencias sutiles en las experiencias de dolor, que pueden haber influido en los resultados obtenidos. Abriendo la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos para curar esta terrible enfermedad.
***
Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
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¿Qué le sucede a una persona con fibromialgia? El sistema nervioso central del cuerpo amplifica por error las señales nerviosas que pasan a través del cerebro y la médula espinal, sensibilizando al individuo a sentir un mayor dolor, creando así un círculo de retroalimentación. Afortunadamente, la comprensión de la enfermedad está cambiando rápidamente y los estudios están apuntando a que su origen se relaciona con el sistema nervioso periférico o externo, en vez del sistema nervioso central.
Un estudio realizado en 2021 consistió en introducir anticuerpos de personas con fibromialgia en ratones, lo que aumentó la sensibilidad al dolor de los animales de prueba. Los hallazgos de la investigación demostraron que el síndrome se comporta como un trastorno autoinmune, o al menos uno en el que las células inmunitarias juegan un papel clave. Los científicos indicaron que hay «evidencia creciente que demuestra una intrincada interacción entre las células inmunitarias y las neuronas sensoriales».
Usando un enfoque similar al estudio de 2021, otros investigadores introdujeron en ratones células inmunes llamadas neutrófilos, recolectadas en pacientes con fibromialgia. Los neutrófilos suelen participar en la respuesta inmunitaria innata, la primera línea de defensa del cuerpo contra los patógenos invasores. Es rápido e inespecífico, un asalto contundente a cualquier intruso desplegado ante los primeros signos de infección. Los animales sanos se sensibilizaron al dolor solo cuando los neutrófilos humanos circulaban en su sistema, pero no ocurría al inyectarles los anticuerpos, suero u otras células inmunitarias de pacientes con fibromialgia. Con esta investigación se pudo determinar que una cantidad sorprendentemente alta de neutrófilos en el torrente sanguíneo de los pacientes con fibromialgia, junto con niveles elevados de citocinas inflamatorias que producen los neutrófilos, se relacionan con la enfermedad.
Los neutrófilos normalmente no se encuentran dentro de los tejidos del sistema nervioso, solo en casos de lesión o enfermedad. Sin embargo, en una serie de experimentos se observó que los neutrófilos humanos recolectados de pacientes con fibromialgia invadían un ramillete de nervios sensoriales llamados ganglios, en el sistema nervioso periférico del animal. Esa invasión fue rápida y las células de la médula espinal de los ratones respondieron exageradamente a los estímulos dolorosos, tan solo una hora después de que las células humanas inundaran su torrente sanguíneo.
Hay que prestar atención a que esta investigación solo se ha realizado en ratones, donde se replica una enfermedad humana que deja de lado las condiciones que tan a menudo acompañan a la fibromialgia y otros tipos de dolor crónico, como la disfunción del sueño, el estrés, la ansiedad y la depresión. Pero estos hallazgos muestran una clara tendencia sobre el papel que juegan los neutrófilos más allá del dolor inflamatorio agudo, posiblemente llevando al sistema nervioso a un estado de dolor crónico duradero.
Determinar cómo los neutrófilos se infiltran en las células nerviosas y desvían el procesamiento del dolor, abre la puerta a posibles enfoques de tratamiento para la fibromialgia. Cuando la cantidad de neutrófilos disminuyó en los ratones de prueba, la aparición del dolor persistente disminuyó considerablemente. «Estos datos demuestran que los neutrófilos son fundamentales para el desarrollo del dolor crónico generalizado a través de la infiltración de los ganglios sensoriales periféricos» escribieron los científicos.
Sin duda, los investigadores seguirán debatiendo sobre el origen neurológico o inmune de la fibromialgia. Aunque los resultados de este estudio fortalecen la evidencia de la vía inmune, se han generado nuevas preguntas. Por ejemplo, los investigadores del reciente estudio no pudieron replicar los hallazgos del realizado en 2021 y provocar respuestas de dolor anormales en ratones, solo con los anticuerpos de pacientes con fibromialgia. También sigue siendo un misterio por qué la fibromialgia y los trastornos autoinmunes afectan a las mujeres con más frecuencia que a los hombres. Tanto los ratones machos como hembras en este último estudio estaban hipersensibilizados al dolor, «y por lo tanto, los mecanismos de las diferencias sexuales en la prevalencia de la fibromialgia aún no se han determinado», señalaron los científicos.
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