Por
Dulce Yumar

En 2017, con tan solo 39 años, Emmanuel Macron asumió la presidencia de Francia, habiendo ganado en las dos vueltas electorales y finaliza con un 66%. Pero no solo su juventud ha impactado en la política, sino también su estrategia meteórica de ascenso a la primera magistratura. Fue funcionario público y especialista en inversión bancaria. Asesoró y fue ministro de Economía del anterior presidente socialista, Francois Hollande, en 2014, y recibió buenas críticas en su gestión.

Dos años después renuncia y lanza un nuevo movimiento político que llama La República en marcha, que al resumirse en EM evoca las iniciales de su nombre. En 2016, afirma que `su intención es superar las diferencias tradicionales entre izquierda y derecha´. Macron había militado en el Partido Socialista, pero en ese momento afirma que ya no es socialista. Su movimiento EM se fundamentó en la participación ciudadana sin estructura partidista propiamente y sin el apoyo de los políticos del establishment. En él proclama la construcción de un Estado emprendedor. Intenta conjugar el liberalismo moderno con la búsqueda de igualdad social, lo que algunos ven como contradictorio. El presidente Macron es calificado como un político de centro.

En su discurso de asunción afirmó que `Todo el mundo me dijo que era imposible, pero no conocían a Francia´. La periodista Anne Fulda escribe la biografía de Macron en 2017 y la titula: El presidente que sorprendió a Europa. Esto por el impacto causado por su ascensión política. Lo más sorprendente es que Macron construye su estrategia política sin el soporte de los partidos tradicionales que habían gobernado hasta entonces, y controlado el aparato político. También contribuye la amplia preparación del joven político emergente que fusiona la formación humanística como licenciado en filosofía en la Universidad de Nanterre, con el conocimiento económico como egresado de la elitista Escuela Nacional de Administración, donde se forma la creme de la creme en Francia.

Un joven prodigio

Emmanuel Macron nació en Amiens el 21 de diciembre de 1977. Sus padres, ambos profesionales, le dieron una sólida formación. Su primera educación fue con los jesuitas en el colegio La Providence, donde conoció al controvertido amor de su vida, Brigitte Trogneux, su profesora de francés, 24 años mayor que él. Con ella se casa en 2007, pese a la oposición de su familia, una vez que ella se divorciara de su anterior pareja. Esto lo perfila como un personaje novelesco que ha atrapado la crítica amarillista de los medios. La esposa es su primera asesora y quien estimuló su carrera política y el interés por la literatura y el teatro. Macron también estudió piano en el conservatorio. Igualmente le gusta escribir, ha elaborado algunos textos de distintos géneros aún sin publicar.

En su aspecto personal destaca una imagen de joven entusiasta y seguro de sí mismo que habla con precisión y propiedad. Viste muy formalmente con trajes oscuros y corbata. No ha abusado del contacto con los medios y los periodistas, como si intentara más bien que lo evaluaran por lo que hace. Los periodistas se han quejado de ello. Solo el 16 de diciembre de este mismo año dio una entrevista exclusiva en el canal de tv TF1, en el 4to año de su quinquenio. Las próximas elecciones presidenciales son en 2022, y hasta ahora no ha anunciado que aspirará a esa reelección, a la que puede acceder, ya que la Constitución francesa permite solo una más.

Los que conocen al presidente dicen que tiende a prestar interés en las conversaciones y escucha atentamente a las personas, en especial a los mayores. Esto se observó en la muy cercana relación que mantuvo con Angela Merkel, la anterior Canciller alemana, con quien compartió el compromiso por la solidez de la Unión Europea.

Macron fue un estudiante destacado que logró estudiar al mismo tiempo Filosofía y Administración. Y su ejercicio previo en la administración pública ha sido bien valorado. Tiende a ser presentado como un joven prodigio por todo lo que ha logrado en tan poco tiempo, en un terreno muy difícil de penetrar y con muchos convencionalismos, que logró superar satisfactoriamente. El expresidente Hollande se refirió a él como `el hijo que todo el mundo quisiera tener´.

La inclinación de Macron por la filosofía lo lleva a ser asesor editorial del famoso filósofo francés Paul Ricoeur, en la publicación de su libro:  La memoria, la historia y el olvido, centrada en la filosofía de la acción deliberativa, que debe haberlo orientado a valorar la negociación y el peso de la argumentación, en lo que destaca.

Desempeño político

El primer logro importante del presidente Macron fue haber alcanzado mayoría en las posteriores elecciones legislativas después de su triunfo, lo que podría facilitar la ejecución de sus políticas. No obstante, sus intenciones de reformar el código laboral, el sistema de pensiones, e incrementar ciertos impuestos enseguida generaron rechazo y prendieron el país con múltiples y numerosas manifestaciones. Entre los impuestos a incrementar estaba el alza del combustible. Estratégicamente, el presidente decide suprimir el alza de impuestos y aumenta el salario mínimo en 100 euros.

El presidente había dicho que no pretendía hacer una política contra los asalariados, pero que era necesario tener un motor en la economía, y ese motor es la empresa. Su gestión logró un descenso del desempleo que es actualmente de 8%. Intenta ejecutar un pragmatismo inteligente que algunos críticos asemejan al de Barak Obama. Francia ocupa el 5to lugar como economía en el marco de 53 países. Su PIB aumentó un 3% en el tercer trimestre de 2021. En líneas generales la población tiene un buen nivel de vida.

No obstante, pese a algunos logros, en los primeros años de la gestión se produjo una huelga cuyos líderes dicen sustentar en el rechazo a los cambios del sistema de pensiones, la iniciativa de subir impuestos, la injusticia fiscal e incluso piden la renuncia de Macron. Esto conlleva el cierre de vías y carreteras, por los llamados chalecos amarillos. Al parecer en la actualidad el ambiente se ha calmado, quizás han influido ciertos aumentos alcanzados, el poder de la negociación, y el peso de la pandemia.

La oposición se ha visto estimulada a participar ante un escenario tan inusual en cierto sentido por los múltiples cambios. En 2017 había como una especie de dispersión que facilitó el éxito de EM. Ahora ante las presidenciales de 2022, muchos lideres de derecha e izquierda han decidido retomar el juego y en ambos bandos hay varios precandidatos. Entre ellos se dice que Macron es un presidente en campaña por el temor a que se relance, aunque él no lo ha admitido.

Europa primero

En 2022 le corresponde a Francia asumir la presidencia del Consejo de la Unión Europea, ya que es un sistema administrativo de rotación que cambia cada 13 años. Esto le ha venido de perlas al estratega Macron, ya que si en el país al que le corresponde en ese momento hay elecciones presidenciales y legislativas puede decidir diferirlo. EM optó por mantenerlo, quizás para incrementar su plataforma de acción ante una posible reelección.

En la entrevista exclusiva que antes mencionamos, la pregunta central se orientó a develar si EM se decidiría por la reelección. El presidente argumentó que no lo haría de inmediato, porque que si se relanzara como candidato se disminuiría su radio de acción para tomar decisiones importantes en la compleja coyuntura actual, derivada de la pandemia. Aprovechó para promocionar su agenda en la que destacó las acciones tomadas en relación con la importancia de la educación en su proyecto nación, y el peso que le ha asignado a los problemas de seguridad nacional.

Conociendo los vínculos anteriores de EM con Europa es inimaginable que dejara de acceder a este importante cargo. Desde 2019 el tema de Europa es central en su agenda y sus afectos. En marzo de ese año escribió una carta a los ciudadanos de Europa, difundida profusamente en los diversos idiomas de la comunidad, en el contexto de la alarma que generó el Brexit. En ella plantea las amenazas y los elementos identificadores de Europa.

En este documento se pretende un renacimiento del continente. Ya desde la definición del eje franco-alemán, con la Merkel también como coprotagonista argumentaban sobre la importancia que en ese momento tenía el relanzamiento europeo. Destacaban la búsqueda del empoderamiento, y el sentido de pertenencia como claves de esa estrategia. Renacimiento que se centraría en la autonomía, y la independencia de Europa, ante las pugnas constantes entre USA y China. Así como por el importante tema del progreso técnico y científico.

Una vez anunciado que Macron presidiría el Consejo de la Unión Europea, el presidente empezó a movilizarse y a sentar presencia y liderazgo en las áreas conflictivas y con los países aliados. En ese sentido, el primer visitante a Paris fue Olaf Scholz el nuevo Canciller elegido en Alemania, país clave para fortalecer la unión y el eje preestablecido entre los dos países.  Se comienzan a desplegar acciones motivadoras para el fortalecimiento del continente. Va a ser interesante seguir los pasos de este joven estratega en los próximos meses.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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