Industriales de Vargas advierten que se prolongarán retrasos por paralización de puerto en Shanghái
Industriales de Vargas advierten que se prolongarán retrasos por paralización de puerto en Shanghái

En la entrega pasada, recreábamos un próspero y pujante Puerto Cabello, así como una exultante Isla de Margarita, debido a su “nombramiento” por decreto presidencial como Zonas Económicas Especiales (ZEE).

Me permito recordarles el vertiginoso crecimiento de China tras la muerte de Mao Zedong en 1976, y el de Vietnam tras la aprobación de “Doi Moi” o etapa de renovación en 1986; ambos casos directamente relacionados con la política de apertura a una economía de mercado – capitalismo de Estado-, así como a la creación de ZEE.

No estamos hablando de cosas baladíes, ya que con 53 ZEE en China y 3 en Vietnam, dichos países, desde la implantación de las mencionadas políticas y hasta hoy en día, han alcanzado crecimientos sostenidos anuales del PIB promedio de 9,39% y 6,37%, respectivamente,

Si tienen la oportunidad de hablar con cualquier lugareño chino o vietnamita, y preguntarles a que adjudican la mejora en el quehacer económico de sus terruños, sin ninguna duda, van a responderles que se debe a la inversión extranjera atraída por las ZEE, que representa el 50% o más, del total de las inversiones de sendos países asiáticos.

Un poco de historia

Aunque para nosotros los venezolanos se trate de algo relativamente desconocido, la primera ZEE fue fundada en Dublín en 1959. Una zona portuaria franca, ya conocida por su actividad logística y de astilleros, se convirtió en un complejo entramado industrial que en sus origines producía y exportaba ingentes cantidades de productos agrícolas y metalúrgicos, y hoy en día, complementa lo anterior, con una poderosa producción energética, automotriz y tecnológica.

No en vano, empresas como Google, Yahoo, Facebook, Twitter, Amazon y PayPal, tienen sus casas matrices europeas y fábricas de software en Irlanda, debido al atractivo régimen fiscal, y las facilidades operativas y logísticas, que les ofrece ese país.

De allí en adelante, progresivamente fueron creándose ZEE en muchos países del mundo, hasta llegar a la sorprendente cifra de 5.400 actualmente vigentes, todas, en búsqueda de los resultados y riquezas observados en países europeos, China, Vietnam, Camboya y Singapur. 

Lo bello

La iniciativa legislativa de ZEE, con 26 artículos, busca “atraer inversiones nacionales y extranjeras, para generar riqueza y nuevas fuentes de divisas no petroleras”. 

Sus partidarios e impulsores son los diputados Vielma Mora y Maduro Jr., quienes aseguran que la nueva legislación aportará “confianza y seguridad jurídica” para los potenciales inversores nacionales y foráneos, apalancándose en la cuestionada Ley Antibloqueo.

 Según el proyecto de ley, las ZEE serán delimitaciones geográficas que contarán con normativas socioeconómicas especiales y extraordinarias para el desarrollo de actividades productivas de inversión pública, privada, mixta y comunal, principalmente aquellas que respondan “a los más altos intereses de la Patria”.

Para ello, la ley prevé el asentamiento de proyectos y planes de inversión y desarrollo en áreas específicas, presentados por los inversionistas y aprobados por el Presidente de la República, el Centro Internacional de Inversión Productiva y la Oficina Nacional de las Zonas Económicas Especiales, adscrita a la Vicepresidencia Ejecutiva.

La creación de las ZEE será potestad exclusiva del Presidente de la República y, pueden reemplazar los regímenes existentes de Puertos Libres, Zonas Libres y Zonas Francas.

Las ZEE serán decididas según elementos clave, como una posición geográfica que garantice la conexión marítima, fluvial, terrestre y contacto con mercados internacionales; concentración de recursos naturales transformables para exportación y consumo interno; pre-existencia de parques industriales, de infraestructura económica productiva y “servicios básicos de alta calidad para el desarrollo productivo. Me pregunto ¿dónde están estos servicios, así como la infraestructura económica productiva?

Se ha señalado que las zonas de Puerto Cabello, Vargas, Falcón y Margarita pueden erigirse como “pilotos” del proyecto.

Los incentivos que promete el Estado para la creación de las ZEE prevén la exención de ISLR, IVA y aranceles hasta por 10 años, estando los inversionistas en el deber de devolver, total o parcialmente, estos impuestos después de este periodo.

Se contará con una “ventanilla única”, en virtud de la cual todos los trámites fiscales, permisología y controles estatales de cualquier tipo, puedan ser tramitados de forma expedita con un espíritu y hacer habilitantes.

Dentro de las ZEE habría “ciudadelas comerciales, centros de negocios, banca y finanzas, hotelería, turismo, recreación, proyectos ambientales y sistemas multimodales”.

Lo feo

Ya en 2018, según decreto presidencial N° 3.333, se crearon las ZEE denominadas “Zonas Petro” que incluían Margarita, Los Roques, Paraguaná, Ureña-San Antonio, e Iribarren-Palavecino (Lara).

También en 2014, Maduro anunció con bombos y platillos, dentro del plan de los 3 motores para el desarrollo nacional, que se crearían ZEE que contarían con el apoyo del Fondo Chino, el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) y el Fondo Mercosur-ALBA.

Mucho antes en 2001, Chávez trató de implementar las ZEDE o Zonas Económicas de Desarrollo Endógeno, y en 2002, lanzó la ley de Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable, con el propósito de ejecutar los planes del Estado para “fomentar el desarrollo productivo y adecuada explotación de los recursos, elevando los niveles de bienestar social y calidad de vida de la población”.

Todas, las anteriores se quedaron en un plano nominativo y demagógico, dada la incapacidad de la “Revolución” de cristalizar el sueño chino en Venezuela.

En otros países de Latinoamérica como República Dominicana, Colombia, Costa Rica y México se ha intentado implantar las ZEE, con poco o ningún resultado significativo y sustentable.

Lo mencionado, no es de extrañar, ya que de las 5400 ZEE vigentes a nivel mundial, tan sólo 140 pueden considerarse encadenamientos productivos multi-sectoriales, que realmente han aportado al desarrollo económico de los países donde se asientan.

¿Y entonces?

Los estudiosos del tema nos comentan que las ZEE que realmente pueden considerarse exitosas, detentan como factores comunes, orden, disciplina, constancia y agilidad en la ejecución, real seguridad jurídica, reportes directos al más alto nivel gubernamental y, sobre todo, un estricto control y erradicación de la corrupción administrativa.

Se imaginan ustedes a una gigante multinacional escandinava como Nokia, líder en tecnología o Statoil, gigante del petrolero, sembrándose en una ZEE venezolana y escuchando: -chamo, tu sabes cómo es la movida, ¡yo te colaboro, si tú me colaboras! No sólo me refiero a la comprensión semántica de tal atrocidad, sino a la violación de las estrictas políticas anticorrupción de estas empresas, y de la mayoría de las multinacionales, que, amparadas en un estricto código de cumplimiento y ética, impiden hasta dar una propina “al pana que estaciona los carros”.

Me pregunto si realmente Venezuela está preparada en lo cultural, social y político, para asumir el reto de una exitosa implantación y ejecución de las ZEE. Digamos que el gobierno nacional, a lo largo de su historia, ha sido generoso en términos de aprobar leyes, crear y cambiar nombres bonitos y rimbombantes, así como parir múltiples ideas, en las épocas de vacas gordas y flacas; pero nunca se ha caracterizado por una buena capacidad de ejecución.

Lamentablemente como dicen por ahí “las intenciones no preñan”, de modo que veremos si tras la aprobación de la nueva ley, podemos lograr este sueño, que sin duda nos beneficiaria a todos los venezolanos, y no se queda en tintero seco con el que se han firmado todos los proyectos de ley, con intenciones similares en el pasado.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Zonas económicas especiales: ¿delirio político o posible realidad?

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