diálogo en barbados

El grupo de contacto internacional promovido por la Unión Europea y un grupo de países de América Latina nos llevó a Oslo. Y desde allí, se generaron las condiciones para retomar el diálogo entre factores políticos internos de Venezuela. luego se comenzó a aterrizar el formato, pero se le dio un tinte tropical: Barbados, esa isla paradisiaca y mucho más cercana a las partes en conflicto que obviamente, facilitará la logística de los próximos encuentros. Una característica digna de alabar que no fue precisamente lo que destacó en los pasados intentos de negociación ha sido el silencio de las partes. Hasta el propio Elliot Abrams lo resaltó esta semana. Aunque es importante no sobrevalorar ni sobreestimar esta nueva tratativa, entre la discrecionalidad diplomática y el aval de Rusia y China, pudiera lograrse destrancar y acelerar el tiempo político para ponerse a tono con el tiempo social que avanza inexorablemente.

Si algo le está haciendo falta a Barbados es la presencia del factor militar. Hay quienes frente a una propuesta de esta naturaleza pudieran pegar un grito al cielo; no obstante, si existe algo que caracteriza al mundo de la diplomacia internacional es su excesivo pragmatismo.

Por ello, todas las partes involucradas en el conflicto político venezolano, tanto las internas como las externas, conocen de primera mano la importancia del sector militar en el momento político actual que se vive en el país y su figura clave para llevar a la realidad los potenciales acuerdos que se van a trabajar tras bastidores en las próximas semanas. Una vocería propia del mundo militar venezolano que pudiera estar representado en Barbados por el ministro de la defensa Vladimir Padrino López, permitiría dar un paso adelante en lo que se refiere a la “real politik” y agregaría un ingrediente de velocidad a la tradicional lentitud de los tiempos políticos.

El país está urgido de Barbados

La compleja situación económica y social que embarga a millones de venezolanos le agrega una presión extremadamente elevada al mundo de la política. Construir política ha sido un tema cuyos tiempos muy rara vez coinciden con las necesidades reales de la población. en esta oportunidad, los actores políticos sentados en Barbados no tienen al tiempo como su aliado. Pretender alargar mucho más un proceso de reinstitucionalización necesaria para abordar inmediatamente las severas carencias que vive a diario la gente más vulnerable del país, puede llevarnos a un gran estallido de ese volcán social sobre el cual estamos sentados.

Discreción y madurez política

Barbados requiere madurez política y por encima de todo, mucho pragmatismo. De esto debemos estar claros y atentos. Barbados necesita más actores necesarios con peso real que puedan comunicar transparentemente y con credibilidad los posibles acuerdos a los que se lleguen. Más allá del surrealismo político que ha inundado las redes sociales del país en los últimos tiempos, el país demanda una salida electoral seria avalada por toda la comunidad internacional.

Barbados podría ser. Aún está lejos de serlo, hay que estar claros en ello para no generar falsas expectativas a una población desesperada. Pero requiere la fuerza, credibilidad y discreción de sus actores. Más allá de los mensajes surrealistas que pequeños grupos emiten a diario creando desesperanza y frustración, se hace necesario mantener el foco que alinee el tiempo político con el tiempo social…

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