bomba de gasolina
bomba de gasolina de la Guaira

Cuando Euro Villalobos llegó a las 2 de la madrugada a hacer la cola para surtir su vehículo de gasolina ya tenía más de 50 vehículos por delante. Los funcionarios de la Guardia Nacional le dijeron que a las 5 de la mañana empezarían a vender combustible y si era necesario lo racionarían para que alcanzara para todos los de la fila.  A las 11 am, de este 2 de junio, Villalobos seguía a la espera de abastecer el tanque de su carro en la estación de servicio de Los Corales, al este del estado Vargas.

De las 19 estaciones de servicio que funcionan en Vargas, solo nueve han sido abastecidas para vender el combustible subsidiado: El Junko, Carayaca, Catia La Mar, Aeropuerto, Puerto de La Guaira, Pariata, Caribe, Los Corales y Naiguatá. La estación Litoral, ubicada en la autopista Caracas-La Guaira, está destina a la venta de combustible en divisa norteamericana.

“La bomba la abrieron a las 7:30 am y a las 9 am ya no había gasolina, solo surtieron 50 vehículos y la GNB dijo que se había acabado, cosa que es mentira porque una gandola completa surtió la estación en la mañana, fuimos testigos. Los guardias colearon a mucha gente que les pagó para poder echar gasolina de primeros”, denuncia Villalobos.

Antoni Hernández hacía la fila en las afueras de la estación de servicio de Los Corales. Al Igual que Villalobos, el hombre llegó a la estación a las 2 de la madrugada para ser uno de los primeros en echar combustible, pero casi a las 12 del mediodía seguía con su vehículo en la fila, sin saber si podría surtir su carro de combustible este martes.

“Los guardias se han burlado de nosotros porque metieron carros por otro lado (de la bomba de gasolina). Ahora tengo que esperar que llegue otra gandola y surta la estación, porque no puedo mover mi vehículo”, dijo Hernández.

En un recorrido hecho por Efecto Cocuyo en al menos cuatro estaciones de servicio del Litoral Central, las colas eran más largas que cuando las bombas de gasolina estaban priorizadas para personal de trabajos esenciales.

Las filas de vehículos para surtir en la estación del Puerto de La Guaira, ubicada en Maiquetía, casi llegaba a la gobernación del estado, en la parroquia La Guaira. En esa cola se encontraba Gabriel Benales, quien asegura que los funcionarios castrenses mantienen sus negocios ilícitos detrás del muelle pesquero.

“Hay quienes les está pagando a los militares para que los dejen pasar más rápido. Les están dando refresco, almuerzos  y dinero”, denuncia el joven.

Gasolina racionada

A pesar de que el ministro de Petróleo de la administración de Nicolás Maduro, Tareck El Aissami, dijo que ninguna autoridad civil o militar puede condicionar “la cantidad de litros de gasolina que soliciten los usuarios”, los efectivos de la GNB en las estaciones de servicios visitadas por Efecto Cocuyo solo surtían entre 5 y 30 litros de combustible por vehículos o motos.

“Nadie puede condicionar en las estaciones la cantidad de gasolina, el límite se administra según su necesidad, si quiere 20, 30 o los 120 litros”, dijo El Aissami, este 1 de junio.

“Solo pude echar 5 litros a mi moto”, aseguró Yul Herrera,  trabajador del aeropuerto de Maiquetía, a pesar que el administrador de la estación de servicio de Pariata y los funcionarios militares y policiales señalaron que la gente podía cargar el combustible que quería.

“Estoy desde las 5 de la madrugada y ya son las 10 de la mañana y apenas estoy saliendo de aquí”, menciona Herrera.

Cientos de motorizados esperaban en filas que sus motos pudieran surtir de combustible para continuar sus rutinas. Desde inicios de la pandemia y la crisis de la gasolina han tenido que pagar el combustible en dólares.

“Estoy haciendo la cola porque estoy harto de pagar tres y dos dólares por litro de gasolina. Pero ahora aquí la guardia está diciendo que nos van a dar 5 litros, eso no es nada”, dijo Carlos Peña, en las afueras de la estación de servicio de Pariata.

Giordi Yarbes, que trabaja como motorizado en Vargas, explicó que este lunes, 1 de junio, intentó surtir de combustible su moto, pero solo le echaron combustible a 250 motorizados. “Hoy ni siquiera tenemos seguridad de que nos va a llenar y nos dijeron que eran solo cinco litros”.

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