Las seis licenciaturas científicas de la Universidad del Zulia están paralizadas debido a las condiciones de insalubridad en las que se encuentran los laboratorios de esta casa de estudio.

Tuberías rotas; filtraciones que desembocan en tanquetas de alta tensión; robo del cableado de aires acondicionados, de compresores y hasta de microscopios y la escasez de reactivos y de equipos impiden a los estudiantes de Biología, Computación, Física, Matemática, Química y Ciencias Humanas hacer las prácticas que necesitan para crear e innovar conocimiento.

Efecto Cocuyo tuvo acceso a imágenes que muestran el estado en el que se encuentra el laboratorio de microbiología ambiental que comprende las secciones de virología, bacteriología, micología y microbiología de alimentos.

La iluminación y el servicio de agua –esenciales para asegurar las condiciones mínimas de seguridad en un laboratorio- son deficientes o inexistentes.

estantes
tuberias

La directora del departamento de Biología, Patricia Villamediana, manifestó que la antigüedad de la infraestructura y los robos cada vez más frecuentes han inutilizado las áreas de la facultad.

“Cada año la recuperación de los espacios se hace más difícil. El edificio viejo del Aeropuerto de Maracaibo, que es espacio de la Facultad, está muy viejo. Hay unos módulos que fueron construidos para una duración temporal de cinco años y ya tienen más de 30 años de uso. El módulo de microbiología estuvo sin agua por una tubería rota y el comején está destruyendo la mueblería de la unidad de investigación y de varios módulos, también las colecciones de libros de los profesores”, dijo vía telefónica.

El semestre que debió comenzar el 7 de marzo sigue en veremos como consecuencia de esta problemática. El retraso de dos meses se suma a la pérdida de un semestre entre 2014 y 2015 debido a las protestas estudiantiles y los paros profesorales que por reivindicaciones salariales se produjeron ese año.

La profesora calculó que aproximadamente cinco educadores han renunciado en Biología y muchos más han pedido permisos no remunerados en el departamento de Química durante el periodo de parálisis. Los concursos para el ingreso de nuevo personal en las carreras científicas también quedaron desiertos.

El aire acondicionado no es un lujo sino una necesidad para las aulas por las altas temperaturas de Maracaibo. Los materiales que utilizan en las prácticas químicas, por ejemplo, no pueden manejarse en ambientes calientes porque muchas sustancias son inflamables, explicó el decano de la facultad y químico de carrera, Merlín Rosales.

Aseguró que necesitan 44 aires acondicionados y que el año pasado enviaron una solicitud a la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) solicitando 34 aires, pero no obtuvieron respuesta. “Se están arreglando los aires que pueden repararse, pero hay muchos que están inservibles. A veces los mandamos a arreglar y hay una caída de voltaje o un apagón y se vuelven a dañar”, manifestó.

El Consejo Universitario evalúa la posibilidad de iniciar clases este lunes 9 de mayo. Sin embargo, de 25 salones solo tienen asegurados 15 y tienen que distribuir todas las secciones de estudiantes en estos espacios.

La escasez de reactivos también fue planteada a la Opsu a mediados del año pasado. El profesor explica que afortunadamente han logrado palear la situación con donaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) que muchas veces envía reactivos decomisados en operativos.
“Tampoco tenemos suficientes equipos para el departamento de computación. La Opsu nos asignó 37 el año pasado, pero requerimos aproximadamente 150 computadores en total porque no solo tenemos una licenciatura en computación sino que las otras carreras científicas trabajan con cálculos matemáticos muy elevados y las requieren”, manifestó.

En la facultad solo cuentan con dos autobuses viejos para salir a hacer las prácticas de campo muy frecuentes en carreras como Biología y Química agregó el decano.

“La semana pasada vino la directora de la Opsu (Marjorie Cadenas) y se mostró dispuesta a ayudar al igual que la Gobernación, tenemos que esperar”, señaló Rosales.

En el departamento de Física el profesor, Juan Primera estimó que alrededor de cinco profesores han pedido la renuncia. “Estamos parados prácticamente desde junio del año pasado si tomamos en cuenta el paro universitario. En este periodo se han ido no menos de cinco profesores y muchos otros han pedido permisos no remunerados”, indicó.

La interrupción del servicio de agua afectó las prácticas de fluidos y termodinámica en esta escuela.

La profesora Morelva Leal, coordinadora del laboratorio de Antropología Social y Cultural consideró que el costo ha sido muy elevado para los estudiantes que hoy se sienten desmotivados por la pérdida de clases. “Son años de abandono que no se pueden remediar en unos meses, la solución no es paralizar las clases”.

Hablan los estudiantes

Pablo Ortega estudia computación en Luz. Debería estar cursando el séptimo semestre de su carrera, pero está en el quinto por todos los retrasos académicos. “Es importante que el país se entere de lo mal que está la ciencia en Venezuela y la triste situación que sufre mi facultad”, dijo.

El estudiante recordó que en enero de 2014 los profesores de Matemática se negabaron a dar clases en los galpones de un edificio abandonado por razones de seguridad y eso los retrasó hasta que el vicerrectorado académico suministró unos aires para habilitar otros módulos.

La delegada de la escuela de Biología, Marissa Hernández, aseguró que la situación es crítica desde hace tres años. “En la escuela necesitamos nueve compresores y cada uno cuesta un millón 500 mil bolívares. Teníamos el problema de las tuberías rotas que ya se arregló, pero todavía hace falta solucionar muchos problemas. Somos una sola facultad y una licenciatura no puede avanzar si otras no están en condiciones de hacerlo”.

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