Nunca fue tan difícil tener la atención de la audiencia. En medio de la infodemia, la desinformación y el entretenimiento, diversos medios latinoamericanos han utilizado una herramienta poderosa para enviar sus mensajes y posicionar historias: la ilustración.
En la charla «Ilustración, diseño gráfico y cómo contar historias», realizada este 14 de octubre en el Festival Cocuyo 2021, la diseñadora y editora visual del medio paraguayo El Surti, Jazmín Troche, explicó que el primer aprendizaje en esta ha sido la economía de la atención: cuestionarse cómo captar a las audiencias cuando existe tanta desinformación y competencia.
«Una forma de hackear la economía de la atención era la curiosidad. Entendimos que era importante usar el meme contra la desinformación en nuestro trabajo», expresó durante su intervención.
Escuchar a las audiencias y atender sus necesidades de comunicación fue otro de los aprendizajes indispensables para adaptar sus productos, particularmente desde que inició la emergencia mundial por el coronavirus.
«Al principio de la pandemia intentamos contrarrestar la desinformación que surgía y brindar la mejor información de primera mano a la comunidad desde lo básico: qué era el COVID-19, cuáles eran los síntomas, y por supuesto ya veíamos lo que se avecinaba, así que preparamos gráficas sobre antídotos para no creer fake news«, añadió.
En El Surti, un medio nativo digital, la ilustración también se utiliza para abordar temas complejos y relacionados con servicios y ayuda, como por ejemplo casos de violencia intrafamiliar o de género, e incluso para sumarse a la campaña de vacunación contra COVID-19.
En Venezuela, tras años de trabajo como diseñador gráfico, Lucas García decidió entrar a la ilustración y enfocarse en explotar el potencial del cómic para contar historias sobre temas diversos: desde violencia y derechos humanos hasta política o historia.
«Era interesante ver cómo podía funcionar en un público que no estaba familiarizado con él», dijo.
Su trabajo ha sido difundido en medios como Prodavinci, La vida de nos y El Diario. También ha trabajado con organizaciones no gubernamentales como el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea). Su reportorio incluye cómics sobre violencia, historias de vida, procesos políticos y violaciones de derechos humanos.
«A través del cómic logramos atraer a unas audiencias mucho más amplias y más jóvenes», destacó.
Para García, aunque pudiera sonar obvio, en el proceso creativo es importante no olvidar que se está contando una historia, además de tener empatía y conciencia del otro. Así, aseguró, es más fácil no desviarse del objetivo y crear un mejor producto.
Uno de los retos que ha encontrado en su ejercicio profesional ha sido generar piezas estéticamente agradables cuando se trata de temas difíciles o complejos.
Para Jazmín Troche, en medio de la pandemia también ha sido esencial visibilizar a los protagonistas: las personas que están en primera línea de atención, niños y niñas, comunidades en desventaja y comunidades indígenas. Para ello emplearon, por ejemplo, recursos gráficos como mostrar más los rostros y enfatizar los rasgos.
«Es humanizar para que la persona que está leyendo sepa que detrás de cada historia hay una persona real que está viviendo y sintiendo eso. Otra forma que tuvimos de narrar las historias fue desde los afectos, los vínculos se modificaron. Muchos cambiaron la forma de vincularse», recordó la editora visual de El Surti.
El último aprendizaje de Troche señala que todo es un remix: «Nada es creado de la nada», apuntó y expresó que utilizaron referencias pop para poder transmitir los mensajes de manera clara y atractiva.
En el panel también estaría presente María Esther Lemús, historietista-ilustradora y colaboradora de los medios cubanos El Toque y Periodismo de Barrio, pero la conexión a internet en la isla no le permitió sumarse. Sin embargo, pudo enviar unas palabras escritas.
En ellas afirmó que la ilustración les ha permitido mostrar sus trabajos en una plataforma profesional con una libertad creativa que antes no tenían en Cuba. También destacó que desde 2019 emiten un dominical de humor gráfico para contar a Cuba. Para ella, lo más importante en la comunicación visual ha sido la sinceridad y la claridad.
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Nunca fue tan difícil tener la atención de la audiencia. En medio de la infodemia, la desinformación y el entretenimiento, diversos medios latinoamericanos han utilizado una herramienta poderosa para enviar sus mensajes y posicionar historias: la ilustración.
En la charla «Ilustración, diseño gráfico y cómo contar historias», realizada este 14 de octubre en el Festival Cocuyo 2021, la diseñadora y editora visual del medio paraguayo El Surti, Jazmín Troche, explicó que el primer aprendizaje en esta ha sido la economía de la atención: cuestionarse cómo captar a las audiencias cuando existe tanta desinformación y competencia.
«Una forma de hackear la economía de la atención era la curiosidad. Entendimos que era importante usar el meme contra la desinformación en nuestro trabajo», expresó durante su intervención.
Escuchar a las audiencias y atender sus necesidades de comunicación fue otro de los aprendizajes indispensables para adaptar sus productos, particularmente desde que inició la emergencia mundial por el coronavirus.
«Al principio de la pandemia intentamos contrarrestar la desinformación que surgía y brindar la mejor información de primera mano a la comunidad desde lo básico: qué era el COVID-19, cuáles eran los síntomas, y por supuesto ya veíamos lo que se avecinaba, así que preparamos gráficas sobre antídotos para no creer fake news«, añadió.
En El Surti, un medio nativo digital, la ilustración también se utiliza para abordar temas complejos y relacionados con servicios y ayuda, como por ejemplo casos de violencia intrafamiliar o de género, e incluso para sumarse a la campaña de vacunación contra COVID-19.
En Venezuela, tras años de trabajo como diseñador gráfico, Lucas García decidió entrar a la ilustración y enfocarse en explotar el potencial del cómic para contar historias sobre temas diversos: desde violencia y derechos humanos hasta política o historia.
«Era interesante ver cómo podía funcionar en un público que no estaba familiarizado con él», dijo.
Su trabajo ha sido difundido en medios como Prodavinci, La vida de nos y El Diario. También ha trabajado con organizaciones no gubernamentales como el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea). Su reportorio incluye cómics sobre violencia, historias de vida, procesos políticos y violaciones de derechos humanos.
«A través del cómic logramos atraer a unas audiencias mucho más amplias y más jóvenes», destacó.
Para García, aunque pudiera sonar obvio, en el proceso creativo es importante no olvidar que se está contando una historia, además de tener empatía y conciencia del otro. Así, aseguró, es más fácil no desviarse del objetivo y crear un mejor producto.
Uno de los retos que ha encontrado en su ejercicio profesional ha sido generar piezas estéticamente agradables cuando se trata de temas difíciles o complejos.
Para Jazmín Troche, en medio de la pandemia también ha sido esencial visibilizar a los protagonistas: las personas que están en primera línea de atención, niños y niñas, comunidades en desventaja y comunidades indígenas. Para ello emplearon, por ejemplo, recursos gráficos como mostrar más los rostros y enfatizar los rasgos.
«Es humanizar para que la persona que está leyendo sepa que detrás de cada historia hay una persona real que está viviendo y sintiendo eso. Otra forma que tuvimos de narrar las historias fue desde los afectos, los vínculos se modificaron. Muchos cambiaron la forma de vincularse», recordó la editora visual de El Surti.
El último aprendizaje de Troche señala que todo es un remix: «Nada es creado de la nada», apuntó y expresó que utilizaron referencias pop para poder transmitir los mensajes de manera clara y atractiva.
En el panel también estaría presente María Esther Lemús, historietista-ilustradora y colaboradora de los medios cubanos El Toque y Periodismo de Barrio, pero la conexión a internet en la isla no le permitió sumarse. Sin embargo, pudo enviar unas palabras escritas.
En ellas afirmó que la ilustración les ha permitido mostrar sus trabajos en una plataforma profesional con una libertad creativa que antes no tenían en Cuba. También destacó que desde 2019 emiten un dominical de humor gráfico para contar a Cuba. Para ella, lo más importante en la comunicación visual ha sido la sinceridad y la claridad.