12:00 pm. Willmer Castro vive en San Agustín y a su casa no llega el agua desde el pasado jueves 7 de marzo, día del megaapagón nacional. Al igual que él, cientos de vecinos de la barriada de San Agustín encontraron este 11 de marzo una última alternativa para surtirse de agua: las laderas del río Guaire.
“Estamos pasando trabajo. A mi niña no le puedo hacer tetero, no le puedo hacer nada”, dijo Castro. En una mano cargaba un bidón lleno de agua. Iba junto a su esposa, quien cargaba a su hija en los brazos. Señalaba a ambas al hablar y su mirada expresaban desesperación e indignación. Llevaba cinco días sin agua.
“Todos estamos sin agua. Tenemos que venir a agarrar agua para comer, porque entonces ¿cómo hacemos?”, comentaba Castro. Los habitantes caminaban por la Autopista Francisco Fajardo en fila, con cargas en sus manos: pipotes y tobos; cualquier tipo de envase.
“Ellos, Jorge Rodríguez, están allá en su gabinete, con agua. Así como pusieron la luz pueden poner el agua ¿por qué no lo hacen?”, expresó, descontento. El fétido olor del Guaire no tardaba en llegar a la nariz. El piso, además, estaba fangoso.
En uno de los surtidores que provee agua a este río, cerca de esta barriada, los vecinos se disputaban para llenar del líquido. Se guindaban en la empinada pared y se turnaban para surtirse. En la acera se afilaban decenas de envases, de distintos tamaños. Esperaban su turno.

Desde temprano comenzaron a acercarse tímidamente al borde de la autopista. Sin embargo, para las 11:00 am ya era una multitud buscando agua en el Guaire. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se presentaron para regular la situación. Los vecinos seguían descontentos:
“Sin agua nuestros hijos no comen. No hay agua desde el apagón y hay que buscarla de algún modo. Esta era mi última opción, porque ya no conseguí más en Parque Central. Nuestros niños son los que salen más afectados de estos problemas”, manifestó Jesús Contreras.
Vecinos en su mayoría no tienen agua desde el apagón, sin embargo, otros casos aseguraron ya tener alrededor de un mes sin el servicio. Reclamaban que les ha prometido camiones cisternas que nunca llegan.
“Después de aquí tengo que llegar a mi casa a hervir el agua, para darle de tomar a mi hija. Estamos cansados, queremos vivir como vivíamos antes: con agua, medicamentos, que podamos comer; que se abra el chorro y salga agua, que no se vaya la luz”, expresó otro de los vecinos.
Protesta
12:40 pm. Por las orillas de la autopista caminaban por un lado quienes traían envases vacíos y por el otro quienes se devolvían a sus casas con agua en los pipotes. Pero el llenado fue limitado por los funcionarios policiales. Esto desató la protesta.
Poco a poco dejaron de llenar de agua, pero los vecinos se concentraron bajo el puente de la avenida Fuerzas Armadas. Junto a ellos, los cientos de pipotes aún vacíos; reclamaban volver a llenar. Los funcionarios trataron de mediar.
“Se fue la luz. Pero vamos a volver a habilitar allá, pero en una colita”, respondió uno de los funcionarios de la PNB que intentó calmar la protesta. Pero fue repudiado a gritos: pedían agua. De nuevo se devolvían a llenar en el principal caudal de Caracas.
No obstante, más adelante en la autopista, la protesta continuaba. Habitantes de Hornos de Cal, en San Agustín, trancaron la autopista Francisco Fajardo por más de una hora en reclamo por la falta de luz y agua. Atravesaron los pipotes vacíos y gritaban consignas.
“Queremos agua y luz, queremos agua y luz”, gritaban al unísono los manifestantes, mientras golpeaban los envases con las manos. Los funcionarios de seguridad solo los veían.
Cuando eran casi las 2:00 pm, al lugar llegó un camión cisterna. Sin embargo, los vecinos, entre reclamos, aseguraban que los cinco mil litros de agua del vehículo eran insuficientes.

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Fotos: Iván Reyes y Cristofer García.