Garantizar la permanencia en las aulas. A una semana para el comienzo de clases, Fe y Alegría reanudó las inscripciones con la expectativa de ocupar todos sus pupitres. Pese a que la mayoría de la matrícula se registra en julio, ese mes apenas se inscribieron 50 mil alumnos, menos de la mitad de los que iniciaron actividades el año escolar pasado.
“Nos llama la atención que no todas las familias acudieron al primer llamado de inscripción”, dijo a Efecto Cocuyo la directora nacional de las escuelas de Fe y Alegría, Noelbis Aguilar.
Indicó que en septiembre de 2017 comenzaron las clases con poco más de 113 mil estudiantes, pero al cierre del año tenían alrededor de 90 mil 900. “Al momento de retirarlos, la mayoría de los padres explicaban que era porque se iban del país”, dijo.
Para julio, Fe y Alegría contabilizaba 4 mil niños, niñas y adolescentes que quedaron al cuidado de otros familiares porque uno o ambos padres emigraron, fenómeno que Cecodap denomina como Niñez Dejada Atrás. Algunos de ellos también tuvieron que cambiar de escuela porque se mudaron de municipio o estado.
“Con estos estudiantes hay que incrementar la atención socioafectiva. De lo contrario, a nivel cognitivo no va a rendir”, señaló Aguilar.
La educadora indicó que, pese a que unos 22 mil estudiantes salieron de sus planteles en el período que culminó, esperan recibir también a alumnos que provenían de colegios privados con mensualidades más elevadas.
Insistió en que, este año, la red tiene como prioridad proveer a los estudiantes de “espacios de protección” para que pese a las dificultades que atraviesa el país, estos puedan desarrollar sus potencialidades.
Un reto importante que debe afrontar el sector, señaló Aguilar, es el de frenar la deserción escolar en educación media. “Hay que acompañar a los adolescentes en sus proyectos de vida. Muchos prefieren dejar la escuela y comenzar a trabajar, particularmente en los estados fronterizos”, expresó.
“Indistintamente si van con el uniforme, o no, lo fundamental es que vayan a la escuela. Queremos que las familias se sientan despreocupadas. Puede pasar que no los quieren mandar (a clases) porque no tienen todos los útiles. Les decimos que como los manden, los vamos a recibir”, aseguró la educadora.
Añadió que también suman esfuerzos para brindar una educación de calidad y brindarles una merienda diaria sencilla a los estudiantes.
Aguilar informó que durante esta semana se realizarán en las distintas instituciones jornadas de mantenimiento, reparaciones y limpieza de los planteles con el apoyo de los padres y representantes. En algunos sectores también se efectuarán ollas solidarias.
“Queremos tener escuelas dignas para recibir con alegría a nuestros muchachos. En medio de estas circunstancias que vive el país hay que inyectar un poco de esperanza. Sin desvincularse de la realidad, hay que mirar las oportunidades”, dijo.
La institución continúa, además, su campaña “Un cuaderno para Fe y Alegría” para que cada alumno pueda contar con al menos un cuaderno y un lápices para regresar a las aulas.
Iniciamos el año escolar con alegría porque sabemos que contamos contigo. #UnCuadernoParaFeyAlegría #Colabora pic.twitter.com/mewG3BcovW
— UESanFranciscodeAsís (@UESanfrancisco1) September 10, 2018
La directora nacional de las escuelas de Fe y Alegría también contó que brindarán a sus docentes un programa de inducción sobre el manejo de las emociones. “Es un refrescamiento de primeros auxilios pedagógicos. La idea es que puedan tener un mínimo de tranquilidad y esto repercuta en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los muchachos”, dijo.
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Garantizar la permanencia en las aulas. A una semana para el comienzo de clases, Fe y Alegría reanudó las inscripciones con la expectativa de ocupar todos sus pupitres. Pese a que la mayoría de la matrícula se registra en julio, ese mes apenas se inscribieron 50 mil alumnos, menos de la mitad de los que iniciaron actividades el año escolar pasado.
“Nos llama la atención que no todas las familias acudieron al primer llamado de inscripción”, dijo a Efecto Cocuyo la directora nacional de las escuelas de Fe y Alegría, Noelbis Aguilar.
Indicó que en septiembre de 2017 comenzaron las clases con poco más de 113 mil estudiantes, pero al cierre del año tenían alrededor de 90 mil 900. “Al momento de retirarlos, la mayoría de los padres explicaban que era porque se iban del país”, dijo.
Para julio, Fe y Alegría contabilizaba 4 mil niños, niñas y adolescentes que quedaron al cuidado de otros familiares porque uno o ambos padres emigraron, fenómeno que Cecodap denomina como Niñez Dejada Atrás. Algunos de ellos también tuvieron que cambiar de escuela porque se mudaron de municipio o estado.
“Con estos estudiantes hay que incrementar la atención socioafectiva. De lo contrario, a nivel cognitivo no va a rendir”, señaló Aguilar.
La educadora indicó que, pese a que unos 22 mil estudiantes salieron de sus planteles en el período que culminó, esperan recibir también a alumnos que provenían de colegios privados con mensualidades más elevadas.
Insistió en que, este año, la red tiene como prioridad proveer a los estudiantes de “espacios de protección” para que pese a las dificultades que atraviesa el país, estos puedan desarrollar sus potencialidades.
Un reto importante que debe afrontar el sector, señaló Aguilar, es el de frenar la deserción escolar en educación media. “Hay que acompañar a los adolescentes en sus proyectos de vida. Muchos prefieren dejar la escuela y comenzar a trabajar, particularmente en los estados fronterizos”, expresó.
“Indistintamente si van con el uniforme, o no, lo fundamental es que vayan a la escuela. Queremos que las familias se sientan despreocupadas. Puede pasar que no los quieren mandar (a clases) porque no tienen todos los útiles. Les decimos que como los manden, los vamos a recibir”, aseguró la educadora.
Añadió que también suman esfuerzos para brindar una educación de calidad y brindarles una merienda diaria sencilla a los estudiantes.
Aguilar informó que durante esta semana se realizarán en las distintas instituciones jornadas de mantenimiento, reparaciones y limpieza de los planteles con el apoyo de los padres y representantes. En algunos sectores también se efectuarán ollas solidarias.
“Queremos tener escuelas dignas para recibir con alegría a nuestros muchachos. En medio de estas circunstancias que vive el país hay que inyectar un poco de esperanza. Sin desvincularse de la realidad, hay que mirar las oportunidades”, dijo.
La institución continúa, además, su campaña “Un cuaderno para Fe y Alegría” para que cada alumno pueda contar con al menos un cuaderno y un lápices para regresar a las aulas.
Iniciamos el año escolar con alegría porque sabemos que contamos contigo. #UnCuadernoParaFeyAlegría #Colabora pic.twitter.com/mewG3BcovW
— UESanFranciscodeAsís (@UESanfrancisco1) September 10, 2018
La directora nacional de las escuelas de Fe y Alegría también contó que brindarán a sus docentes un programa de inducción sobre el manejo de las emociones. “Es un refrescamiento de primeros auxilios pedagógicos. La idea es que puedan tener un mínimo de tranquilidad y esto repercuta en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los muchachos”, dijo.