A la plataforma de jóvenes Gritemos con Brío le preocupa que la deficiencia del servicio de internet en Venezuela impida a los estudiantes alcanzar los objetivos educativos «a distancia».
“El señor (Aristóbulo) Istúriz y (Nicolás) Maduro mienten y ellos tienen que tener claro que en Venezuela no se puede dar clases a distancia, porque es pésimo el servicio de internet y se registran apagones todos los días”, manifestó Miguel Barone, coordinador nacional de Gritemos con Brío.
Un día antes, el ministro de educación del gobierno bolivariano, Aristóbulo Istúriz, confirmó que los estudiantes no se reincorporarían presencialmente después de Semana Santa. Esta decisión surge para continuar con las medidas de prevención ante el contagio de COVID-10.
La organización avocada a la defensa de los derechos de la juventud dio a conocer su posición ante las órdenes ministeriales en un comunicado emitido este 8 de abril.
Barone aseguró que, en muchas entidades, los estudiantes no cuentan con los recursos necesarios para poder recibir clases en remoto. Menos para ser evaluados por sus maestros en una modalidad virtual.
El servicio de internet penetra con mucha dificultad apenas a un 56% del territorio nacional. Mientras que el 44% restante se encuentra sin conectividad. Asimismo, recordó que estados como Táchira, Zulia, Mérida y otros que pasan más de 18 horas sin energía eléctrica.
El también dirigente estudiantil exhortó a las autoridades y comunidad estudiantil en general a prestar apoyo ante esta contingencia de emergencia nacional. De esta manera los jóvenes venezolanos pueden «recibir una educación eficiente y culminar el año escolar dignamente».
“Entendemos que las medidas preventivas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son una necesidad, para evitar la propagación del COVID-19, pero no se puede aprovechar el contexto de una pandemia para someter a la población a un régimen de desorientación y de persecución, donde de paso encontramos vulneraciones importantes en los derechos humanos, en la medida que se impone una continuidad escolar vía internet, cuando sabemos que no existen las condiciones”, indicó Barone.
La organización nació en enero del 2019 bajo la coyuntura política surgida tras el desconocimiento de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
Desde entonces, han impartido cineforos, talleres de formación de derechos humanos y visitas a 16 comunidades vulnerables en el país. Hasta el momento la organización trabaja en Distrito Capital, Aragua, Zulia, Lara, Bolívar, Anzoátegui, Carabobo y Táchira.
Uno de sus principales ejes ha sido la defensa del derecho a la educación en el país.
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A la plataforma de jóvenes Gritemos con Brío le preocupa que la deficiencia del servicio de internet en Venezuela impida a los estudiantes alcanzar los objetivos educativos «a distancia».
“El señor (Aristóbulo) Istúriz y (Nicolás) Maduro mienten y ellos tienen que tener claro que en Venezuela no se puede dar clases a distancia, porque es pésimo el servicio de internet y se registran apagones todos los días”, manifestó Miguel Barone, coordinador nacional de Gritemos con Brío.
Un día antes, el ministro de educación del gobierno bolivariano, Aristóbulo Istúriz, confirmó que los estudiantes no se reincorporarían presencialmente después de Semana Santa. Esta decisión surge para continuar con las medidas de prevención ante el contagio de COVID-10.
La organización avocada a la defensa de los derechos de la juventud dio a conocer su posición ante las órdenes ministeriales en un comunicado emitido este 8 de abril.
Barone aseguró que, en muchas entidades, los estudiantes no cuentan con los recursos necesarios para poder recibir clases en remoto. Menos para ser evaluados por sus maestros en una modalidad virtual.
El servicio de internet penetra con mucha dificultad apenas a un 56% del territorio nacional. Mientras que el 44% restante se encuentra sin conectividad. Asimismo, recordó que estados como Táchira, Zulia, Mérida y otros que pasan más de 18 horas sin energía eléctrica.
El también dirigente estudiantil exhortó a las autoridades y comunidad estudiantil en general a prestar apoyo ante esta contingencia de emergencia nacional. De esta manera los jóvenes venezolanos pueden «recibir una educación eficiente y culminar el año escolar dignamente».
“Entendemos que las medidas preventivas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son una necesidad, para evitar la propagación del COVID-19, pero no se puede aprovechar el contexto de una pandemia para someter a la población a un régimen de desorientación y de persecución, donde de paso encontramos vulneraciones importantes en los derechos humanos, en la medida que se impone una continuidad escolar vía internet, cuando sabemos que no existen las condiciones”, indicó Barone.
La organización nació en enero del 2019 bajo la coyuntura política surgida tras el desconocimiento de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
Desde entonces, han impartido cineforos, talleres de formación de derechos humanos y visitas a 16 comunidades vulnerables en el país. Hasta el momento la organización trabaja en Distrito Capital, Aragua, Zulia, Lara, Bolívar, Anzoátegui, Carabobo y Táchira.
Uno de sus principales ejes ha sido la defensa del derecho a la educación en el país.