Una de las grandes obras maestras del cine. Martin Scorsese siempre será considerado un maestro de las películas, el director tiene una visión única que hace que cada uno de sus trabajos parezca tener un sello de calidad asegurado. El Irlandés, su última producción considerada uno de sus mejores trabajos, no es la excepción.
El último trabajo del director de origen italiano trajo consigo varios debates a la mesa. Su duración de más de tres horas y 20 minutos, además su corta estadía en unas pocas salas de cine hasta su estreno el pasado 27 de noviembre en la plataforma digital Netflix, generó una discusión sobre la manera en la que las películas deben verse.
¿Deben verse en las salas de cine o en estos servicios de entretenimiento por streaming?, ¿La manera de verlas es corrida o pueden dosificarse en capítulos como una serie de televisión?.
La película cuenta la historia de Frank Sheeran (Robert De Niro), un veterano de la Segunda Guerra Mundial que trabaja como estafador y sicario. A lo largo de la cinta, Sheeran cuenta sobre su relación con Jimmy Hoffa (Al Pacino), uno de los más famosos sindicalistas de Estados Unidos, quien desapareció en la década de los 70, hecho que hasta ahora es uno de los más grandes misterios de la historia norteamericana.
Esta no es una película acelerada como Casino, El Lobo de Wall Street u otras de sus cintas. En esta oportunidad, Scorsese se tomó el tiempo para contar una historia con tranquilidad, contemplada desde la vejez de sus personajes, obteniendo como resultado una obra que resulta hipnótica de principio a fin.
La mayoría de los trabajos de Martin Scorsese se han tratado de historias que tienen como tema central a hombres violentos que, al final, ven sus vidas desde una perspectiva más madura y se preguntan si valió la pena.
Los primeros dos minutos de El Irlandés reafirman esta idea claramente. El cineasta nos presenta un plano secuencia que recorre un geriátrico, en el que se evidencia un estado de soledad, decadencia y abandono.
Al principio de la cinta, la cámara se mueve de manera sigilosa y busca entre ancianos, enfermeras, sillas de ruedas y mecedoras, mientras suena de fondo una música suave de los 50. Es allí donde Scorsese nos presenta a su protagonista, un Robert De Niro anciano y cansado que empezará a relatar su vida como uno de los más peligrosos asesinos de la mafia y su papel en uno de los sucesos más importantes de Estados Unidos.
El director creó una cinta profunda que se sumerge en los rincones más oscuros de la memoria de un hombre en búsqueda de redención. La historia abarca cinco décadas, una mezcla de tiempos diferentes que van de uno a otro en armonía. No se trata de flashbacks, ya que ninguno es más importante que otro, es la crónica de un viaje que se desplaza hasta terminar donde inició.
Si bien El irlandés es una película sobre mafiosos, también es una cinta sumamente política. Scorsese desnuda ante la pantalla a un país en una historia que habla de ambición, poder, corrupción, avaricia y crueldad.
El guión de esta cinta está basado en el libro biográfico I Heard You Paint Houses (Escuché que pintas casas) de Charles Bandit, que fue escrito en base a las confesiones del verdadero Frank Sheeran. El título del texto, además, hace referencia a un eufemismo utilizado en la época para referirse a quienes eran asesinos a sueldo.
A lo largo de esta cinta, el director narra una historia sobre el rol de la mafia en la historia de EEUU, que va desde las luchas sindicales hasta el asesinato del presidente John F. Kennedy.
Martin Scorsese, reúne por primera vez en la historia en esta cinta a dos gigantes del cine: Robert De Niro y Al Pacino. Estos actores prácticamente consolidaron las películas de gangster como género con largometrajes como Los Buenos Muchachos y Cara cortada. En esta cinta nos muestran las que podrían ser las mejores actuaciones de sus carreras.
Además a esta dupla se le suma Joe Pesci, quien tampoco es la excepción y nos ofrece una interpretación magnífica de Russell Bufalino, un mafioso italiano muy al estilo del cine de Copola y su legendaria trilogía El Padrino.
El irlandés es una cinta que, a simple vista, podría tratarse simplemente sobre mafiosos y políticos corruptos, pero Martin Scorsese va más allá de eso. El director brinda un drama que habla sobre la traición, la muerte y la culpa pero sobre todo sobre del deterioro. Scorsese retrata en una historia a personajes que en su momento fueron sumamente poderosos pero que, a pesar de esto, tampoco pudieron escapar del paso del tiempo.
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