Poco que celebrar, mucho que exigir. Este miércoles 10 de marzo, cuando en Venezuela se conmemora el Día del Médico, el gremio suma a sus reclamos que se garantice el acceso a las vacunas contra el coronavirus para todo el personal sanitario en Venezuela.
A casi un año desde la llegada de la pandemia al país, al menos 280 trabajadores de la salud murieron por COVID-19 en el territorio, entre ellos 230 médicos (175 hombres y 56 mujeres), de acuerdo al monitoreo realizado por Efecto Cocuyo.
El seguimiento realizado por la ONG Médicos Unidos arroja incluso una cifra más alta: indican que 354 trabajadores sanitarios fallecidos debido a la enfermedad, en un contexto donde el material de bioseguridad era insuficientes para su protección.
Por eso, este 10 de marzo, cuando se conmemora el natalicio del médico José María Vargas, la asociación hizo un llamado a la administración de Nicolás Maduro a priorizar el acceso a las vacunas para el sector y garantizar el mayor alcance.
La primera fase de vacunación en Venezuela iniciaron el pasado 18 de febrero con la vacuna rusa Sputnik V. Sin embargo, no se tiene información precisa sobre la cantidad de beneficiados en el sector.
«En este Día del Médico, no queremos ser llamados héroes, queremos que se nos trate cómo profesionales de alto riesgo que necesitan protección. Proteger al personal no solo es un derecho, es un deber para garantizar asistencia y vida», publicaron en su cuenta de Twitter.
Los riesgos para el sector no solo se refieren al contagio de coronavirus. Varios han sido amedrentados e incluso sancionados por informar sobre la respuesta del gobierno ante esta nueva crisis sanitaria.
Previo a la pandemia del coronavirus, las y los médicos venezolanos ya se enfrentaban a un colapso del sistema público de salud en el país.
En los últimos años, junto a otros profesionales de la salud, el gremio ha protestado por el deterioro de la infraestructura hospitalaria, el incremento de la inseguridad, y la escasez de insumos y equipos. Así lo han recalcado también distintas organizaciones nacionales e internacionales.
A estas circunstancias se agregan los bajos salarios que perciben en el sector público. Un médico adjunto con dos posgrados en un hospital tipo IV en Caracas (con atención especializada) cobra entre 10.000.000 a 14.000.000 el mes (entre 5, 3 y 7,4 dólares mensuales según la tasa del Banco Central de Venezuela de este 10 de marzo).
La relatora especial de las Naciones Unidas sobre medidas coercitivas unilaterales y derechos humanos, Alena Douhan, mencionó en su más reciente visita a Venezuela que una de las consecuencias de la crisis económica en el país era la migración, incluyendo especialistas de alto nivel del sector público como médicos, enfermeras, profesores, entre otros.
De acuerdo a la Federación Médica Venezolana, a la fecha más de 33.000 médicos han dejado Venezuela «empujados por la crisis humanitaria y la falta de recursos para ejercer la medicina», refiere el trabajo de investigación Médicos venezolanos: al otro lado de la frontera. Los principales países receptores son Perú y Argentina.
Debido a la pandemia del coronavirus, unos 1.400 médicos venezolanos en Perú y otros 550 en Argentina se sumaron al sistema de salud pública de esos países.
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Poco que celebrar, mucho que exigir. Este miércoles 10 de marzo, cuando en Venezuela se conmemora el Día del Médico, el gremio suma a sus reclamos que se garantice el acceso a las vacunas contra el coronavirus para todo el personal sanitario en Venezuela.
A casi un año desde la llegada de la pandemia al país, al menos 280 trabajadores de la salud murieron por COVID-19 en el territorio, entre ellos 230 médicos (175 hombres y 56 mujeres), de acuerdo al monitoreo realizado por Efecto Cocuyo.
El seguimiento realizado por la ONG Médicos Unidos arroja incluso una cifra más alta: indican que 354 trabajadores sanitarios fallecidos debido a la enfermedad, en un contexto donde el material de bioseguridad era insuficientes para su protección.
Por eso, este 10 de marzo, cuando se conmemora el natalicio del médico José María Vargas, la asociación hizo un llamado a la administración de Nicolás Maduro a priorizar el acceso a las vacunas para el sector y garantizar el mayor alcance.
La primera fase de vacunación en Venezuela iniciaron el pasado 18 de febrero con la vacuna rusa Sputnik V. Sin embargo, no se tiene información precisa sobre la cantidad de beneficiados en el sector.
«En este Día del Médico, no queremos ser llamados héroes, queremos que se nos trate cómo profesionales de alto riesgo que necesitan protección. Proteger al personal no solo es un derecho, es un deber para garantizar asistencia y vida», publicaron en su cuenta de Twitter.
Los riesgos para el sector no solo se refieren al contagio de coronavirus. Varios han sido amedrentados e incluso sancionados por informar sobre la respuesta del gobierno ante esta nueva crisis sanitaria.
Previo a la pandemia del coronavirus, las y los médicos venezolanos ya se enfrentaban a un colapso del sistema público de salud en el país.
En los últimos años, junto a otros profesionales de la salud, el gremio ha protestado por el deterioro de la infraestructura hospitalaria, el incremento de la inseguridad, y la escasez de insumos y equipos. Así lo han recalcado también distintas organizaciones nacionales e internacionales.
A estas circunstancias se agregan los bajos salarios que perciben en el sector público. Un médico adjunto con dos posgrados en un hospital tipo IV en Caracas (con atención especializada) cobra entre 10.000.000 a 14.000.000 el mes (entre 5, 3 y 7,4 dólares mensuales según la tasa del Banco Central de Venezuela de este 10 de marzo).
La relatora especial de las Naciones Unidas sobre medidas coercitivas unilaterales y derechos humanos, Alena Douhan, mencionó en su más reciente visita a Venezuela que una de las consecuencias de la crisis económica en el país era la migración, incluyendo especialistas de alto nivel del sector público como médicos, enfermeras, profesores, entre otros.
De acuerdo a la Federación Médica Venezolana, a la fecha más de 33.000 médicos han dejado Venezuela «empujados por la crisis humanitaria y la falta de recursos para ejercer la medicina», refiere el trabajo de investigación Médicos venezolanos: al otro lado de la frontera. Los principales países receptores son Perú y Argentina.
Debido a la pandemia del coronavirus, unos 1.400 médicos venezolanos en Perú y otros 550 en Argentina se sumaron al sistema de salud pública de esos países.