“Este próximo 30 de abril, sin temor a equivocarnos, podemos declararlo como día de júbilo en Venezuela y en tantos otros países donde se venera a José Gregorio Hernández”. Así se expresó la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a pocas horas de la beatificación del “médico de los pobres”.
La CEV emitió un comunicado felicitando a todos los venezolanos. “El Señor ha estado grande con nosotros y eso nos llena de gran alegría. Seremos testigos de un acontecimiento que marcará la vida de todos los ciudadanos y creyentes del país, pues uno de nosotros, con olor a pueblo y con el perfume del amor de Dios, será elevado a la gloria de los altares”.
Y califica la beatificación como un importante paso en “la historia de la salvación que compartimos en Venezuela desde los inicios de la evangelización en 1498. Un paso dado gracias a la herencia recibida de tantos hermanos que propusieron y promovieron todo el proceso correspondiente según las normas de la Iglesia… Pedimos a Dios la gracia de un nuevo milagro para la canonización de José Gregorio, y que sea el primer santo venezolano”.
Extienden sus palabras de agradecimiento al Santo Padre, Francisco, por la aprobación para que se realice la beatificación. “El pueblo venezolano mantiene una fiel devoción al sucesor del apóstol Pedro. Seguiremos orando por su ministerio. De igual forma queremos agradecer al Cardenal, Pietro Parolin, Secretario de Estado, por su disponibilidad al querer presidir la celebración… Lamentamos que no pueda venir. Nuestro agradecimiento al Nuncio Apostólico, Aldo Giordano, quien recibió por parte del Santo Padre la misión de presidir la ceremonia de beatificación”.
Los obispos sostienen que la declaración de beato llega en un momento particular en Venezuela y el mundo: la pandemia del COVID19, unida a la profunda crisis que atraviesa el país. “Este acontecimiento es una luz de esperanza para todos nosotros. Quien en su época dedicó lo mejor de su inteligencia para prepararse a fin de servir a su pueblo, y dio junto con otros compañeros médicos una respuesta clara y llena de justicia y caridad ante el deteriorado servicio de salud de entonces y la epidemia de la gripe española”.
Y dicen que, en estos tiempos difíciles, cuando se sentir la tentación del desaliento y de la desesperanza, José Gregorio Hernández surge como un faro para iluminar el camino y compromiso. “Su entrega solidaria nos recuerda que debemos manifestarnos como hermanos y buscar que nadie pase necesidad. La alegría que lo distinguió es una invitación a ver con ojos de fe la tarea que debemos seguir emprendiendo”.
Por tanto, exhortan a aprovechar este acontecimiento como una expresión de la gracia y del amor de Dios hacia todos nosotros. “Al igual que el nuevo beato, con la ayuda del Espíritu Santo tengamos ojos de fe y esperanza para mirar hacia el horizonte y ser capaces de hacer realidad lo que nos identifica como discípulos de Jesús: el amor entre los hermanos.
“Este próximo 30 de abril, sin temor a equivocarnos, podemos declararlo como Día de Júbilo en Venezuela y en tantos otros países donde se venera a José Gregorio Hernández. Al seguir la ceremonia de su beatificación, convirtamos cada uno de nuestros hogares, instituciones, comunidades y toda la nación en un inmenso coro para proclamar las maravillas del Señor”, se lee en el comunicado enviado este 28 de abril.