A  Rafael Esquivel,  presidente de la Federación Venezolana de Fútbol,  le asignan un papel protagónico en la trama de corrupción develada por el FBI y la justicia estadounidense. Según el documento acusatorio, el venezolano en su rol de alto miembro de la Conmebol solicitó dinero para garantizar a dos empresas  los derechos de comercialización de ediciones de la Copa América.

De acuerdo con lo  publicado por la Fiscalía estadounidense ( ver documento al final de esta nota), el presidente de la FVF es señalado por el Departamento de Justicia de EEUU de haber solicitado pagos de comisiones a la empresa Traffic Group  para la comercialización de los derechos comerciales de la Copa América 2007, celebrada en Venezuela, las ganancias de allí derivadas   y la edición de 2011 realizada en Argentina, lo cual alcanzaría  2 millones 700 mil dólares. Además se le menciona en un acuerdo de cobro de comisiones,  a repartir entre varios cómplices,  por la aún no celebrada Copa América Centenario 2016, así como las próximas ediciones del torneo continental hasta 2023, para lo cual una novel empresa, Datisa, habría acordado pagar 100 millones de dólares en sobornos y comisiones.

La conspiración 

La investigación del Departamento de Justicia revela  doce tramas de presunto  cobro de comisiones, blanqueo de capitales, obstrucción de la justicia  y hasta compra de votos en eventos deportivos organizados por la  Concacaf, la Conmebol, la CBF y la CBU. Además devela irregularidades  para la escogencia de la presidencia de la Fifa en 2011 y  de la sede del Mundial 2010.

En total hay 9 altos cargos de la Fifa involucrados, cinco ejecutivos de compañías de mercadeo y  más 25  cómplices- ex miembros de la Fifa o de empresas privadas-  que no fueron identificados aunque se indica que sus nombres los tiene el Gran Jurado y además ofrecen todas las señales para ubicarlos. También hay cuatro acusados previamente que se declararon culpables y son en parte testigos contra los nuevos indiciados.

En un documento de 164 páginas dado a conocer por la Fiscalía estadounidense se especifican 47 cargos para los acusados.

De acuerdo con las autoridades,  el presidente de la FVF enfrenta cargos por fraude, soborno y lavado de dinero. Además de presuntamente formar parte de una trama de corrupción que abusó de sus cargos para perjudicar a la Fifa al enriquecerse ilícitamente. Las condenas podrían llegar a 20 años y además si es hallado culpable debe pagar una multa y restituir el dinero mal habido.

En el documento no se ofrecen los nombres de las 25 personas que desde las empresas y puestos en organismos de la Fifa  habrían participado en las irregularidades, pero se describen sus posiciones.

En el caso de Esquivel, de 68 años de edad, su cómplice necesario  y testigo a la vez del pago de comisiones es señalado como el “conspirador 2” y descrito como fundador y dueño de la empresa multinacional Traffic Group, radicada en Sao Paulo, Brasil.

El dueño de Traffic Group es el brasileño  José Hawilla quien el 12 de diciembre de 2014, se declaró culpable de cuatro cargos: conspiración de crimen organizado, conspiración fraude, lavado de dinero y obstrucción a la Justicia.  Hawilla declaró haber pagado mas de 150 millones de dólares en coimas.

De vuelta al documento de la Fiscalía estadounidense, además de Esquivel estos son los señalados, quienes fueron, la mayoría de ellos ya en custodia de las autoridades.

  •  Jeffrey Webb:  Actual vicepresidente Fifa, miembro del comité ejecutivo, presidente de la CONCACAF,  miembro de la CFU, miembro del comité ejecutivo, y presidente de Asociación de Fútbol de  Islas Caimán
  • Eduardo Li:  Miembro miembro electo Fifa, miembro del comité ejecutivo de la Concacaf y presidente de  Federación de Fútbol de Costa Rica
  • Julio Rocha: oficial de desarrollo  de la FIFA. Expresidente de la Unión Centroamericana de Fútbol (UNCAF) y presidente de la federación de fútbol de Nicaragua.
  • Costas Takkas: agregado actual al presidente de la Concacaf
  • Jack Warner: Ex vicepresidente de la FIFA y miembro del comité ejecutivo, ex presidente de la Concacaf y de la Federación de Fútbol de Trinidad y Tobago.
  • Eugenio Figueredo: Vicepresidente de la Fifa y miembro del comité ejecutivo. Expresidente de la Conmebol y la federación de fútbol de Uruguay.
  • José Maria Marin: Miembro actual de la comisión organizadora de la FIFA para los torneos de fútbol olímpicos.  Expresidente de la CBF.
  • Nicolás Leoz: El ex miembro del comité ejecutivo de la FIFA y ex presidente de la Conmenbol.

Cuatro de los acusados ​​eran los ejecutivos de marketing deportivo:

  • Alejandro Burzaco: Gerente de Torneos y Competencias SA, una empresa de marketing deportivo con sede en Argentina, y sus afiliados.
  • Aaron Davidson: Presidente de Traffic Sports EE.UU.
  • Hugo y Mariano Jinkis: Gerentes  Completa Jugar Group SA, una empresa de marketing deportivo con sede en Argentina, y sus afiliados.

Y uno de los acusados ​​es del  negocio de la radiodifusión, pero supuestamente sirvió de intermediario para facilitar los pagos ilícitos entre los ejecutivos de marketing de deportes y dirigentes del fútbol:

José Margulies: Control principal de Valente Corp. y Somerton Ltd

Todos son  acusados de conspirar y se aprovecharse de sus cargos en los distintos organismos de la Fifa para solicitar, aceptar, ofrecer sobornos y pagos ilegales.

Para lograr sus cometidos, los señalados usaron distintas tácticas para esconder el origen de los fondos o las razones de los pagos, incluyendo la creación de empresas de maletín y apertura de cuentas en paraísos fiscales.

Las actividades ilícitas abarcan un periodo de 25 años durante los cuales los detenidos fueron ganando espacios en la Fifa y sus organismos.

Jack Warner, de Trinidad y Tobago, es identificado como  el principal propiciador de la corrupción, la cual data de 1983 cuando Warner se erigió como vicepresidente de la Concacaf. A la larga seria uno de los hombres más poderosos de la Fifa.

En detalle

Según la Fiscalía, los acusados usaron el sistema financiero de EEUU para cometer los delitos. En el caso de Esquivel señalan que la FVF manejaba negocios a través de entidades financieras en Nueva York, Florida y otras instituciones regionales.  Agrega que Esquivel y otros de los acusados manejaban personalmente cuentas en sucursales de las principales entidades financieras en NY, Florida y San Francisco.

De acuerdo con el punto 117 del documento acusatorio, en 2007, Rafael Esquivel solicitó a través de Jose Margulies ( otro de los acusados) que Traffic Group le pagara  un millón de dólares para permitirle que continuara con los derechos exclusivos de mercadeo de la Copa America. Se indica que Hawilla estuvo de acuerdo con pagar el soborno. Además, se afirma que Esquivel igualmente solicitó por su cuenta a otro ejecutivo de Traffic Group más dinero derivado de las ganancias de la empresa. El ejecutivo acordó pagarle 700 mil dólares. La historia no acaba aquí. Según la acusación, cuatro años después, en un encuentro de Buenos Aires, Esquivel le exigió directamente a Hawilla otro millón de dólares, lo cual aceptó porque esperaba que Esquivel apoyará a Traffic Group en una disputa de derechos con otra empresa.

En 2013,  luego de una querella por los derechos de trasmisión de   de la Copa America 2015 y las ediciones  posteriores,   y de una lucha de poder interna en la Conmebol,   fue creada una nueva empresa llamada Datisa. La formalización de la empresa fue el 21 de mayo de 2013 y cuatro días después firmaba un contrato con la Conmebol por un monto de $ 317.5 millones, para tener los derechos de comercialización de las ediciones de 2015, la especial de 2016 ( una edición por los 100 años del torneo), 2019 y 2023.

La recién creada empresa acordó pagar 100 millones de dólares en comisiones a ser distribuidos entre altos oficiales de la Conmebol. Entre los que pidieron  y/o recibieron pagos está Esquivel,  según el documento.

Entre enero y julio de 2014, tres de los acusados enviaron dinero a través de  Bayan, una compañía panameña formada para pagar las comisiones, a cuentas de compañías manejadas directamente por Esquivel en sucursales de  UBS, Bank of America y Espirito Santo, en Miami.

Con todo este expediente, el presidente de la FVF enfrenta cargos por lavado de dólares, corrupción y obstrucción de la justicia.

Uno de los principales testigos es el propio Jose Hawilla, quien se declaró culpable de cuatro cargos.

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