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En medio de un proceso de campaña política que decidirá el próximo 28 de septiembre quién será el nuevo presidente de Afganistán, los talibanes están cumpliendo su promesa: boicotear violentamente todo el proceso electoral, con el fin de impedir su celebración por considerar que las elecciones están manipuladas por las potencias extranjeras.

Es así como la jornada de este martes (17.09.2019) se inscribe como un día trágico, luego que dos atentados fueran perpetrados en distintas zonas del país asiático. El saldo que se lleva hasta ahora es de al menos 48 muertos y 70 heridos.

El primer ataque se registró al mediodía cuando una bomba explotó cerca del recinto donde se efectuaba un mitin electoral del presidente afgano, Ashraf Ghani, que busca la reelección frente a 17 candidatos. La explosión de un artefacto que habría estado adherido a un vehículo policial en una de las calles principales de Char-e-Kar, capital de la provincia de Parwan habría dejado 26 muertos, además de 46 heridos.

El segundo ataque, reivindicado por los talibanes, se efectuó contra una oficina del Ministerio de Defensa en Kabul. El estallido tuvo lugar solo horas después de la explosión en las cercanías del mitin del mandatario afgano, dejando 22 muertos y 38 heridos.

La formación insurgente recordó que ya habían «advertido a la gente que no acuda a actos electorales» por considerarlos objetivos militares.