Los precios del barril de petróleo se recuperaron durante el 2017, luego de una racha de dos años de tendencia a la baja en su valor, por lo que los países que conforman la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) esperan mejorías en sus economías afectadas por las caídas de los costos del crudo, entre 2014 y 2016.
Sin embargo, países como Venezuela, pese a la subida de los precios, necesitaran más tiempo para salir de la crisis, según firmas financieras como Fitch, las cuales declaran que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se encuentra en default, luego de no cumplir a tiempo con sus compromisos internacionales.
El crudo venezolano, que se cotiza en yuanes (moneda china), cerró el pasado viernes 29 de diciembre en 378,95 yuanes (57,85 dólares) el barril, mientras que el crudo intermedio de Texas (WTI) alcanzó los 59,26 y el Brent (que es el de mayor calidad) se cotiza en 66,07 dólares. Ninguno de los tipos de petróleos habían superado los 60 dólares desde 2016.
El Gobierno venezolano culpó de los impagos a las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump, como declaró el pasado 30 de noviembre el presidente de la compañía, Manuel Quevedo: «Nosotros tenemos disponibles esos recursos, pero cuando hay ese proceso de desembolso a quien corresponde, es la banca, por mandato de Estados Unidos, quien comienza una operación de bloqueo“.
Como alternativa a las sanciones económicas impuestas por el Gobierno estadounidense contra Pdvsa, el presidente Nicolás Maduro anunció la creación de una nueva criptomoneda denominada “Petro” para combatir el “bloqueo financiero”.
Lea también: El Petro tendrá respaldo en un barril de petróleo u otro material mineral de la República
Venezuela no solo enfrenta el impago de la deuda externa, sino además, la caída de la producción de crudo, que ha sido mucho mayor a la registrada por otros productores, que redujeron la extracción de petróleo para repuntar el precio del hidrocarburo.
Según datos de la Opep, Venezuela lleva 25 meses de contracción en la producción. 2.360.000 barriles diarios en septiembre de 2015 a 1.863.000 al cierre de octubre de 2017. La cifra más baja desde fines de la década de 1980.
La Opep señala la mejoría en los precios se deben a los recortes de producción desde el 1 de enero de 2017. Las 14 naciones que pertenecen a la organización y sus aliados, entre ellos Rusia y México, acordaron retirar del mercado 1,8 millones de barriles diarios de crudo para salir de la crisis desatada a mediados de 2014, cuando un fuerte exceso de la oferta y la desaceleración de la demanda provocaron el desplome de los «petroprecios«.
El valor del barril, que llevaba más de tres años cotizando por encima de los 100 dólares, se precipitó hasta mínimos no vistos en doce años, de menos de 30 dólares (principios de 2016).
«Era un problema extraordinario que requería una respuesta extraordinaria», explicó a la agencia de noticias EFE Jason Schenker, presidente de Prestige Economics, tras reconocer que hace un año veía más bien con escepticismo la alianza de 24 productores y su acuerdo.
«Sí que me ha sorprendido, al igual que, creo, a la mayoría de los analistas, que el recorte (de la producción) haya funcionado y durante tanto tiempo», comenta el analista.
Este factor alcista se suma a la perspectiva de un crecimiento vigoroso de la demanda, impulsado por la mejora de la coyuntura mundial: la Agencia Internacional de la Energía (Oiea, por sus siglas en inglés) estima que el consumo planetario de crudo será este año de 1,5 mbd (millones de barriles diarios), superior a 2016 y subirá otros 1,3 mbd en 2108, hasta 98,9 mbd.
Pese a los conflictos y diferencias entre los exportadores de petróleos, el propósito de rescatar el precio del barril se impuso tanto a las enfrentadas posiciones entre Moscú (Rusia) y Riad (Arabia Saudita) con respecto al conflicto sirio, como a la creciente rivalidad entre Irán y la propia Arabia Saudita.
Analistas señalan que existe el interés de optimizar el «petroprecio» por parte de los saudíes, de cara a la privatización del 5% de la empresa Saudi Aramco, la mayor petrolera estatal del mundo, prevista para la segunda mitad de 2018.
La crisis del petroleo afectó también a Ecuador, el tercer país latinoamericano más sensible a la caída de precio del crudo después de Venezuela y Colombia, según el grupo Coface.
Los problemas económicos-financieros llevaron a Quito a anunciar en octubre que pediría a la Opep una excepción del recorte para poder bombear más crudo, pero desistió semanas después, cuando se reforzó la tendencia alcista de los precios.
Según explicó a EFE el ministro ecuatoriano de Hidrocarburos, Carlos Pérez, finalmente el valor del barril ha superado las expectativas iniciales, de modo que no sólo ha compensado los menores volúmenes de ventas, sino que los ingresos han aumentado.
Con información de EFE
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Los precios del barril de petróleo se recuperaron durante el 2017, luego de una racha de dos años de tendencia a la baja en su valor, por lo que los países que conforman la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) esperan mejorías en sus economías afectadas por las caídas de los costos del crudo, entre 2014 y 2016.
Sin embargo, países como Venezuela, pese a la subida de los precios, necesitaran más tiempo para salir de la crisis, según firmas financieras como Fitch, las cuales declaran que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se encuentra en default, luego de no cumplir a tiempo con sus compromisos internacionales.
El crudo venezolano, que se cotiza en yuanes (moneda china), cerró el pasado viernes 29 de diciembre en 378,95 yuanes (57,85 dólares) el barril, mientras que el crudo intermedio de Texas (WTI) alcanzó los 59,26 y el Brent (que es el de mayor calidad) se cotiza en 66,07 dólares. Ninguno de los tipos de petróleos habían superado los 60 dólares desde 2016.
El Gobierno venezolano culpó de los impagos a las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump, como declaró el pasado 30 de noviembre el presidente de la compañía, Manuel Quevedo: «Nosotros tenemos disponibles esos recursos, pero cuando hay ese proceso de desembolso a quien corresponde, es la banca, por mandato de Estados Unidos, quien comienza una operación de bloqueo“.
Como alternativa a las sanciones económicas impuestas por el Gobierno estadounidense contra Pdvsa, el presidente Nicolás Maduro anunció la creación de una nueva criptomoneda denominada “Petro” para combatir el “bloqueo financiero”.
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Venezuela no solo enfrenta el impago de la deuda externa, sino además, la caída de la producción de crudo, que ha sido mucho mayor a la registrada por otros productores, que redujeron la extracción de petróleo para repuntar el precio del hidrocarburo.
Según datos de la Opep, Venezuela lleva 25 meses de contracción en la producción. 2.360.000 barriles diarios en septiembre de 2015 a 1.863.000 al cierre de octubre de 2017. La cifra más baja desde fines de la década de 1980.
La Opep señala la mejoría en los precios se deben a los recortes de producción desde el 1 de enero de 2017. Las 14 naciones que pertenecen a la organización y sus aliados, entre ellos Rusia y México, acordaron retirar del mercado 1,8 millones de barriles diarios de crudo para salir de la crisis desatada a mediados de 2014, cuando un fuerte exceso de la oferta y la desaceleración de la demanda provocaron el desplome de los «petroprecios«.
El valor del barril, que llevaba más de tres años cotizando por encima de los 100 dólares, se precipitó hasta mínimos no vistos en doce años, de menos de 30 dólares (principios de 2016).
«Era un problema extraordinario que requería una respuesta extraordinaria», explicó a la agencia de noticias EFE Jason Schenker, presidente de Prestige Economics, tras reconocer que hace un año veía más bien con escepticismo la alianza de 24 productores y su acuerdo.
«Sí que me ha sorprendido, al igual que, creo, a la mayoría de los analistas, que el recorte (de la producción) haya funcionado y durante tanto tiempo», comenta el analista.
Este factor alcista se suma a la perspectiva de un crecimiento vigoroso de la demanda, impulsado por la mejora de la coyuntura mundial: la Agencia Internacional de la Energía (Oiea, por sus siglas en inglés) estima que el consumo planetario de crudo será este año de 1,5 mbd (millones de barriles diarios), superior a 2016 y subirá otros 1,3 mbd en 2108, hasta 98,9 mbd.
Pese a los conflictos y diferencias entre los exportadores de petróleos, el propósito de rescatar el precio del barril se impuso tanto a las enfrentadas posiciones entre Moscú (Rusia) y Riad (Arabia Saudita) con respecto al conflicto sirio, como a la creciente rivalidad entre Irán y la propia Arabia Saudita.
Analistas señalan que existe el interés de optimizar el «petroprecio» por parte de los saudíes, de cara a la privatización del 5% de la empresa Saudi Aramco, la mayor petrolera estatal del mundo, prevista para la segunda mitad de 2018.
La crisis del petroleo afectó también a Ecuador, el tercer país latinoamericano más sensible a la caída de precio del crudo después de Venezuela y Colombia, según el grupo Coface.
Los problemas económicos-financieros llevaron a Quito a anunciar en octubre que pediría a la Opep una excepción del recorte para poder bombear más crudo, pero desistió semanas después, cuando se reforzó la tendencia alcista de los precios.
Según explicó a EFE el ministro ecuatoriano de Hidrocarburos, Carlos Pérez, finalmente el valor del barril ha superado las expectativas iniciales, de modo que no sólo ha compensado los menores volúmenes de ventas, sino que los ingresos han aumentado.
Con información de EFE