Un nuevo mercado paralelo. Ya no solo son las divisas, ni los alimentos, sino que el “mercado negro” en Venezuela también abarca a la gasolina, buscada por miles de conductores en medio de una caída sin precedentes en la producción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y subsidios que convierten al combustible en el producto más barato del país.

Sin embargo, nuevos episodios de escasez de gasolina se acentuaron en distintas regiones. Especialmente en los estados Zulia, Portuguesa, Aragua, Carabobo, Táchira y Mérida, donde las filas son largas y constantes en las estaciones de servicio. Mientras tanto, las cargas son desviadas hacia Caracas para surtir a la capital.

Las consecuencias también se han hecho sentir inmediatamente: funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y bomberos en las gasolineras cobran y reciben dólares a cambio de llenar tanques de vehículos o pimpinas. Así lo indicaron distintos testigos en conversación telefónica con Efecto Cocuyo.

“En la provincia están apagados los dispensadores de gasoil y no hay gasolina”, choferes de rutas largas

Las colas pueden durar horas y hasta días. Las ciudades se paralizan mientras los venezolanos pasan su tiempo en búsqueda de combustible. Las actividades del sector agropecuario, los servicios de transporte y el educativo se han visto afectadas, quedando obligados a suspender sus labores por la escasez.

La principal razón, explicaron economistas y trabajadores de Pdvsa, radica en el descalabro productivo de la estatal y de sus refinerías. De una capacidad instalada de refinación de 1.6 millones de barriles diarios, solo se procesan 100.000 b/d, según el diputado José Guerra.

El combustible restante para abastecer al mercado interno debe importarse. Pero el país no genera las suficientes divisas para hacerlo.

Dólares, bolívares en efectivo y comida por gasolina

20 dólares a cambio de 80 litros de combustible; o 6.000 bolívares en efectivo por cinco litros. Esos eran los precios que, tanto funcionarios como bomberos, cobraban en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, la semana pasada.

Valentina Rodríguez* lo presenció. Corría una tarde calurosa cuando, a la vista de todos, un uniformado de la GNB administraba la fila. Eso sí, quien se negara a pagar los nuevos precios tendría que hacer una cola de horas.

El intercambio no se hace dentro de las estaciones, sino en los alrededores. Allí, conductores y funcionarios fijan un precio aproximado del litro de gasolina para luego proceder con el cambio. Incluso, algunos pagan extra para cargar recipientes que les permita tener reservas.

Elías Matta: Escasez de gasolina es producto de la destrucción de la industria petrolera

“Se paga en dólares porque es más fácil, pero también puedes pagar en bolívares en efectivo. El tema es que el valor del dólar lo reciben por debajo de la tasa del mercado; es al precio que a ellos (funcionarios) se los cambian por efectivo”, relató Rodríguez.

Una vez que el encargado de la estación de servicio obtiene las divisas, acude al “mercado negro” para hacer un canje por bolívares en efectivo y comprar alimentos a un precio inferior.

Pero a las colas y a la falta de combustible se suma otro problema. Las constantes fallas en el servicio de energía eléctrica que interrumpe la actividad de las estaciones de servicio. “Hay veces en que las personas hacen cola esperando la gandola o la luz; o ambas. Nada más esperando pueden pasar hasta cuatro horas, y luego el restante que toma echar gasolina”, dijo Rodríguez.

Se reducen las jornadas laborales

Petra Pérez* dejó de ir en horario completo a su trabajo, en un consultorio médico, para poder conseguir gasolina para su vehículo. Al menos tres veces por semana recorre la ciudad de Valencia, capital del estado Carabobo, en búsqueda del carburante. No obstante, después de hallarlo le toca hacer fila por al menos tres horas.

Negada a cancelar un monto distinto al habitual, anteriormente fijado en 4 bolívares fuertes o  un bolívar soberano luego de la reconversión monetaria, Pérez ve cómo los funcionarios privilegian a unas personas sobre otras si pagan en dólares.

Como consecuencia de esto, Pérez ha tenido que cambiar las citas de los pacientes y reducir sus jornadas laborales. Sus ayudantes médicos también presentan complicaciones para movilizarse, ya que las dificultades en el suministro de combustible afecta la disponibilidad de unidades de transporte.

Venezuela, país con las mayores reservas mundiales de petróleo, ha visto su producción caer a mínimos históricos en los últimos años. Actualmente Pdvsa solo elabora 768.000 barriles diarios, según las fuentes secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).

Y, pese a las promesas gubernamentales de recuperar la industria, año a año el descenso se acentúa e impacta de mayor forma en el país.

* Nombre reservado por petición del declarante

Foto principal: Mairet Chourio

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