Miguel descansaba en una de las tantas banquetas del bulevar de Sabana Grande hasta que pasó un policía; bastó que solo se vieran para que Miguel supiera que debía retirarse del sitio con sus seis pares de almohada.
Este miércoles 6 de octubre el bulevar, de arriba a abajo, estaba lleno de funcionarios de la Policía de Caracas y la Policía Nacional Bolivariana (PNB). A pie, en bicicleta, en motos automáticas y de alta cilindrada, los uniformados fiscalizaban que solo comercios priorizados estuvieran trabajando.
Aun así, vendedores ambulantes y trabajadores de tiendas de calzados, ropa y celulares se veían en el lugar.
“Esto nos afecta porque nosotros ganamos por comisión, trabajando así no generamos mucho para alimentos”, comentó Carolina Jiménez a las afueras de la tienda de calzado donde trabaja.
“No nos quieren dejar trabajar porque hay mucho COVID-19, pero ¿quieren que los niños vayan a la escuela”, añadió la joven, quien dijo que no mandará a sus hijos a clases presenciales por el riesgo que implica, prefiere salir ella a trabajar y darle lo que necesitan.

Pendientes de clientes y policías
Sin mucha estridencia se escuchaba por todo el paseo un “a la orden”, “pregunta, ¿Qué estás buscando?”, no había megáfonos ni música pero todos los vendedores estaban muy pendientes de la policía y de captar clientes.
En eso estaba Ivetni Godoy, de 16 años, con sus manos llenas de ganchos con suéteres y franelas.
“Ayer (martes) estuvimos todo el día cerrado, no nos dejaron trabajar, es muy incómodo trabajar así y así no ganamos mucho”.
Aunque Ivetni comenzará clases la semana que viene, no piensa dejar de trabajar.
“Trabajaré medio día porque viene la mejor temporada, ahí es cuando se hace un poco más de dinero”.

Sin gasolina y con el dólar desbocado
Para Carlos Castro, seguridad de una tienda de ropa interior, son otros factores del por qué quieren retomar la cuarentena radical.
“Quieren tener el control de uno porque hay problemas con la gasolina, la devaluación y el sube y baja que tiene el dólar”.
Castro agregó que aunque la tienda cuenta con ventas online, mayor ingreso entra por el local.

Centros comerciales de puertas abiertas
Un enorme pendón da la bienvenida a los visitantes del centro comercial El Recreo recordando las medidas de bioseguridad anticovid, al pasar rocían alcohol en las manos y miden la temperatura, pero el ambiente es totalmente distinto al del bulevar, todas las tiendas están abiertas y trabajando con tranquilidad.
“A nosotros no nos han dicho nada, de hecho se ha extendido el horario, trabajamos hasta las 7 en semana radical”.
Andreína Vivas, encargada de un stand de bolsas de regalos, estaba a la espera de que cambiarán de nuevo las reglas y retomar el horario de 10:00 a.m. a 4:00 p.m.
En el Sambil el panorama era similar, concurrido como siempre, pero con desesperanza en aquellos trabajadores de comercios no priorizados.
Reducción de horario
“Ya el centro comercial pasó un comunicado que podemos trabajar hasta las 2:00 p.m. los locales que no estamos en el rango de prioridad”, afirmó Yaixy Bravo, una vendedora en una tienda de utensilios para el hogar.
Le preocupa la reducción de horario porque son menos posibilidades para vender.
“Esto es una cadena, si la tienda no vende cómo nos pagan a nosotros”.