Un nuevo billete se unió al cono monetario puesto en circulación hace menos de un año: el de Bs. 100.000. Entró en vigencia como una medida para combatir una presunta “guerra de los billetes”, según afirmó el presidente Nicolás Maduro en la noche del 1 de noviembre.
Sin embargo, la implementación del nuevo papel moneda tendrá numerosos obstáculos, como enfrentar la escasez de dinero circulante en la economía del país, lo que obliga a los venezolanos en su mayoría a recurrir a pagos electrónicos y causa largas colas de personas esperando retirar efectivo de los cajeros automáticos, según explicaron a Efecto Cocuyo distintos economistas.
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— BCV (@BCV_ORG_VE) 2 de noviembre de 2017
¿Ayudará la circulación del billete de 100.000 bolívares a aliviar la presión actual por la falta el efectivo? ¿Qué ocurrirá con los billetes de menor denominación?
Arlán Narváez, docente de la Facultad de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), considera que es insuficiente la cantidad de billetes que circulan en la economía del país, pues “cada vez es más difícil adquirir productos por la pérdida de valor del bolívar“.
Afirma que existen dos factores por los cuales hay escasez de efectivo: “no hay suficientes billetes para poner en circulación y el constante crecimiento de la inflación hace que pierdan rápidamente su valor, por lo que las personas comienzan a usar más los métodos de dinero electrónico“.
“Mientras van subiendo los precios, el BCV sigue imprimiendo dinero sin respaldo en la producción nacional. De esta manera se va necesitando cada vez más billetes en un entorno inflacionario, que al final terminan generando más y más inflación”, detalló el profesor universitario.
Un círculo vicioso
“La crisis de efectivo sigue porque el Gobierno la profundiza y hace que la gente se vea obligada a aplicar transacciones electrónicas“, dijo tajante el doctor en economía Carlos Hermoso, quien agregó que el mayor afectado por la escasez de dinero es el ciudadano de a pie, quien es “obligado a reducir las transacciones, limita la compra y venta al menudeo, y causa más caos en las calles”.
Para Hermoso, el hecho de que el Jefe de Estado haya decidido poner en circulación el billete de cien mil bolívares “es el reflejo de la escalada inflacionaria en el país”.
Además, insiste en que el principal factor generador de la inflación es la destrucción del aparato productivo y que, adicionalmente, se acelera con la impresión de papel moneda inorgánico. “Aumenta la base monetaria casi diariamente porque desde el BCV ponen a imprimir dinero para financiar el gasto público, como el incremento de los salarios, que al final termina convirtiendo la situación en un círculo vicioso y perverso diseñado por las propias autoridades del Estado”, concluyó.
“No son las piezas, son las denominaciones”
Henkel García, director de Econométrica, considera que el principal problema de la escasez de efectivo es la inadecuada proporción entre el dinero en papel moneda y la masa monetaria total. “Esta debería estar alrededor de 14% y hoy tenemos cerca de la mitad de eso”, se lee en una publicación difundida por el economista a través de su cuenta en Twitter.
De acuerdo con cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), del total de bolívares en circulación que había el 20 de octubre (última fecha de publicación), solo el 6,36% se encuentra en papel moneda: el equivalente a Bs. 3.198.716.454.000, de Bs. 50.307.017.006.000 que es la cantidad absoluta.
“Las denominaciones más deficitarias siguen siendo las de Bs. 2.000, Bs. 5.000 y Bs. 10.000. También se ve claramente que tenemos un superávit de piezas en las denominaciones de Bs. 500 y Bs. 1.000, algo que ocurre desde hace unos meses atrás”, detalla García, quien precisa que es necesario fabricar billetes en la proporción adecuada.
“De nada sirve tener el billete de Bs. 100.000 si siguen emitiendo en las denominaciones inapropiadas”, expresó.
Foto: EFE