Rezagado frente a la hiperinflación. Se completó el primer año de la entrada en vigencia del bolívar soberano, y algunos de sus billetes ya ni siquiera son aceptados en el mercado nacional. La razón: sus denominaciones son muy bajas en comparación con los altos precios de los bienes y servicios.
Actualmente las piezas de 2, 5, 10, 20 y 50 bolívares dejaron de ser recibidas en los comercios, supermercados, locales comerciales y hasta por los colectores del transporte público. En algunos casos, incluso, la denominación de Bs. 100 tampoco funciona para pagar.
Pedro Palma, director de la consultora Ecoanalítica y expresidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, explicó a Efecto Cocuyo que las medidas de reconversión monetaria no tienen impactos importantes en la estabilidad macroeconómica de un país. Por lo tanto, a pesar de haberse dictado hace un año, fue inservible para frenar la hiperinflación.
“La ventaja que trae (la reconversión monetaria) es la simplificación de las transacciones. Debe venir acompañada de otras medidas que permitan frenar la hiperinflación, pero no ocurrió”, señaló el economista en conversación telefónica.
Si bien el Gobierno nacional le quitó cinco ceros a la moneda para facilitar las operaciones de compra-venta de bienes y servicios en el país, los precios continuaron aumentando hasta tal punto que el Banco Central de Venezuela (BCV) tuvo que incorporar en junio de este año nuevas denominaciones de mayor valor: Bs. 10.000, Bs. 20.000, y Bs. 50.000.
“Rápidamente los billetes que se emitieron (del bolívar soberano) tuvieron una cortísima vida. Y por eso se vieron obligados a ampliar el cono monetario“, dijo el doctor Palma.
Además, cuestionó que las denominaciones de 10.000, 20.000 y 50.000 bolívares tampoco faciliten las operaciones al menudeo, pues no existen suficientes piezas para completar esas transacciones. Por ejemplo, la insuficiencia de billetes para dar cambio en dichas compras.
“Eso contribuye a afectar el desenvolvimiento de la vida diaria. Se ha llegado a un
fenómeno de dolarización muy acentuado, lo cual hace que hasta te den dólares
en vuelto para completar las transacciones”, afirmó Palma.
Economistas advierten que vigencia de nuevos billetes se mantendrá solo “algunos meses”
¿Es sostenible la desaceleración de la inflación?
Desde finales de 2018 la administración chavista implementó un alto encaje legal para congelar la liquidez de bolívares destinados a la compra de divisas. Pero con ello generó una sequía en las arcas de la banca nacional, que perdió su capacidad para otorgar créditos.
Sin embargo, a pesar de que logró frenar el ascenso de la inflación en los últimos meses, según el registro de la Asamblea Nacional, Palma advierte que también se redujo la actividad comercial y, con ello, se dio un incentivo al aceleramiento de la contracción económica.
“Bajamos de un porcentaje (de inflación) superior al 100% a uno de 30%, que sigue siendo muy alto”, comentó en referencia al desaceleramiento del incremento mensual de los precios.
A esta situación se suman las sanciones económicas contra el Estado venezolano y empresas estatales. Entre sus principales efectos se encuentra el de limitar las exportaciones petroleras de Venezuela hacia Estados Unidos y otros países, que prefieren dejar de operar con la estatal Pdvsa para evitar riesgos de sanciones.
“Está por verse de si Venezuela tendrá la disponibilidad de divisas para mantener las importaciones. El Gobierno culpará a las sanciones de los efectos negativos de la actividad económica, aunque la total responsabilidad recaiga sobre ellos”, expresó el economista.
Y, sin divisas suficientes, el financiamiento del déficit fiscal pudiera mantenerse y reavivar la hiperinflación.
Transacciones en dólares se imponen en los comercios a un año de la reconversión monetaria
Foto principal: Efe