Elevaron sus quejas en la sede de Pdvsa La Campiña por una deuda de cinco años y que asciende a 7 mil millones de dólares. 
Elevaron sus quejas en la sede de Pdvsa La Campiña por una deuda de cinco años y que asciende a 7 mil millones de dólares. 

Durante la mañana de este jueves 21 de abril se registró una protesta de jubilados de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de Petroquímica de Venezuela (Pequiven) frente a la sede de del Ministerio de Petróleo en La Campiña, Caracas, en donde exigieron el pago del fondo de pensiones.

El fondo de pensiones son los ahorros que acumularon los trabajadores durante el tiempo que estuvieron activos en la empresa. A ellos se les descontaba una parte de su salario y la compañía aportaba otro porcentaje. Ese dinero, que asciende a 7 mil millones de dólares, es el que esperan les sea reembolsado a más de 30.000 personas.

También reclamaron que se restituyan los servicios de atención médica, pues denunciaron que más de 2.600 jubilados han fallecido por diversas patologías desde el 2016 y que, durante este tiempo, no han contado con la cobertura de seguros de Hospitalización, Cirugía y Maternidad.

Simultáneamente, en Lara se realizó otra acción de calle. “Inconsultamente Pdvsa hizo un cambio en los estatutos, se adueñó del fondo de pensiones, nos eliminó el HCM y los reembolsos de los gastos médicos no está siendo entregados a los jubilados”, dijo uno de los manifestantes a VPI TV.

 

Otro estado de Venezuela donde las protestas laborales se mantienen vivas es en Bolívar. Durante los días 18 y 19, los trabajadores activos, jubilados y pensionados de las empresas básicas de Guayana exigieron en las calles el cumplimiento del ajuste salarial.

Esta no es la primera vez que jubilados de Pdvsa salen a la calle para exigir el pago de sus reivindicaciones salariales. Entre diciembre y septiembre del año pasado,  se concentraron en varias oportunidades en la sede de la La Campiña, en Caracas.

El reclamo del Fondo de Pensiones, para un aproximado de 32.000 personas de la tercera edad, es una constante en los reclamos laborales.

 

Foto cortesía de Jesús Abreu Mena

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