El sonido de los despegues y aterrizajes en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar ya no es tan frecuente como antes para los vecinos de Maiquetía y sus adyacencias. De escuchar cómo llegaban los vuelos a cada rato, pasaron a ver menos los aviones de las grandes aerolíneas. Para este martes, 31 de mayo, solo 17 vuelos saldrán del país. El último es uno de American Airlines, que sale con Miami como destino a las 2:18 pm, y cuya empresa redujo su frecuencia a Venezuela de 48 vuelos semanales a solo 10.

El fin de semana pasado una aerolínea europea y una latinoamericana anunciaron que cesarían sus operaciones en el país por la misma razón. Lufthansa y Latam, respectivamente, informaron a sus clientes que suspenderían sus actividades debido a la imposibilidad de cambiar sus ganancias en bolívares a dólares. También especificaron que la demanda de vuelos ha bajado.

Otras dos líneas aéreas, Gol y Air Canada, ya habían tomado la misma decisión por estas razones.

“Se toma esta acción en respuesta a las actuales dificultades económicas en Venezuela y al hecho de que Lufthansa es actualmente incapaz de cambiar sus ganancias en moneda local a dólares estadounidenses para transferirlas fuera del país”, informó la aerolínea europea a través de un comunicado.

También agregó que lamentaba “profundamente” suspender el servicio de Caracas a Fráncfort a partir del próximo 18 de junio. Sin embargo, el comunicado indica que las autoridades de Lufthansa se mantienen en contacto con el Gobierno a manera de volver a Caracas “lo más rápidamente posible”. Las oficinas centrales de la aerolínea se mantendrán abiertas por los momentos.

Latam Airlines, que resultó de la combinación de la chilena Lan y de la brasileña Tam, siguió los pasos de su competencia alemana tras informar sobre la suspensión “temporal e indefinida” de sus actividades en Caracas. Por los momentos, está previsto que los últimos vuelos se realicen el primero de agosto.

La aerolínea regional atribuyó el cese de sus operaciones al “complejo escenario macroeconómico actual que atraviesa la región”. Los vuelos hacia Venezuela irán disminuyendo gradualmente: primero, con la cancelación del trayecto Caracas-Sao Paulo, posteriormente con el de Caracas-Lima y, finalmente, con la conexión Caracas-Chile.

La misma deuda con el Gobierno venezolano ha terminado por “expulsar” a otras líneas aéreas del país. En febrero de este año, la brasileña Gol también suspendió sus operaciones “temporalmente” por las dificultades para repatriar su capital. La deuda se ubica cerca de los 89 millones de dólares.

Air Canada también ya había anunciado el cese de sus actividades en Venezuela. El 15 de marzo de 2014 suspendió todos sus vuelos desde y hacia Maiquetía, luego de convertirse en la línea que llevaba más tiempo esperando el pago de la deuda. En 2012 recibió un último abono; sin embargo, los acuerdos con el Ejecutivo nunca llegaron a concretarse.

Otras líneas aéreas han optado por reducir sus viajes debido a las deudas con el Gobierno venezolano. No solo American ha disminuido su frecuencia en Venezuela, algunas aerolíneas han optado por volar con aviones más pequeños para también bajar el número de plazas disponibles.

En 2014, American denunció que su deuda con el Gobierno llegaba a los 750 millones de dólares, por lo que redujo sus viajes únicamente a la ciudad de Miami. A pesar de que la americana buscó reactivar una conexión con la ciudad de Nueva York por dos meses, esta fue suspendida.

Alitalia también intentó reanudar las conexiones con Caracas tras haberlas cancelado previamente. Entre el 2 de junio de 2014 hasta el 25 de octubre, la línea italiana suspendió sus vuelos a Caracas y después reactivó la ruta Caracas-Roma con un viaje semanal.

Más tarde, en 2015, el presidente de la empresa, Silvio Cassano, anunciaría: “cerramos las conexiones a Caracas hasta que el Gobierno venezolano pague los US$ 250 millones que nos debe”.

Delta Airlines pasó de ofrecer siete vuelos a la semana a solo uno, que llega los sábados y sale los domingos desde Maiquetía. Incluso Avianca redujo sus viajes Caracas-Bogotá, de tres vuelos diarios a uno por día.

La deuda con la aerolínea colombiana asciende a unos 300 millones de dólares, mientras que con Copa Airlines llega a los 500 millones. Las europeas tampoco se salvan y sus cuentas por pagar se ubican entre los 200 y los 300 millones de dólares en los casos de Iberia y Air France, respectivamente.

De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la deuda de Venezuela con las aerolíneas suma aproximadamente 3.500 millones de dólares.

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