Los comerciantes confían en que las ventas decembrinas puedan mantener en pie a varias tiendas en Venezuela que están al borde del cierre. Los locales comerciales más pequeños y ubicados en las regiones pudieran ser los más beneficiados con la flexibilización, después de estos ochos meses de pandemia del nuevo coronavirus y un esquema de trabajo intermitente que relegó a muchos sectores como el licorero.

“Hacer buenas ventas en diciembre puede ser la diferencia entre poder prevalecer y volver a abrir en enero” argumentó Felipe Capozzolo, presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), durante una rueda de prensa transmitida por Zoom, desde su sede en Plaza Venezuela.

El presidente de Consecomercio no ofreció cifras aproximadas de las ventas durante el fin de semana pasado, cuando empezó la ola de descuentos del llamado Black Friday que se extenderá también a estos días finales de noviembre. El líder gremial se limitó a decir que “la respuesta de los venezolanos a los pocos momentos de ventas han sido buenos”.  

Capozzolo celebró que los comercios de todos los ramos tengan autorización para operar y vender durante todo diciembre. Aunque también fue enfático en que las ventas decembrinas no pueden revertir “las cifras de todo un año”.

Consecomercio, de hecho, proyecta que la caída del consumo interno sume 32% al cierre de este 2020, gracias a las ventas decembrinas. Esto supone una disminución de 33% frente a los pronósticos más pesimistas que manejaba el gremio comercial hasta mediados de año, cuando esperaban que el consumo se desplomara hasta 65%. “Mejoró porque incluye el impacto del último trimestre y la posibilidad de laborar de manera continua” apuntó Capozzolo.

La hora de los acuerdos

Para los comerciantes ahora es el momento para que se empiece a diseñar una nueva estrategia para sobrellevar los retos económicos que impone el nuevo coronavirus. Desde Consecomercio ya lanzaron una propuesta para que se produzca un encuentro entre el Ejecutivo, los representantes de la Asamblea Nacional y todo el sector empresarial privado para que el próximo año pueda reactivarse la economía venezolana, que ya lleva siete años en recesión.

“Si el año que viene transitamos en libertades necesarias para producir, podríamos pasar del cero e ir a un mínimo crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto). Sobre todo en lo micro, donde se pudiera ver una experiencia más dinámica. Es necesario el apoyo del Ejecutivo y de los privados, que entiendan que el país es responsabilidad nuestra y que ya no lo sostiene ningún recurso natural” apuntó el presidente de Consecomercio, en clara referencia a que las esperanzas de recuperación económica no pueden estar cargas solo sobre la producción petrolera.

Capozzolo fue enfático en que la recuperación económica en el país necesita que se fijen “objetivos y metas” que estén por encima de “las discusiones partidistas”.

La hiperinflación, los impuestos y una nueva estrategia que permita a los comercios y las industrias operar de forma continua durante 2021 sin comprometer la salud de los trabajadores son algunos de los tópicos claves para los comerciantes. Aunque el presidente de Consecomercio también mencionó a la seguridad.

“Sale un cartón de 30 huevos y llegan 12 huevos a Caracas. La producción debe pasar por seguridad, no solo sanitaria, también personal y de las empresas. Tenemos que cuidar a las empresas y los productos” sostuvo Capozzolo. Para traer sobre la mesa el debate sobre la extorsión que ataca a los productores regionales y que, al final, también afecta a los precios en que se venden los alimentos y otros artículos hechos en el país.

Foto principal: Mairet Chourio

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